❝In the forest❞ J. JK

Malentendido I ➳ 15

Después de que la película estuviera en marcha un tiempo y los dos chicos se habían terminado su cerveza, ninguno de los dos supo cómo es que comenzaron a tener faje en aquel oscuro cuarto. Soojin se encontraba encima a horcajadas de Jungkook meneando su cadera y cintura, restregando su culo en la entrepierna del muchacho, mientras que aquél la sostenía de la cintura, apretaba un poco su piel con sus varoniles manos y besaba la boca de Soojin como queriéndola devorar. Sus respiraciones agitadas y gemidos comenzaban a hacerse audibles por encima del audio de la película de "El niño", una película de terror que quedo olvidada. Entre toqueteos Soojin desabrochó el cinturón del pantalón vaquero de Jungkook, y Jungkook subió su vestido hasta su cintura, exponiendo sus bragas tintas con encaje.

— Joder...— gimió el muchacho cuando sintió que su pene estaba comenzando a ponerse duro.

Tocando el culo de la muchacha por encima de aquellas bragas y notando las elegantes figuras que decoraban la prenda, amasó el trasero de Soojin mientras ella mordía su cuello y lamia las zonas más erógenas de aquella parte superior de su cuerpo.

Soojin decidió que era tiempo de deshacerse de la playera de Jungkook, así que, jalándola hacia arriba, descubrió el abdomen del muchacho y sus pectorales.

Las manos de Jungkook encontraron el oculto cierre del vestido de Soojin y comenzó a bajarlo mientras sentía como las manos de ella acariciaban su pecho y como sus labios se enredaban en un beso húmedo sintiendo lo esponjosos que eran y como su lengua jugaba con la de él. Estando a punto de bajar los tirantes del vestido de ella, el sonido de la puerta de su entrada lo alertó, haciendo que abriera sus ojos que se mantenían cerrados besándola y que los dos pararan abruptamente, mirándose entre la oscuridad.

La agitada voz de Soojin exclamó en un hilo de voz: — ¿Qué fue eso?

— Creo que llegó alguien. Mierda...— espetó el muchacho corriendo hacia un lado a Soojin, poniéndose de pie velozmente y tomando su camiseta del suelo. — ¡¿Mamá?!— gritó desde la puerta de la sala, esperanzado de que le contestara la masculina voz de su hermano.

— ¡Jungkook! — le respondió su madre desde el piso de abajo.

— Mierda...— susurró el muchacho asegurándose de que él fuera el único que escuchara su maldición.

Rápidamente se puso su playera y abrochó su pantalón, procurando que su erección no se notara y no pasara la mayor vergüenza de su vida frente a su madre.

— Ya vuelvo. — le dijo a Soojin, quien ya había abrochado nuevamente su vestido y lo había arreglado.

Bajó las escaleras y se encontró con su madre organizando las compras del supermercado que había realizado. Se acercó a ella y besó su mejilla siendo correspondido por ella.

— Hola, corazón, ¿me ayudas con esto? Por favor. — le dijo su madre dándole las cajas de cereal y los frascos que ocupaba subir a una de las alacenas.

El muchacho hizo lo que le indicó y exclamó velozmente: — Soojin está aquí, estábamos viendo una película.

— Oh ¿en serio? Ahorita les subo palomitas.

— No, mamá, ya comimos. Bueno, pues vuelvo con ella, si ocupas algo me hablas, bye. — besó la mejilla de su madre y subió apresurado por las escaleras.

Su madre lo miró alzando las cejas mientras hurgaba en las bolsas del mandado, poniendo una expresión de desaprobación exclamó: — Se que Soojin es buena niña, pero estaré subiendo cada 20 minutos. Ella no es el problema, el problema eres tú jovencito.

— Mamá. — espetó el muchacho haciendo berrinche.

— No quiero excusas. — sentenció la mujer mirando al muchacho dando a entender más de lo que había hablado.