Una perfecta ilusión

Una decepción

La suave piel de Jiang Chen fue deleitada nuevamente por las delicadas caricias que iban recorriendo su cuerpo, XiChen movía sus largos dedos, cada milímetro de ese ser que era su perdición, cada beso que podía grabar en aquel cuerpo aun parecía un sueño, uno que al fin parecía real.

-A Cheng nunca te arrepientas de esto – Su voz era ronca contra el oído del más joven.

Un ligero gemido escapó de los labios rosados, mientras asentía, era difícil que su cuerpo no reaccionara a cada mínimo toque del mayor.

-No lo hare, siempre has sido tú – Menciono con convencimiento.

XiChen lo sentó en sus piernas mientras retiraba la camisa y sus besos continuaron por la columna del más joven haciendo que sus murmullos sonaran por el apartamento.

-A Huan – Suspiro – Traje pastel ¿No quieres? – Jiang Cheng vocalizo con dificultad, mientras XiChen concentraba sus besos en la nuca del otro.

- ¿Tú quieres? – Menciono suavemente rozando la oreja

-Si ah – Jiang Cheng fue girado para ver de frente los ojos cobrizos, este asintió.

– Lo traeré, espérame – Mencionó poniéndose en pie y despareciendo por la cocina.

Jiang Cheng soltó un suspiro mientras ralentizaba su respiración, su mano tocaba su propio pecho sin asimilar del todo lo que ocurría, podía decir que era feliz, solo faltaba enfrentar a sus padres y todo iría bien.

-Aquí esta – XiChen salió con su brillante sonrisa mientras dejaba el pastel en la mesa frente al sofá – Nunca he entendido porque te gustan tanto estas cosas.

Jiang Cheng sonrió, la cosa es que Lan Huan no era fan de nada que fuera dulce, pero Jiang Cheng solía arrástralo a eso cuando eran más jóvenes, incluso en algún cumpleaños le regalo dulces rellenos de frutas, sobra decir que al final fue el más joven quien se los comió.

-Es porque es delicioso, solo que, bueno, tu paladar debió ser atrofiado – Jiang Cheng sonrió.

-Seguramente fue eso – Sonrió y se sentó en el sofá, nuevamente alzo al más joven como si no pesara en absoluto y lo sentó en sus piernas.

- ¿Qué haces? – Jiang Cheng pregunto sorprendido.

-Mientras tu comes tu postre, yo comeré el mío, creo que es lo justo – Lan Huan fue rozando con su aliento los omoplatos del más joven

-A Huan no puedo comer así – Jiang Cheng alego, ya que su cuerpo iniciaba a temblar por los mimos que recorrían su espalda, era difícil tomar la cuchara.

-De acuerdo – XiChen suspiro derrotado – Esperare a que comas un poco – Jiang Cheng asintió mientras tomaba su cuchara, pero a causa del temblor en su mano, un poco de crema cayo en la curvatura del pectoral.

Jiang Cheng iba a llevar su mano a limpiar su zona, sin embargo, el mayor lo detuvo, un beso suave se puso en aquel lugar, mientras la lengua del mayor despegaba el merengue de la nívea piel provocando un gemido del menor.

-Creí que no te gustaba – Jiang Cheng alego mientras el otro solo lo miraba hipnotizado.

-Acabo de descubrir una forma para que sepa mejor – Sonrió y arrebato la cuchara del joven, tomo un poco de crema y lo acerco a los labios de Jiang Cheng, la crema delineaba los labios del más joven.

Lan XiChen se acercó, con su lengua fue recorriendo los labios cubiertos del merengue que, pese a lo empalagoso, le pareció demasiado exquisito.

-A Huan, de verdad tengo hambre, deja de jugar – XiChen entonces sonrió pícaramente y Jiang Cheng supo que algo malo había dicho – No sonrías así.