23. Otra Vez Tu.

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- ¡Quiero matarme!

- Si vas a hacerlo por favor que no sea en mi departamento - reclame mientras miraba la televisión - Y con ropa, por favor.

- Es que enserio no la entiendo, me dice que quiere intentarlo y al otro día me dice que no quiere ni verme, ayúdame.

- Primero ponte algo de ropa, no vivo sola y el monstruo con el que convivo está por llegar así que por favor hazme el favor y ponte aunque sea ropa interior.

- ¿en qué momento te volviste tan vieja? - pregunto.

- No me hagas recurrir a la violencia Susana.

- Ay ya voy, dile a tu novio que te folle más seguido por favor - murmuró ella mientras se dirigía a mi habitación.

- ¡Te escuché!

Tener a Susy un fin de semana en mi casa con problemas amorosos a las ocho de la noche no es el mejor panorama pero sigue siendo mi amiga y tengo que escuchar lo mismo todos los días, ya sea por llamada, a las tres de la mañana frente a mi puerta y por alguna razón desnuda en mi departamento. Había venido por mi para salir a un bar y terminó contándome su desastrosa vida amorosa.

No sé cómo pensará Jude con respecto a la loca está, pero si fuera ella le pondría una orden de alejamiento o la obligaría a qué le dijera que si para no volver a escuchar lo mismo siempre. Esto me recuerda un poco cuando corría luego de clases a contarle a Meredith todas las estupideces que hacía Aegan Cash hasta que esas quejas hasta tarde se volvieran suspiros de amor.

Su plan de ir a un bar y emborracharnos hasta que perdamos la noción del tiempo era buena pero eso nunca sale bien y más si solo estamos ella y yo, somos un caos total juntas así que imagínense las dos borrachas en un bar lejos de nuestras casas. Igual tampoco puedo negarme a un poco de Alcohol pero que les quede claro que esto no saldrá bien.

- ¿Lista?

- llevó lista media hora Susy.

- está bien - aceptó ella y se dirigió hacia la salida - ¿Te han dicho que tienes gustos de vieja?

- Susy corre.

Lo último que escuche de ella fue su risa sarcástica, tampoco iba a perseguirla pero me encantaba causar terror en ella de una forma u otra. Deje todo cerrado antes de bajar por las escaleras, ese maldito ascensor me tiene cansada siempre se echa a perder y lo odio, odio las malditas escaleras de seis pisos hacia abajo.

- ¿Vamos a tomar taxi? - preguntó ella con la voz agitada por su escapatoria por las escaleras.

- Susy el bar no queda al otro extremo de la ciudad, aparte te hace bien caminar de vez en cuando - le informe y ella rodó los ojos no tan convencida.

Caminar no es algo bueno para las dos, nunca lo fue pero había que hacer excepciones de vez en cuando, así no perdimos tanto el calor luego de bajar por las escaleras. Caminamos entre las personas del parque hablando de todo un poco, ella había entrado a trabajar hace poco en una pastelería, aunque no lo crean Susy tiene el perfecto perfil de ser la ladrona más buscada del mundo pero olvidando eso adora los pasteles, tortas, dulces, todo lo que sea con azúcar ella le encanta, me alegra que pueda hacer algo más que solo pasar en su departamento aparte yo igual termino ganando cuando los pasteles les queda una semana de vencimiento la pastelería se las regala a los empleados y siempre me trae una.

Las fiestas no son lo mío si no se han dado cuenta pero ir a bares pequeños en dónde puedo reír y escuchar a la otra persona es lo que me encanta, adoro el ruido pero cuando puedo escuchar mi voz entre el es perfecto, o cuando caminas por la calle sola pero vas escuchando el sonido de los tacones de varias mujeres o personas hablando es bastante tranquilizante a mi parecer. A diferencia de las fiestas, estas son bastante ruidosas y molestas de vez en cuando pero adoro asistir a ellas cuando soy invitada pero por voluntad propia no iría. Mientras iba jugando con mis tacones del infierno (realmente solo me los puse por mi traje o si no hubiera venido con pijama). Levanté mi vista hacia el frente y Susy miraba el teléfono esperando algún mensaje o llamada de alguien lo ví, luego de 8 meses lo volví a ver a distancia como se mezclaba entre la gente de aquella calle que siempre estaba llena no importa el día o la hora pero ahí estaba,  hablando por teléfono como si nunca en su vida hubiera cometido un error, como si fuera una persona más con problemas de trabajo y una vida extremadamente aburrida.

Regan Cash estaba parado a unos cuantos metros mío y yo no podía reaccionar, ni siquiera podía respirar, perdí la noción del tiempo y por alguna razón todo se volvió oscuro y solo había una luz que lo alumbrará a él, como si el mundo quisiera decirme, "por fin lo tienes al frente haz algo", pero no podía solo podía recordar esa noche, cada palabra, cada grito, cada lágrima que rodaba por mis mejillas, el hospital, el cementerio. Intentaba conectar cables yo sola pero estos no me llegaban a ningún lado.

Solo podía mirarlo ya no podía escuchar las voces a mi alrededor y cuando nuestras miradas se cruzaron volví a respirar, volví a escuchar la voz de Susy diciendo que pasaba pero la voz no me salía. Bajo su teléfono sin apartar su mirada de la mía.

- "ese mal parido"

Dejé escapar un largo suspiro y empecé a caminar hacia el, ¿que quería con ello? no lo sé pero iba hacerlo, iba ha acercarme a él con algún propósito desconocido. Él se quedó ahí sin moverse y eso me asustó más, escuchaba los gritos de Susy maldiciendo en español hasta que estuve en un acercamiento bastante prudente, mire sus asquerosos zapatos costosos imaginando cómo habrá sacado ese dinero para comprarlos, mire ese conjunto de empresario y pensé las veces que lo ví vestido de la misma manera solo que antes me movía el estomago ahora me da nauseas, era el mismo conjunto de aquella noche. Mire aquel horrible rostro que muchas veces me miró con arrogancia y ilusiones falsas.

- Annelise es mejor que no vayamos - sugirió Susy.

- ¿Estás contento ahora? - pregunte de repente.

El no respondió solo me miró.

- Tienes tu puto premio del hombre del año ¿no? Por qué mierda sigues apareciendo en mi maldita vida, ¡me jodiste la puta existencia!.- grite luego de empujarlo con mis dos manos.

- ¡Me mataste cuando apareciste en mi puta vida, que paso por tu maldita cabeza para volver a mi vida como el rey del mundo cuando eres un puto violador! 

Iba a seguir gritándole, insultarlo hasta quedarme sin voz, preguntarle el por qué, porque fui yo y no otra chica, ¿por que? pero terminó gritándome en medio de la gente mientras ellas caminaban sin detenerse como si frente de ellos no hubiera una niña lastima y un hombre sin sentimientos.

- ¡por qué mierda no abres tus putos ojos niña y no te fijas que somos los malditos Cash! - grito luego de unos segundos.

- ¡Por qué sigues creyendo en cada maldita palabra que que te he dicho, abre tus malditos ojos y te vas a dar cuenta que solo quise protegerte!

- protegerme, no eres mi padre me cagaste la vida y quieres protegerme

- acaso estas ciega mujer que no te das cuenta, en mi puta vida te había visto, mi hermano me digo todo sobre ti por que lo creas o no el me busco y pidió ayuda para tener tiempo de como contarte pero eres mas estúpida de lo que pensé

- de... no yo... que

no entendía nada, todas sus palabras no procesaban del todo en mi cabeza, hermano a que se refiere con eso, el no fue, como, el me lo digo en la cara, parecía tan seguro, tan malévolo tan, tan paciente. mi cuerpo entro en rabia y quise llorar por lo estúpida que era, soy ciega al no darme cuenta o solo no queria aceptar esta estúpida realidad, no procesaba nada, tampoco estaba consiente de que seguía regan rentre a mi pasando su mano por su pelo reci3n cortado, lo mire a los ojos.

- la familia es primero y lo volvería hacer otra vez si me lo pidiera

- quien 

- mi hermanito pequeño...

Éramos Dos Mentirosos  ~ Fanfic ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora