C A P Í T U L O 19

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MACK:

Marzo

Odio este mes aparte que me siento fatal, siempre pido una semana de descanso por temas familiares, resumiendo este mes fallecieron mis padres, en ese mes ocurrió la tragedia donde ya no los volví a ver. La única que sabe esto es mi jefa, ni Lori sabe porque pido semana de descanso, aún no he tenido el valor para contarles lo sucedido.

Mi rutina en este mes siempre es levantarme, ducharme, desayunar, y volver a dormir; el único día en el que salgo es hoy; hace días que no le contesto las llamadas al cabezota, él tampoco sabe, es un poco egoísta de mi parte pero a fin de cuentas es algo más que mi novio, es una persona que me ha dado confianza y yo no la puedo romper por así decirlo.

He estado evitando todo contacto con la gente solo quería ser yo pero a veces el apoyo de la gente lo necesitamos. Mi teléfono comienza a vibrar, es Izán no quiero contestar pero no puedo más, a través de los mensajes que mandaba notaba la angustia que sentía al no dar señales de vida.

*Llamada entrante: Cabezota*

-Hola.- contesto con los ánimos hasta el suelo.

-Que tienes, ha pasado algo verdad, ya no me quieres, es eso, he hecho algo malo y estás enojada.- hace tantas preguntas.- Pequeña responde porque de verdad estoy asustado y preocupado.

-Podrías venir a mi casa, por favor.- es lo único que digo.

-Abre la puerta.- cuelga la llamada

Tan rápido como puedo bajo las escaleras, le quito el seguro y lo abro, él está ahí parado trae unas bolsas.

-Cómo llegaste tan rápido.- hablo asombrada.

-Kevin.- responde.- Además ya estaba en camino cuando te llame.- entra.- Ten, hice las compras por ti se que me dijiste algo que ya no tenías nada, así que te traje esto.- me extiende las dos bolsas que trajo del supermercado.

-Porque eres tan lindo.- pregunto anonada, dejo las bolsas en la cocina.

-Porque te quiero.- me estrecha en sus brazos.- Además tienes algo que contarme no es así.

Me tenso, creo que ya es hora.

-Si hay algo que no te he dicho.- frunce su ceño.

-Dije algo y te molestó.- pregunta, alzando una ceja.

-No todo está bien entre nosotros.- suelta el aire.- Es otra cosa.

-Menos mal.

-Pero tenemos que ir a un lugar para que puedas entender.

-Que estamos esperando.- menciona alegremente.

-Cabezota, tengo que cambiarme, por si no lo notas estoy en pijama.- me señalo.

-Te ves bien.- aclara.

-Para ti siempre me veo bien.

-Es la verdad.- admite.

-Ya vuelvo, si te aburres ahí está el televisor, si tienes hambre en la cocina hay bocadillos, no voy a demorar.- aviso.

-De acuerdo.

Subí rápido a mi cuarto, saqué lo primero que encontré unos jeans azul marino, un polo blanco me metí a la ducha abrí el caño y el agua fría empezó a recorrer mi cuerpo, es una sensación agradable, trato de enjabonarme lo más rápido que puedo, enjuago mi cuerpo y de paso el cabello. Me envuelvo en una toalla y salgo en dirección a mi habitación, después de secarme me visto, hoy no tengo ganas de maquilarme así que opto por ponerme unos lentes cuadrados color negro; agarro mi pequeña cartera y bajo las escaleras.

Mi Mejor Compañía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora