DE LA GUERRA AL AMOR [SUPERCORP AU]

Capítulo 8: Rabia

Nota: Hola, me perdí por un rato, la verdad no tuve mucho tiempo, así que por eso no actualizaba...pero hey! Aquí esta otro capítulo...un poco corto, pero hay algo...

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See you! :)

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POV. Lex

Maldita Lena, como se atreve a atacarme en mi propiedad y encima de eso, llevarse mi mejor mercancía hasta ahora. Esa perra rubia era exquisita y ahora esta en las manos de mi "hermanita". Pero bueno, cree que lo voy a dejar pasar tan fácil, esta equivocada si piensa que no haré mi movimiento.

Señor -me interrumpe uno de mis lacayos.

¿Qué rayos quieres? -le pregunto enojado por haber irrumpido sin anunciarse en mi despacho.

Hemos localizado a Mike Mathews -me informa con terror en los ojos.

Excelente -me rio por esa jugosa información- Vigílenlo muy de cerca, no quiero que vuelvan a perderlo.

Esta bien señor -dice un poco aliviado, qué acaso cree que se irá sin su castigo.

Y joven Miles -le digo cuando esta casi en la puerta, obligándolo a girarse para verme.

¿Si señor? -me dice desconfiado y sabe bien qué es lo siguiente.

La próxima vez que entres en mi despacho sin anunciarte -le digo mientras me acerco lentamente a él y coloco mi mano sobre su hombro- Esto -le enseño una pequeña navaja que tengo en mi mano libre- Será el menor de tus problemas -le hago una cortada superficial en la mejilla izquierda y oigo como traga grueso.

Si señor -dice temblando, eso me excita, que la gente me tema.

Ahora retírate -le digo mientras me limpio las manos con toallas sanitizantes, odio tocar a estos cerdos- Y envíame también a una zorra -dije riendo- Hoy quiero desestresarme un poco.

Por supuesto -dice atemorizado mientras me da una reverencia por perdonarle la vida- Enseguida vendrá una mujer.

El tipo se va y yo regreso a mi escritorio, reviso nuevamente mis papeles. Son de las nuevas adquisiciones de Luthor Corp., así como algunos proyectos personales. Al parecer últimamente estamos por debajo de L'Corp, la empresa de mi hermanita; odio eso de sobremanera, como se atreve a querer sobrepasar a su hermano mayor, ella, que no es una Luthor completa, solo el producto de una aventurilla de mi padre.

Hola Lex -me habla una voz muy conocida para mi- ¿Hoy saldremos no?

Viejo amigo -me rio un poco por su típica actitud despreocupada- Te he dicho que debes tocar cuando llegues -me levante para darnos un abrazo rápido- Y por supuesto que saldremos, aunque primero tengo que descargar unas cuantas frustraciones.

¿Otra chica? -me pregunta un poco incomodo, sé que no le gusta como las trato, pero tampoco me obliga a cambiar quien soy- Sabes que no es correcto Lex.

No me importa -le digo restando importancia y volviendo a sentarme en mi escritorio- Mejor aún, te pido una -le ofrezco- O compartimos, no me molesta contigo.

Sabes que no Lex -sigue incomodo, en ocasiones creo que es gay, pero no me importa- Si quieres vengo más al rato que te descargues y de ahí nos vamos al partido.

Como quieras amigo -me rio- Pero algún día tendrás que aceptar mi oferta, tengo muy buena mercancía.

Lo pensaré -me dice mientras se va con una leve sonrisa- Nos vemos al rato Lex.

Adiós Clark -le digo de la misma manera.

De nuevo me quedé solo, pensando en cómo regresarle la jugada a Lena, la muy cabrona escribió su movimiento de ajedrez en mi pecho y no dejó que terminara el trabajo en aquella perra. Y hablando de perras, ya se tardó la que me va a entretener hoy.

Siento la tardanza -oigo una voz femenina al otro lado de la puerta mientras la tocan- ¿Puedo pasar?

Ya era hora -digo un poco molesto quitándome el saco- Pasa.

Si señor -esta mujer sabe bien a lo que viene, trae ropa provocativa, vaya ingenua eso no me interesa.

Cierra la puerta -le digo mientras me voy desabrochando la camisa- Y ponle seguro.

Si señor -veo que se mueve con miedo, eso es lo que realmente lo que me excita- ¿Ahora qué necesita?

Quítate todo -le exijo y su mirada sigue con miedo- Y no hables.

Ella me asiente con la cabeza, sabe bien que debe obedecer mis ordenes al pie de la letra, sino le irá mal. Pero parece que quiere pasarse de lista, ya que se esta desvistiendo con demasiada lentitud, así que me acerco para arrancarle el estúpido babydoll y luego su tonta braga de encaje negro.

Eres inútil -le digo golpeándola con una cachetada en la cara.

Oigo como solloza un poco en el suelo, no voltea a verme, pero veo como tiembla, esa es la reacción que quería.

Te dije que no quiero que hables -le pateo el abdomen- Y eso incluye tus estúpidos sollozos.

Ella esta temblando, es excelente sentir como todos te temen y saber que tienes el control. La verdad me interesa poco lo que pueda sentir esta gata, de todos modos, para eso está, para satisfacerme. Así que la penetro sin mas y ella se pone en extremo rígida, no me interesa eso, así que me comienzo a mover de forma salvaje y ella forcejea un poco conmigo, lo que hace que tenga que volver a golpearla para que se quede quieta, pero algo falta...

Esto no tiene sentido -digo mientras sigo embistiendo a esa prostituta.

Yo -intenta hablar la tipa, que se cree.

Te dije sin hablar -vuelvo a golpearla- Ya sé.

Me separé de ella para ir por mi corbata y mis calcetines. La amordacé con mis calcetines y la maniaté con mi corbata, en su cara veo el terror, sabe que no será muy placentero lo que haré y hace bien en temer, porque cuando me adentro de nuevo en ella no solo la embisto, sino que también la muerdo el cuerpo y la estrangulo con una de mis manos.

Si, se siente esto mejor -digo con un poco de agrado.

Luego de un buen rato penetrándola con gran fuerza, acabo dentro de ella. Demonios, como me habría gustado acabar en la rubiecilla esa, vaya que ese estúpido de Mike si tenia un buen pedazo de carne y el muy imbécil la vendió por su codicia. Y ahora que este con lena solo hace que sienta una rabia extrema por arrebatarme mis cosas.