Entonces, cásense

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El sonido de la puerta siendo abierta no fue capaz de persuadir el ambiente silencioso que se cernía, Lan XiChen estaba perdido en sus propios pensamientos que no noto lo que ocurría, su brillante sonrisa se hizo presente.

-Lamento la demora, hubo un pequeño inconveniente – Se acerco a su pareja y solo entonces noto su expresión - ¿Qué ocurre? – Preguntó.

- No mucho Er ge, hubo una confusión sobre los estudios de A Sang, pero ¿Cómo te fue? Tardaste demasiado – Meng Yao respondió con su sonrisa puesta.

- Estuvo bien – Medito viendo las expresiones de su amigo y su pareja – Bueno, pasemos a comer

Un asentimiento mientras los otros dos se sentaron y tomaron su trozo de pizza.

- ¿Estás seguro que no estudio acá? - Preguntó finalmente MingJue, Jiang Cheng alzo la cabeza.

-Lo estoy, nos comunicábamos por videollamada solo en cierto horario por el supuesto desfase que había, hasta vi su ceremonia de grado – Jiang Cheng continuó y MingJue arrugo el cartón de la pizza.

- ¡Maldición! – Bufo – Me aseguro que se quedaría en Yunmeng porque no quería dejar a sus amigos, padre estuvo de acuerdo. Es un maldito mentiroso.

Un asentimiento de parte de Jiang Cheng perdido, y aunque Xichen y Meng Yao trataron de renovar la conversación no se logró, al final solo hubo una corta despedida.

-Hablare con él – MingJue aseguró como despedida y Jiang Cheng solo entonces se derrumbó en los brazos de Lan Huan que lo rodearon protectoramente.

-No lo entiendo, ¿Por qué mentirme? – Lan XiChen lo siguió abrazando - ¿Por qué nadie puede ser sincero conmigo? – Preguntó entre quejidos.

Un punzante dolor en el corazón de XiChen se hizo presente, no era un buen mentiroso, por eso prefería evadir temas, pero ahora ¿se sentiría traicionado Jiang Cheng? ¿Debía decir lo que le confiaron los señores Jiang? O solo esperar a que la verdad saliera por si sola.

Lan XiChen había llegado puntual a un reconocido restaurante, sin embargo, este se encontraba casi vacío, solo una de las mesas contaba con una presencia elegante de una mujer que podía reconocer con facilidad, XiChen no era alguien exagerado, pero decir que no le paso por la cabeza la idea de que lo mandarían desaparecer sería una gran mentira que encabezaría una larga lista.

-Buenas tardes madame Yu – Saludó inclinándose, la mujer solo lo observo, y le señalo una silla.

- Mi marido tuvo que retrasarse por ciertos inconvenientes – Comunico – Puede ir ordenando algo, si lo desea.

-No es necesario, cenare con A Cheng – Informo y calmo su mente, tampoco es que creyera que lo envenenarían con X sustancia.

-Bien, como guste – Madame Yu cruzo sus piernas, y acerco una carpeta que XiChen no había visto hasta ese momento – Con respecto a mi hijo, solo tengo una pregunta – Miro directamente a los ojos bronces de su contraparte y este asintió - ¿En verdad lo ama? – La pregunta en si dejo el tono serio de la conversación, volviéndose algo endeble.

- Por supuesto, lo he amado desde hace muchos años, es la única persona con la que quiero estar - Respondió seguro, madame Yu le sonrió o al menos eso le hicieron creer sus ojos por unos instantes.

-Bien, señor Lan, hay ciertas cosas que debe saber sobre mi hijo y tal vez no le gusten, aunque eso me tiene sin cuidado, solo quiero que las tenga en cuenta porque sus decisiones van a tener consecuencias.

- ¿Es una amenaza? – Pregunto incrédulo.

- No, es el camino que escogieron – Madame Yu tranquilizo – Como sabrá el conglomerado Jiang consta de una inmobiliaria y una constructora, razón por la cual mi marido y yo decidimos tener dos hijos que se hicieran cargo de cada una respectivamente, ya que la inmobiliaria es mi herencia y la constructora la de mi marido – Pronuncio – Debido a su ausencia estos años creo que no está enterado de varios pormenores.

Una perfecta ilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora