0 8 . 5 ; Sigue adelante.

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Era una tarde muy fría, el invierno ya teñía las calles de blanco, Naoto caminaba a paso seguro por la vereda en sus manos tenía un enorme ramo de flores.

La gente le daba miradas curiosas pero el pequeño azabache las ignoraba, camino unas cuadras más y finalmente llegó a su destino; el cementerio.

En la entrada lo vió, una cabellera albina sonrió de forma triste, Takemichi era tan puntual como siempre.

—Takemichi — lo saludo cuando estuvo a sólo un metro de él.

El albino se giró tenía su mirada serena de siempre, le devolvió el saludo con el mismo tono y entonces Naoto notó al rubio.

Giró los ojos, seguía sin soportarlo pero no estaba de humor para discutir con él.

—¿Ya le dijiste? — inquirió curioso al ver la mirada seria de Mikey.

Takemichi asintió levemente — Acabo de decirle todo.

—Lo siento — dijo Mikey con un tono triste — No sabía por lo que habían pasado.

—No te disculpes — murmuró — Es mejor seguir adelante, Hina decía eso siempre — Naoto bufó — Si lastimas a Takemichi te mataré — se dió la vuelta y se adentró en el lugar escuchando como la pareja se quedaba y hablaban.

No le prestó mucha atención pues ambos eran muy cursis y probablemente vomitaria.

Llegó a la tumba familiar de los Tachibana, allí descansaba su amada hermana.

Depósito las flores, vió que Takemichi ya había depositado las suyas. Tocó la fría piedra, no pudo evitar que sus ojos botaran finas lágrimas.

Él era muy pequeño cuando ella se fue, a veces su recuerdo se hacía difuso pero aún recordaba tan claro como el agua su hermosa sonrisa y como le abrazaba cuando él tenía miedo, cómo jugaban juntos, tantas memorias... Ella no merecía morir, no de esa manera tan cruel pero tenía que seguir adelante, aunque no quisiera debía hacerlo a ella nunca le hubiera gustado verlos tristes.

—Takemichi y yo somos muy felices ahora pero aún te extrañamos, no te olvidaremos lo prometo — Naoto sonrió y se secó las lágrimas — Supongo que Takemichi ya te presento a su novio, yo algún día te presentaré a alguien así de especial. Al menos eso espero — sus mejillas se calentaron al recordar la chica albina de la cual se enamoró.

»Ya debo irme pero te visitaré la otra semana, nos vemos.

Naoto se dió la vuelta una suave brisa removió sus cabellos, por alguna razón Naoto se sintió más aliviado.

Ya no sentía a Hina desde hace unos días, miró hacia la entrada viendo a la pareja y supo que su hermana por fin pudo pasar a la otra vida.

Odiaba a Mikey pero gracias a él, Takemichi se veía tan feliz así que por ahora no lo odiaba tanto.

Era un odio moderado suponía.

-Continuará.

El hermano de Izana ||MiTake / TakeMikey||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora