18. salidas

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Por favor alguien que me salve, estamos jugando a las escondidas con Adrik, tenemos un minuto para encontrarnos o si no recibiremos una patada en el culo, el mío debe estar morado, nunca lo encuentro o el siempre me encuentra, ahora me escondí en los muebles de la cocina y quedan solo cinco segundos para que me encuentre y adivinen que, ¡Gane! Luego de recibir diez golpes pero vale la pena.

Salí de ese pequeño mueble que casi me muero y caí de espaldas al suelo riéndome, Adrik se paró a mi costado y me miró con una sonrisa en su rostro.

- He ganado.

- Luego de diez rondas. - atacó el en tono de burla.

- Voy a romperte el culo de una patada. - advertí levantándome del suelo y sacudiéndome - Date vuelta.

Paso su lengua por su mejilla y se dió media vuelta, con una sonrisa triunfante tome vuelo para poder golpearlo con todas mis fuerzas, tampoco tengo tanta fuerza pero lo voy a intentar, la puerta sonó pero lo deje pasar a lo mejor sea mi escape luego de golpearlo. Corrí hasta el y mi pie calló con fuerza en su trasero que hasta mí me dolió, se dió media vuelta y en su rostro ví el dolor, ¡Era momento de correr!

Corrí como si mi vida dependiera de ello, abrí la puerta y me escondí detrás del chico que estaba frente a mi puerta.

- ¡Ayúdame!', ¡tu hermano me quiere matar! - hablé con temor.

- Ven aquí Annelise Hoffmman. - escupió el pero Aleix le detuvo el paso.

- Cálmense parecen dos niños pequeños. - añadió el con diversión, no se qué hacía Aleix aquí pero agradezco que llegara justo a tiempo.

Entre al departamento mientras Aleix seguía cubriendo me hasta que entramos a mi habitación y cerramos la puerta.

- Me salvaste.

- ¿Que hiciste para que se enojara tanto?, parece un tómate. - pregunto

- Estábamos jugando a las escondidas, si perdimos nos golpeamos en el trasero. - me encogió de hombros - Creo que me pase un poco.

El solo se rió.

- Vamos te invito un helado para que no termines saliendo en las noticias mañana. - propuso él y no lo pensé dos veces.

Tome mi bolsa con mis llaves y teléfono dentro, cuando salimos Adrik ya estaba sentado en el sillón viendo la televisión, me puse los zapatos y salimos del departamento.

Salir con Aleix el día de hoy no era algo que estaba en mis planes, los míos eran molestar a Adrik todo el día hasta que se cansará de mi como es de costumbre pero tampoco me molesta nunca podría negarme a un helado y más si viene por parte de mi mejor amigo. Salir de mi departamento no era algo que me emociona últimamente, mi rutina se volvió aburrida y estresante, voy al trabajo cada vez que vuelvo de Tagus, llegó a casa agotada de lidiar con clientes y paso toda la noche estudiando u entregando trabajos. En dónde está lo divertido de estár en la universidad, dónde están las fiestas a mitad de semana, el drama de los pasillos, dónde está la adrenalina que muestran en las películas por qué perezco señora casada en vez de estudiante.

Caminamos hasta una heladería hablando sobre Tagus y lo agotador que es. Pedimos una porción de helado mediana para cada uno, Aleix se ofreció a pagar mi helado y eso que yo iba a pagarlo. Yo pedí de menta (siempre pido lo mismo, por favor que alguien me lo quité). Aleix termino comprando chocolate amargo, le dije que era asqueroso y me golpeó el hombro.

Mientras nos comíamos el helado hablábamos de lo aburrido que era Tagus y sobre lo insoportable que eran algunas personas, cuando camino por los pasillos todavía hay gente que me mira con sorpresa, desaparecer por seis meses no fue para tanto pero si para que todo Tagus se haiga enterado de mi escapada a Alemania.

Éramos Dos Mentirosos  ~ Fanfic ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora