Secreto de Cristal

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Capítulo 9:

1 hora y 42 minutos antes:

Después de que volvimos a casa, me quede viendo una película con los demás, pero, en si estaba con mi cabeza en otra parte, pensando en Matías, con quien hablaba, ese chico no me gusta nada, y se nota que tampoco le caigo muy bien a él.

Me voy a la cocina a buscar agua, y me encuentro a Guillermo hablando con Gastón de algo serio, cuando me vieron, se callaron, lo que me resultó extraño, cuando iba a volver a la sala, ellos me llamaron.

– ¿Qué piensas de Matías? –preguntó Gastón, apoyado en la mesada de la cocina.

¿Sinceramente? –dude y ellos asintieron– no he tenido tiempo de conocerlo, pero, desde la última vez que lo vi, pareciera que está tramando algo –le respondo directamente.

– Gastón asintió mirando a Guillermo– ¿podría contarte algo? pero, es un secreto y no puedes decirle a nadie, ¿ok?, esto incluye a Lola –me pidió y yo asentí no muy convencido.

Está bien –afirme y me senté en una de las banquetas de la cocina, escuche lo que ellos me dijeron, al principio no entendí muy bien, pero luego todas mis fichas comenzaban a encajar, todas las cosas que giraban en torno a ellas empezaban a encajar, el secreto que debía guardar era muy valioso y sé que prometí que no se lo diría, pero es muy difícil que lo contenga mucho tiempo– ¿por qué me lo cuentan a mí? –pregunte sin entender, porque confiaban tanto en mí, para contarme esto, la verdad que podrían no hacerlo, ya que soy un completo extraño, que llegó de la nada.

– Porque eres lo que mi querida Lola necesita, alguien que le ayude a superar sus miedos, alguien que de verdad la escuche –responde Guillermo, pareciera tener mucho aprecio por Lola, incluso he visto que la trata mejor que sus dos hermanos, poniendo una mano en mi hombro– Lola no había pronunciado ni una sola palabra hasta que llegaron ustedes, antes prefería vivir encerrada en su cuarto viendo la tele –agregó y luego vio a Gastón– las personas que deberían estar con Lola en estos momentos han decidido que es mejor dejarla en manos de sus hermanos mayores e irse lejos.

– Sonrió pensando en Lola, creo que puedo ver las cosas distintas ahora que sé todo, es ahí cuando recuerdo el daño que Matías, si de verdad ese tipo sabe lo que hace, debo decir que es un enfermo, creo que debo separar a Lola de Matías, antes de que sea tarde– creo que habría que separarla de ese bastardo –sugiero directamente, no puedo evitar ser así, miro a Gastón y él me mira decepcionado.

Ya lo he intentado, pero, veras que no ha funcionado –dice Guillermo.

– la palabra imposible, no existe en mi diccionario –comento seguro y me cruzo de brazos– ¿puedo decirles algo? –pregunto y ellos asienten– creo que deberían decirle a Lola, toda la verdad, porque puede ser peligroso para ella, esto que pasa con Matías es fruto también de este secreto –comentó con toda la honestidad que tengo, quizás no me quede mucho tiempo cerca de Lola, y tampoco la conozco tanto, pero en tan poco tiempo se ha vuelto alguien importante para mí, Gastón se levanta y antes de irse me mira, con furia.

Si le dices este secreto a mi hermana, te juro que te echo de aquí, a ti y a tus hermanos, no creo que quieras ver su cara cuando ya no estén más aquí ¿verdad? –me advierte enseñando su puño, y luego se va.

–Me estaba por marchar de la cocina, pero Guillermo me detiene, se asegura que Gastón se hallá ido– estoy de acuerdo contigo, yo tuve la misma discusión con Gastón, pero, creo que tarde o temprano deba enterarse –aclaró él, y yo asiento– si decides que es lo correcto decirle, cuentas con mi apoyo –aseguro con tono amable, colocando su mano en mi hombro y luego se va.

Más tarde, Lola había recibido una carta anónima, y fue cuando recordé la llamada de Matías, debe ser la nota que mandaría, yo estaba en su habitación porque la había escuchado cantar, cuando fue a prepararse, dejo la nota sobre su escritorio, tome la nota, no decía la dirección, ni tampoco, tenía nombre «Debo detener esto, ¡YA!» ese idiota solo quiere aprovecharse de ella, salgo antes de que ella termine, voy a fuera, y veo llegar un auto negro y amarillo, supuse que era un Taxi, porque claramente ahí decía TAXI en grande, me acerque a el conductor, para preguntarle a dónde se dirigía el auto, dándole de excusa, que era amigo de Matías y debía llevar una cosas, el chófer me la dio sin sospechar.

Cuando vi salir a Lola, intente decirle lo que podría pasar y como había previsto, no me creyó, fui a hablar con Guillermo, para que me ayude, a llegar hasta el lugar, él me contó que había escuchado algo parecido y por eso se había enojado con Lola, el día que la conocí.

El viaje fue un poco largo, «solo espero que no sea tarde» llegamos al lugar sin hacer ruido,estaba todo muy oscuro excepto por una luz naranja en medio de unos palés de madera y fue cuando vi un flash reflejándose en el fondo cerca de una de las cortinas, no se veía a la persona, pero no dudé en ir hasta ahí, pero cuando llegué no había nadie, cruzó las dos cortinas blancas y veo a...

El viaje fue un poco largo, «solo espero que no sea tarde» llegamos al lugar sin hacer ruido,estaba todo muy oscuro excepto por una luz naranja en medio de unos palés de madera y fue cuando vi un flash reflejándose en el fondo cerca de una de las ...

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