Un sueño ➳ 20

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 Anoche habían estado platicando Seokjin, Namjoon y sus padres hasta las 12:30 sin medir el tiempo y cuando se dieron cuenta de la hora se despidieron de Namjoon dándole un fuerte abrazo. Seokjin se quedó platicando con él en la puerta por otro rato, quizá unos 15 o 20 minutos más y es que no quería que se fuera, toda la miel que había estado cultivando por todo ese tiempo en el que estuvieron juntos en secreto se derramaba a chorros. Cuando al fin lo dejo ir, no tuvo miedo de darle un beso a pesar de estar fuera de su casa, se sentía tan libre.

Soojin en cambio, había decidido dormirse temprano. Cuando aún Jin, Nam y sus padres estaban conversando Soojin estaba ya en su habitación preparándose para dormir.

El viernes por la mañana después de servir su lonchera Soojin y Seokjin subieron al auto del muchacho y se dirigieron a la universidad.

Sorprendentemente y estúpidamente Jungkook seguía ignorando los mensajes de Soojin, y la niña tampoco aprendía. El jueves envió 2 en la noche antes de irse a dormir.

"Jungkook"
"Kookie 🥺"

Después de enviarlos sintió como se quedaba sin dignidad, pero había algo en su cerebro que no la dejaba dormir tranquila desde aquel día que peleó con el muchacho y era literal. Cada maldita noche soñaba con las manos de Jungkook por todo su cuerpo, soñaba con su voz varonil diciendo su nombre y el olor del muchacho estaba tan impregnado en su cabeza que le era imposible olvidarlo, y sus labios, sus hermosos y perfectos labios siempre hacían una entrada triunfal en su sueño para despertarla de golpe e incomodarla y la noche anterior no había sido la excepción. Después de quedarse dormida, despertó al poco rato con el calor del cuerpo demasiado alto, sudando y con sus labios rojos; se quedó acostada mirando al techo y rozó con sus dedos sus labios recordando la sensación de los labios de Jungkook y una cosa, llevo a la otra. Soojin comenzó a tocarse sumergida en la obscuridad de su habitación en la madrugada, imaginando que era Jungkook quien la tocaba.

Sus ojeras eran un poco visibles cuando se topó con Seokjin esa mañana. Y llevaba así toda la puñetera semana, sin poder dormir en tranquilidad.

En el auto revisó su móvil, esperando, aunque sea un áspero "¿Qué quieres?" como respuesta, pero seguía sin haber algo. Y se rindió, desistió después de haber pasado las primeras dos clases en las nubes, analizando los pros y los contras, analizando lo mal que se estaba sintiendo con ella misma, sentimientos que preocuparían a cualquiera, se sentía insuficiente, que merecía ser ignorada y en la soledad completa a pesar de tener a Eunjoo, a su hermano y hasta Namjoon, y era por eso que había decidido no contarle a nadie acerca de su sentir.

Esa mañana su almuerzo quedo en su lonchera después de que se juntaron con ellos en el patio y que vio como Jungkook se reía junto con Taehyung mostrándole algo en su celular. La paranoia acudió a ella y pensó lo peor. Estaba afectada, muy afectada y no lo quería aceptar y simplemente lo estaba evadiendo.

Hoseok pasó por Yoongi esa mañana y observó como su mejor amigo sonreía con euforia, una sonrisa que tenía mucho tiempo sin ver.

—¿No quieres dar un vistazo antes de irnos? — exclamó Yoongi desde la ventanilla del auto.

Hoseok aceptó, feliz de que él iba a ser el primero en ver el departamento del muchacho, y debía aceptar que, desde fuera, el tercer balcón se veía genial. Subieron al complejo por el elevador, cada piso era para un solo departamento, y era bastante amplio, cuando entraron Hoseok si quedó maravillado, entrando se encontraba un pasillo que conducía a una amplia cocina, con su mesa en el centro y más atrás la sala, con un gran ventanal que ofrecía unas vistas laterales hermosas y una luminosidad perfecta; al lado de un espacio vacío Hoseok vislumbró el balcón que se veía de frente a la casa, piso de madera oscuro, sacada de Wengue; al lado de la cocina estaba una puerta, Yoongi lo invito a pasar para que echase un vistazo rápido y el pelinegro le comunicó que aquella era su habitación, con un ventana de dos plazas, una puerta al fondo de una esquina a la derecha que conducía a otro balcón, una alcoba muy amplia, con un tinte masculino de un hombre trabajador, las paredes grises y unas persianas en las ventanas que cubrían el sol, en la misma, un closet donde aún no había nada, pero era bastante amplio, una puerta que comunicaba al baño con colores grises bastante moderno y bonito; saliendo nuevamente le mostro un baño más, lo que sería el cuarto de lavado y otra habitación vacía, la cual Yoongi le mencionó que la convertiría en su estudio. De lado de la habitación de Yoongi había como un pequeño lote que usaban para parking, pero la vista que tenían ambos balcones de la ciudad era estupenda.

❝In the forest❞ J. JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora