Yes, No, or Maybe?

Parte 18

10:23 p.m.

El espectáculo avanzaba sin problemas—todos estaban involucrados en la conversación, y hubo un intercambio de opiniones. Hasta ahora, sin errores importantes. El único problema en mi mente era la próxima pausa comercial.

No importa cúan acalorados se pusieran los argumentos, aún teníamos que pasar a los comerciales—eso es la transmición de TV. Pero este próximo comercial fue largo, registrando dos minutos y medio. Juzgue mal el momento y esto podría afectar la discusión o incluso costarnos espectadores. Pero ya llevábamos tres minutos de retraso, y me estaba quedando sin margen de maniobra. Nadie estaba mirado las tarjetas de referencia, y la frustración del gerente de piso era palpable. Necesitaba llevar la conversación a un buen punto de corte.

Supogo que tendré que hacer esto de la manera díficil. "Odio interrumpir, pero es hora de que nuestros patrocinadores digan algo."

Eso debería haber sido suficiente, pero desafortunadamente, no lo fue.

"¡Estamos teniendo una discusión muy importante en este momento!" uno de los líderes del grupo me contesto.

En términos de escaños en la cámara, su partido era una pequeña minoría, pero después de décadas trabajando en política, este hombre era lo suficientemente obstinado como para compensarlo. Todos me habían advertido de antemano que sería difícil tratar con él.

"Estamos tratando de hablar sobre aumentos de impuestos. Si no vas a contibuir a la conversación, ¡siéntate y cállate!"

¿No contribuir? ¿Con quién diablos crees que estás hablando? Inhalé muy levemente, para que las cámaras no lo captaran.

"Entiendo exactamente lo importante que es está discución," dijé. "La cosa, es que encuentro que tus comentarios son endebles en el mejor de los casos."

Uno de los otros invitados solto una risita. Eso relamente enfureció al tipo. "¿Le ruego me disculpe? ¡Entonces tal vez necesites investigar un poco!"

"¿Está usted seguro de eso? Puedo ser el anfitrión de este debate, pero al final del día, soy un ciudadano común; el día de las elecciones, voy a las urnas y emitó mi voto, como cualquier otra persona. Entonces como representante del pueblo, debo preguntar: ¿es la política de su partido, descartar cualquier opinión que no le guste alegando que proviene de un lugar de ignorancia?"

"¡Yo nunca dije eso!"

"Bueno entonces, ¿podría explicármelo? Antes de las elecciones, el manifiesto de su partido calificó estos aumentos de impuestos como 'inevitables.' Pero después de una disminución dramática en los escaños de la cámara, su posición oficial dio un giro de 180 grados. Para la persona promedio, parecería que diría cualquier cosa para seguir siendo elegido— ¿es correcto?"

"¡¿Disculpe?! ¡Encuentro esa noción extremadamente ofensiva!"

El estado de ánimo en la habitación ahora era peligrosamente tenso. Algunos d elos miembros del personal estaban abiertamete preocupados; Diablos, incluso yo estaba ligeramente aterrorizado por lo que había hecho. Solo estaba tratando de presionar para una pausa comercial, ¿y ahora esto? ¿Cómo se supone qué debía arreglarlo?

Y sin embargo, por alguna razón, me sentí emocionado en igual medida. ¡Míralo hiriviendo de rabia! ¡Esto sí que es buena television! ¡Las cámaras, deberían tomar un primer plano!

"Por todos los medios, explíqueme cómo es innecesario un aumento de impuestos," continué. "Es extremadamente improbable, posiblemente imposible, compensar el enorme déficit simplemente recortando la financiación de los servicios públicos. ¿No me cree? Basta con mirar la propuesta de presupuesto del próximo año—"

"¡He tenido suficiente de ti! ¡Me voy!"

El anciano se puso de pie en un salto, derribando su silla. Pero sabía que un solo segundo de vacilación me costaría mi victoria, así que inmediatamente me volví al asistente de dirección y le dije: "Alguien tráigale un osito de peluche y una manta."

¡Vamos! ¡Ahora!

Y en ese momento exacto, vi que el monitor cambiaba a un comercial de un refresco.

"¡Corte comercial!"

Uf. Me puse de pie y me incliné profundamente. "Lamento mucho lo que dije."

Al siguiente instante, los viejos políticos gruñones se echaron a reír.

"¡No te disculpes! ¡Lo tenías contra las cuerdas!"

"Sí, lo que el dijo. A ese viejo le encanta llamar la atención."

"¡Cuéntame sobre eso! ¡Se notaba que tiró su silla a proposito!"

"Los perritos siempre ladrán más fuerte. Y espectáculos de como estos son los únicos. Es hora de que alguien de su partido salga en la TV."

Había asumido que el hombre en cuestión me iba a molestar de nuevo, pero en lugar de eso, se quedó sentado con la cara roja y simplemente me saco la lengua. "De nada por los índices de audiencia," se burló. "Espero que me entreguen una botella de alcohol en mi oficina."

Bien jugado, señor. Tan frustrado como estaba, no pude evitar reírme mientras regresaba a mi asiento. "Me asegurare de decirle a mi productor."