pregnancy p.2

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— NOOOOOO — gritaste con todas tus fuerzas.

— ¿¡QUE PASA?! — Chifuyu corrió de la sala a su habitación, preocupado por tú grito — ¿estás bien? ¿el bebé está bien? — su respiración estaba agitada.

— el bebé está de puta madre — comenzaste a llorar de manera fuerte -— la que no está bien soy yo.

Chifuyu pudo respirar, pensó que algo le había pasado a su hijo o hija.

— ¿que pasó? ven siéntate — comenzó a hacerte cariño en la espalda.

— eliminaron la ruta de Kentin — estallaste en llanto.

— ¿ah? — preguntó totalmente confundido.

— eso por Dios, en mi juego Otome favorito, sacaron a mí ruta favorita de la universidad — seguías llorando.

— es broma ¿verdad? — tenía una gran cara de poker.

— ¡claro que no! mi Kentin, también Armin y Lysandro, ¡¡ya no están!!

— me preocupe por nada — Chifuyu rodó los ojos.

— en satuuurno... viven los hijos que nunca tuvimos — empezaste a cantar aún llorando.

Chifuyu chasqueo la lengua y te atrajo a él en un abrazo.

— ¿por qué en ves de llorar por los hijos que nunca tendrás con un pixel, te concentras en el hijo que ya vas a tener? — preguntó poniendo las manos en tu abdomen.

— o hija — sonreiste mirando tu panza.

ya llevabas 7 meses de embarazo, habían decidido no saber el género del bebé, así que seguían en la misión de buscar nombres.

— ¿como ah estado el pequeño hoy? — preguntó hablándole a tu panza.

— ¡ay! — sentiste un golpe en tu estómago — pateó.

Chifuyu sonrió — reconoce la voz de su papi.

— mhm, que envidia, ya no seré la única que te llame así — dijiste con una sonrisa pícara.

él posó su mirada de vuelta a tu cara y también río.

— no tienes porque estar celosa, hay dos personas que son las más importantes para mí en la vida, una, eres tú — dijo dándote un beso.

— ¿y la otra? — preguntaste curiosa.

— la otra está dentro de ti — está vez tú lo besaste.

el beso estaba subiendo de intensidad cuando volviste a sentir un golpe.

— ¡auch! ¿por qué me sigue patentado? — preguntaste.

Chifuyu puso su mano en tu abdomen y el bebé paró.

— ¿por qué nunca quiere que lo sienta patear? lleva 7 meses ahí y no eh sentido movimiento ni una sola vez — estaba decepciónado.

— no lo sé, pero es genial, nunca saques tus manos — te acostaste en la cama cerrando los ojos.

— yo no lo llamaría genial — empezó a hacerte cariño.

— oye y ¿cuando vienen los chicos? - preguntaste, relajándote en exeseso.

— como en una hora.

fué lo último que escuchaste, con el embarazo necesitabas más energía y por lo tanto, te quedabas dormida dónde fuera y cuando fuera.

era complicado, tenías hambre todo el tiempo, ganas de mear todo el tiempo, sueño todo el tiempo.
estabas tan hinchada que no te cabían los zapatos, no podías pararte sola (si estabas acostada), tus hormonas estaban a tope y los sostenes ya no te cabían — aunque de esa parte no te quejabas —.

One Shots Chifuyu Matsuno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora