Capítulo XXVII

27 2 0
                                    

Al cerrarse la puerta, la tensión creció intensivamente dentro del apartamento. Los tres, que no hace mucho tiempo fueron grandes amigos, se miraron. El primero en romper el silencio fue Leo.

- Listo. Querías que te escuchara  entonces habla- y se sentó en el sofá cruzando los brazos.
- Leo, por favor- dijo Max- Lo siento. Sé que fui un tonto. Nunca quise hacerte daño. Es que todo se me fue de las manos. Yo realmente te quería- se corrigió- realmente te quiero, te extraño. Siempre pienso en ti y en lo feliz que fui en ese tiempo.
- ¿En serio, Max? Yo también puse todo de mi en esa relación. Pero, el día más importante del proyecto, por el que empezó todo. Presentaste a tu novia y la noche anterior habías estado conmigo. Hubieras tenido la mínima cortesía de avisarme.
- Era una mentira, Lea es solo una amiga. Le pedí que se hiciera pasar por mi novia, porque tenía miedo. Las personas de la oficina habían empezado a sospechar y no quería perder el trabajo.
- Y por eso no fuiste capaz de avisarme antes.
- Pero…- fue interrumpido por Leo.
- Eso no fue el problema Max. Cuando hablamos en el baño, sabes perfectamente que tus palabras fueron las que más me dolieron. Prácticamente te burlaste de mi orientación sexual. Y en ese momento me hiciste sentir como lo peor del mundo.
- No fue mi intención. Yo solo estaba asustado. No, no- dijo temblando- no podía avisarle a todos. Nos juzgarían, perderíamos todo.
- Yo nunca te pedí eso. En ese momento, yo también tenía miedo. Y sin embargo, si nos hubieran descubierto no te hubiera negado. Creo que aún no estás listo.
- Te juro Leo. Me arrepiento muchísimo, te extraño, te necesito. No me importa nada, hago lo que tú quieras. Por favor, solo perdóname- se puso de rodillas y mientras abrazaba las piernas, dijo entre lágrimas- Perdóname, perdóname.

Mientras Max rogaba el perdón de Leo. Mia solo pensaba en como se sentía su amigo. Noah había traído solo cosas buenas a la vida del joven, pero ahora frente a él, estaba su primer amor, arrepentido y dispuesto a todo. Cuando sus miradas se encontraron y Leo la observó como pidiendo perdón. Supo lo que seguía, se acercó a la escena y le dio un beso en su mejilla

- Yo siempre te voy a amar. No importa nada.- le susurro la chica.
Y mientras salía por la puerta principal pudo escuchar lo que le dijo a Max. Mientras se ponía de cuclillas para estar a la misma altura del joven.
- Esta bien, ya no llores. Te perdono.

Simplemente amor BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora