Simplemente amor BL

Capítulo XVI

Noah le mandó mensajes todos los días. Preguntando cómo estaba, qué hacía, si le fue bien en el trabajo. Hasta que el sábado por la mañana le llegó uno especial

“ Feliz fin de semana. ¿Te parece si hacemos algo esta noche? Tengo ganas de verte 😊”

Una sensación de angustia había recorrido su cuerpo. Si bien en un principio estaba dispuesto a tener sexo con Noah, las cosas habían cambiado. El chico pretendía algo más, para lo que Leo aún no estaba preparado. Golpeó la puerta de Mia

- Quiere salir conmigo esta noche- dijo preocupadamente.
- Pero que buena noticia. Ya le confirmaste ¿verdad?
- No puedo hacerlo. El chico no quiere solo acostarse conmigo y nada mas. Esta buscando algo serio. Y sabes a la perfección que aún no estoy listo.
- Y ¿ perderás la oportunidad de conocer a alguien  que te cae súper bien por ese imbécil?
- Es que no entiendes. No puedo decirle que no quiero nada con él. Rompería su corazón, es un niño. Su hermana me contó que nunca salió oficialmente con alguien. No. No puedo herirlo de esa forma, yo más que nadie se que un corazón roto es difícil de curar.
- Pero,¿ no que quería solo sexo con él? ¿Porqué te preocupas tanto?
Ambos se miraron, el labio inferior de Leo tembló un poco
- No lo sé- y una lágrima rodó por su mejilla- no quiero causarle daño y tampoco que me lastimen. Noah es maravilloso y te juro que me gusta mucho, pero no puedo causarle daño. No me lo perdonaría nunca.
- Y crees que si no le contestas y finges tu desaparición, ¿le dolerá menos? Habla con él. Cuéntale todo, se completamente sincero. Y ambos tomarán una decisión. Si te comprende, es genial y si no, por lo menos lo intentaste.

Se abrazaron por un rato hasta que Leo tomó fuerzas y envió el mensaje.

“OK. También quiero hablar contigo"

“ 😳 😳😳😳 Cocinaré algo para ti. Paso a buscarte a las 21:00"

“ No es necesario. Manda la ubicación y te veo ahí."

“😔😔😔😔 **ubicación **”

Leo estaba nervioso, ese chico en cuestión de días, había invadido su corazón. Había pasado noches enteras creyendo que ya no volvería a sentir esa sensación,  pero Noah cambio toda su perspectiva. Ahora, el problema era esperar. No daría el primer paso, no quería ser el culpable de nada. Solo esperaría, y si sucedía algo estaba listo para hablar con toda la verdad.