1- PÜMBER

La nota

   Cuando me dieron de alta, después de casi dos semanas de medicamentos y reposo, decidí regresar a mi hogar. Mi amigo y su padre me habían cuidado y tratado muy bien, y me insistieron que me quedase a vivir con ellos de forma definitiva, les
agradecí de todos modos por no haberme dejado solo, en especial a Jacob que siempre se preocupó de que no necesitara nada.
Tiempo después de mi completa recuperación, me incluyeron
nuevamente en el trabajo y traté de hacer mi vida normal, aunque me costara muchísimo. Como el oficio de camarero en el salón para el que trabajaba consistía de largas horas, volvía de noche cansado, y me acostaba en el sillón ancestral. Tantos días durmiendo allí, y agregando además la ayuda de mi gato, el sillón se encontraba en las últimas.
   Un día sábado, lo escuché afilándose las uñas en el trono atávico, había mucho algodoncillo tirado por los suelos. Me acerqué a levantarlos y ponerlos provisoriamente dentro de uno de los huecos del sillón. Cuando metí mi mano, mis dedos tocaron algo áspero y fino, era un papel. Su impecable dobladura, y sus letras… esas
letras…se veían totalmente idénticas a la nota del ciudadano de Pümber que Casimiro encontró cierta vez…
   —Reiser…—pensé— Reiser… es el ciud…
   A la sazón comprendí el motivo de sus largas salidas, era él el ciudadano que ocultaba las notas por todo el pueblo… por tal motivo, bajo su camisa ocultaba hojas, tratando de que nadie se diera cuenta, porque no quería que nadie supiera su identidad, ni
siquiera nosotros. Me sentí tonto al haberme dado cuenta después de tanto. Tarde o temprano, si esa nota seguía allí, sería descubierto. Ésta decía así ‘’ Queridos hermanos, no sé en qué momento ni quién de ustedes esté sosteniendo la carta en este preciso instante, tampoco tengo idea de que es lo yo estoy haciendo ahora mismo, pero iré al punto. El motivo de esta carta es confesar todo lo que en algún momento se cuestionarán, y como sé que no tendré coraje para hablar con ustedes, lo dejaré al destino para que puedan leer esto. Seré directo, los quiero con todo mi corazón, son mis hermanos y siempre lo serán, aunque nuestro
parentesco no diga lo mismo… Así es… tenemos sangre diferente, pero las circunstancias de la vida permitieron que los considerase como tal. Casimiro, aunque no lo exprese y tu carácter sea muy terco, te quiero igual, tenlo por seguro que nuestras peleas no simbolizan que no te aprecie. Las causas de éstas, son solo porque nuestras
personalidades son ciertamente opuestas, y eso es algo que se
debe de comprender. Bien, en concreto a lo que escribo… les diré paso a paso, no se
asusten, no se pongan mal, yo los quiero y si tengo que decírselos
mil veces para que lo sepan, lo haré. Nuestros padres me
adoptaron alguna vez, cuando me encontraron en la intemperie. Me
abandonaron, y esa gente tan hermosa que son NUESTROS
padres, me recogieron de un basural, y esa mujer que tendría que ser mi madre, es una… lo bueno es que jamás la conocí, y espero
no conocerla jamás, mi padre, no tengo conocimientos de él, sólo sé que mi apellido era Yringua, porque según lo que nuestros
padres me contaron, fue con ese apellido con el que estaba
registrado. He buscado a todos los hombres con ese apellido en
Pümber, todos negaron haber perdido un hijo de mi edad, y ninguno tenía un mísero rasgo de similitud conmigo, y por cada sitio que
recorrí en mi investigación, fui dejando huellas… y las seguiré dejando, solo para que alguna persona aleatoria pueda leerla y
tome al menos unos segundos de reflexión sobre lo importante que es la vida…
Sin ponerme más filosófico y sentimental, quiero que cuando acaben de leer esto, se dirijan inmediatamente para hacérmelo saber.
Reiser Espender."
   El papel ya estaba humedecido con mis lágrimas, y me quedé
ahí, llorando hasta que el dolor de cabeza me adormeció. Mi
inconsciente me repetía constantemente aquellas últimas palabras:
‘’inmediatamente para hacérmelo saber’’