0 8 ; Después de la tormenta se puede ver un arcoiris.

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Los días grises se van... ¿Puedo quedarme contigo para ver el arcoiris?










Shinichiro Sano.

Las chicas lo rechazaban y era tan débil como un niño pero a pesar de aquello siempre tuvo un aura tan cálida y agradable, hacía que todos inmediatamente confiaran en él. Gracias a eso logró rodearse de personas muy poderosas y juntos a ellos creo una implacable pandilla.

Izana admiraba mucho a Shinichiro.

Él nunca fue siempre un adicto a la violencia, cuando Shinichiro aún vivía, él era un chico bastante pacífico, su sueño nunca fue ser un pandillero incluso rechazo liderar a la siguiente generación de los Blacks Dragons. Aún recordaba la cara deprimente que hizo Shinichiro "al ser rechazado incluso por sus hermanos."

Izana siempre creyó que lo suyo no eran las pandillas, él tenía otras metas quería dirigir su propio dojo. Enseñarle artes marciales a indefensos para que pudieran defenderse, era un buen sueño, Shinichiro lo apoyó bastante incluso le dijo que después del cumpleaños de Mikey le prestaría dinero para que empezara.

Shinichiro era realmente una gran persona.

No merecía morir, de entre tanta gente ¿Por qué tuvo que ser él?

Realmente quiso matar a Mikey cuando se enteró que iba a ayudar a los asesinos de su hermano, su mente se quebró, todo se volvió oscuro lo próximo que supo era que tenía las manos manchadas de sangre de su hermano pequeño, Emma estaba golpeada y todo era obra suya. A pesar de que Emma y Mikey le rogaron que no se fuera no hizo mucho caso, los quería pero su mente ahora estaba rota tenía miedo de hacerles daño, no iba a permitir que eso sucediera de nuevo.

"—Si algún día algo me pasa, por favor cuida a Mikey y a Emma."

Una vez Shinichiro le hizo prometer eso y él iba a cumplir su promesa, si tenía que alejarse de ellos lo haría.

Y justamente eso hizo.

Intentó arreglar sus problemas pero poco a poco se fue convirtiendo en una persona totalmente diferente, golpeaba sin discriminar a nadie sus pensamientos se volvieron más retorcidos y pronto todo el mundo se arrodillaba ante su presencia.

Se hundió totalmente en un vacío y cada vez caía más y más profundo.

Y entonces...

—¿Puedo hablar contigo?

Un niño se le acercó, era el amigo de Kakucho.

Aquel niño azabache le llamó poderosamente la atención, tenía la mirada apagada sin ningún brillo, como si hubiera visto lo peor de la humanidad pero también se dió cuenta de su aura...

Era igual a la que de él...

Era una mezcla de él y Shinichiro.

Escuchó la historia de Takemichi, sintió mucho asco por aquellos sujetos, en las calles había sólo una regla: no se tocaban a los niños.

Disfrutó demasiado buscarlos y asesinarlos, fue el primer crimen del que no se arrepintió.

Entonces decidió crear una pandila junto a Takemichi y a Kakucho.

Las cosas al principio eran normales, pelear para ver quién era más genial y todas esas tonterías pero poco a poco todo se fue torciendo.

Algunas veces intentó suicidarse, quería que todo su dolor terminara pero...

—¡Iza-chan! ¿Qué te parece mi nuevo look?

Miró atentamente a su subordinado, su cabello antes tan oscuro como la noche ahora era de un blanco puro y un tatuaje se hallaba en su cuello, el toppoku rojo resaltaba bastante aquel nuevo estilo.

El hermano de Izana ||MiTake / TakeMikey||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora