"En caso de que te preguntes qué estaba haciendo aquí..."
No lo estaba, pero lo que sea.
"Estaba tratando de conseguir entradas para conciertos, ya sabes, del tipo que solo puedes conseguir llamando. ¿Y sabes cómo algunos de los télefonos aquí tienen prioridad inalámbrica o como se llame cuando tu llamada se coloca en espera? Bueno, pregunté y alguien me dijo que el teléfono en el SCR lo tenía habilitado, así que me cole y lo probé. ¡Efectivamente, lo logré en el primer intento! ¡Tengo mis boletos y todo! Así que dije '¡Diablos, si!' Pero luego escuche que la puerta se abría, así que entré en pánico."
No dije nada, solo me quedé allí y escuché. Ni siquiera asintió.
"Así que si, tengo dos boletos para ver a Mr. Children. ¿Quieres venir?"
De nuevo, no respondí. En cambio, escaneé lentamente la habitación.
"¿Buscas algo?"
"Un arma contundente."
"¿Qué?"
"Para que pueda matarte a golpes."
"¡Awww, vamos! ¡No quiero morir!"
"¡Crómpalo!"
Mi mente era un cóctel Molotov de pánico, arrepentimiento, y vergüenza y la voz de Tatsuki fue la chispa que lo encendió.
"¡AAARGH!" Me agarre el cabello con ambas manos y lo alboroté con frustración. No quería nada más que transformarme en Godzilla y aplastar todo el edificio bajo mis pies. "¿Por qué tú? ¡¿Por qué siempre eres tú?! ¡Dios, me haces enojar, pequeño mosquito desagradable! ¡Siempre rondando a mí alrededor! ¡Si tuviera un Death Note en este momento, escribiría tu maldito nombre en él!"
Si, leíste bien: había renunciado a cualquier esperanza de suavizar las cosas como Kunieda Kei, así que en su lugar le grité con mi voz natural. De acuerdo, solo porque había escuchado mi lado más idiota no significaba que había descubierto todo sobre mi vida personal... pero ahora que sabía cuan doble cara era yo, en lo que a mí respecta, se acabó el juego. A la mierda. Yo mismo volaré a America.
Tatsuki me miró fijamente, sus ojos redondeados como platos. "Santa mierda," susurró. Luego se hecho a reír. "¡Ja ja ja, oh Dios mío! ¡Eres un alborotador, Kunieda-san! ¡Una Death Note? ¡Mis costillas!"
No estaba tratando de burlarse de mí, realmente lo encontró divertido. Esto me confundió, ya que en realidad esperaba que él me gritara, o al menos retrocediera. Fruncí el ceño. "¿Qué diablos te pasa?"
"¡Debería preguntarte lo mismo!" respondió. Dado lo que había presenciado, no podía fingir que no tenía razón.
"Yo..."
"Nah, lo entiendo. Básicamente, actúas en público, ¿verdad?"
No aprecié que descartara mis diligentes esfuerzos como simplemente "hacer una actuación," pero sin embargo, asentí de mala gana.
"¡Hombre, eso es una locura! pero como, ¿por qué te molestarías? ¿No es agotador?"
"No es asunto tuyo. Puedo vivir mi vida como quiera."
"¡Oye hombre, no juzgo! De cualquier manera, tienes que hacerlo cuando las cámaras estén grabando, ¿verdad? Además, me gustan ambos lados tuyos."
"Ni siquiera has conocido mis dos lados."
"Mmm... aunque siento que si."
"¿Disculpa?" No seas ridículo, pequeña mierda.
"¿Conoces la historia de la entrevista de la que hablé el otro día? ¿Cuándo te coqueteé y te encogiste de hombres?"
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Yes, No, or Maybe?
Teen FictionKunieda Kei es un popular y joven presentador de televisión cuyas personalidades públicas y privadas son tan diferentes que podrían llamarse extremas. Yes Ka No Ka Hanbun Ka? | Traducción de la novela de Michi Ichiho | 13 de enero 2022 - 10 febrero...