El lugar que ocupas

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XiChen ese día supo que si se iba cometería un error, así que se inscribió a la universidad de Yunmeng, conocía su talento y sabía que para él sería fácil acceder a esta.

-Hermano – Lan WangJi entro con un sobre amarillo a la habitación de su hermano mayor, este parecía distraído viendo por la ventana que conectaba con la casa de los Jiang. WangJi era astuto y conocía a su hermano, sabía que lo que veía por esa ventana era un joven, uno que a su parecer no merecía la compañía de su hermano.

- ¿Qué ocurre? - El adolescente giro y tomo el sobre, el papel tenía los sellos de la universidad de Ámsterdam, no saco del todo la carta para dejarlo a un lado

- ¿No la leerás? – Lan WangJi se sorprendió, los Lan tenían un alma mater en Holanda, era el plan trazado, estudiar literatura en Ámsterdam, en especial para su hermano, desde pequeño había querido irse.

-No, ya pasé en la de Yunmeng – Mostro otra carta – Y la boca de WangJi se abrió en una o – No quiero irme – Su voz sonó aún más suave de lo normal

- ¿Por qué? – su pregunta fue de desconcierto, Lan Xichen miro por la ventana.

-Quiero estar junto a alguien el mayor tiempo posible, entonces cuando lo pierda, no me sentiré tan vacío – Su voz se opacó.

Lan WangJi observó por la ventana y no comprendió nada en absoluto, pero era lo norma, nunca comprendía los sentimientos de su hermano, no cuando estos incluían a Jiang WanYin.

- ¿Ya le dijiste a mi tío? - Cambió de tema y Lan Huan negó

-Lo hare mañana, también hablare con nuestros padres, no te preocupes por mi – WangJi asintió, entonces se alejó de su hermano

Lan Xichen llegó al apartamento que había adquirido en cuanto volvió a Yunmeng, sabía que Jiang Cheng estaba en el almuerzo con su ¿prometida? Que probablemente esa noche no lo viera. Aquel día en que enfrentó a sus padres y su tío, mintió, mintió por primera vez diciendo que no había sido aceptado en Ámsterdam, en estos momentos al igual que en ese entonces, solo quería permanecer el mayor tiempo junto a él. Había tenido cosas que solo soñó, al menos sostener su mano, como cuando bajaban la colina, después de ver los cachorros, otros besos además de uno a escondidas y poder sentirlo suyo, eso eran cosas que perdería con el tiempo y lo aceptaba, porque si era Jiang Cheng, cualquier sacrificio lo valía.

Mientras estaba en la oscuridad de su apartamento, extrañamente se sintió solo, la presencia del otro hombre iniciaba a notarse y para XiChen el miedo de que esa presencia se esfumará lo hacía latente, su corazón bombeaba más rápido, tal vez cuando era joven no tomo las decisiones correctas, tal vez incluso en ese momento estaba haciendo todo mal. El timbre en su celular lo saco de sus pensamientos, mostrando una pequeña sonrisa al ver quien lo llamaba, se animó a contestar.

-A Yao – Saludo al de la otra línea

-Er ge hasta que contestas, estábamos preocupados por tu repentino viaje – La voz del joven era de verdadera preocupación.

-Lo sé, lo siento, es solo que la llamada de WangJi me sorprendió y fui algo impulsivo – Se disculpo con su compañero en Ámsterdam, cuando WangJi le dijo que Jiang Cheng se casaría, no lo pensó mucho y tomo el primer vuelo.

-Está bien, no tienes que disculparte, llamaba para avisarte que viajaremos en una semana, así que nos podremos reunir y nos podrás explicar – El regaño se palpaba.

-De acuerdo, de acuerdo, los estaré esperando – XiChen sonrió – No creí que aceptaras venir

-Yo tampoco lo creí, pero ya ves, no tengo voluntad contra él, en fin, nos vemos después – El tintineo de colgar sonó.

Una perfecta ilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora