❝In the forest❞ J. JK

Deep forest III ➳ 12

Jungkook comenzó a desear de sobremanera a Soojin. Sus grandes ojos se iluminaban de una forma totalmente forastera cada que la miraba ahí, indefensa, emanando placer por cada mísera fracción de su cuerpo, cada que su boca se abría para gemir y susurrar su nombre. Toda la lujuria había abandonado los pensamientos de Jungkook y ahora solo la admiraba y tenía un sentimiento más bien intenso, pasional y abstracto inclusive para su propio entendimiento, estaba tan enamorado de Soojin y quería que ella sintiera ese amor, pero no quería que huyera de él, no quería arruinar lo que tanto le gustaba.

— Quiero que esto dure para siempre. — murmuró con sus labios pegados a los de Soojin.

— Jungkook ...~— gimió mordiendo el labio inferior del muchacho, enrollando sus brazos al cuello de él, aferrándose fuerte, introduciendo su lengua dentro de la boca de aquel.

— Soojin. — solo pronunció aquello y dejó que un vasto de palabras se quedaran atoradas en su boca.

Después de haber estado así como por media hora, los dos aguantaban todavía un tanto, así que Jungkook la bajó y tomó bruscamente su cintura girándola sin cuidado, desconcertando a Soojin quien se quedó con sus brazos pegados a su pecho cuando no pudo abrazar al muchacho.

Inclinó el dorso de la muchacha, haciendo que quedara doblada viendo hacia ese tronco que pedía una tregua, él se inclinó igual, dirigiendo con una de sus manos su miembro hacia la feminidad de la chica, respirando en su espalda y besando sus omóplatos, el vello de la espalda de Soojin se erizaba y su piel se enchinaba al sentir el roce delicado de los labios de JungKook.

Se insertó una vez más en ella, comenzando un meneo parsimonioso, mordiendo la espalda de Soojin, solo pasando con cuidado sus dientes y besando cada uno de los lunares que emergían como lirios en plena radiactividad de Chernóbil.

Su respiración agitada se mezclaba con sus gemidos y gruñidos, tomándola de la cintura se irguió y comenzó a penetrarla con más fuerza. Halando su pelo en una coleta preguntó con esa voz ronca y masculina que a veces se le escapaba y arruinaba su imagen de baby boy: — ¿Te gusta? ¿Eh?

— Dios... no pares, ah~— gimió en alto en respuesta a la pregunta de Jungkook.

Azotó el culo de Soojin, le encantaba que la marca de sus manos se quedara ahí, señalando de rojo la pálida piel de Soojin y le era extremadamente placentero escuchar cómo se quejaba la muchacha entre gemidos.

El pequeño cuerpo de Soojin vibraba cada que Jungkook la penetraba, al fin su vagina se había acostumbrado a su tamaño y a su fricción sin condón y ahora únicamente era placer puro lo que sentía al estar follando con él, y en esa posición aún más. No estaba segura de cuánto tiempo aguantarían sus piernas pero ya estaba sorprendida con las veces que habían tenido relaciones, había superado su propia marca en un solo día, la anterior era de 2 veces en un solo día, la había marcado con un chico; ahora ya egresado de su universidad, llamado Chanyeol, con el que había perdido contacto tiempo después; y en lo que llevaba del segundo día de campamento ya habían follado 3 veces y el día todavía era joven, quien sabe y en la noche tendrían una cuarta ronda.

Jungkook era el único protagonista de todas las fantasías que deseaba cumplir, y eso le gustaba.

A medida que avanzaban los minutos y la respiración de Jungkook se hacía más audible, Soojin notó algo diferente con él. Hasta hace poco tenía la manía de comparar a todas las personas con las que mantenía relaciones sexuales, pero esta vez no, esta vez solo imaginaba las mil y una posiciones que se atrevía a hacer con Jeon y el único rostro que aparecía en sus más mórbidas fantasías era el de él; veía su rostro sudado, como aparecían arrugas en su nariz cada que comprimía su rostro en una expresión de esfuerzo, como sus clavículas brillaban por el sudor al igual que su bien trabajado abdomen, como las puntas de su cabello sudado caían por su frente y obstruían su mirada y como sus labios con un color rosado y húmedos buscaba su boca como pidiendo auxilio desesperadamente.