Capítulo 15 Buenas noches

677 92 12
                                    

Nota: Hola de nuevo...hoy toca promoción 2x1...espero que lo disfruten y no olviden comentar, votar y compartir...por cierto, tal vez por un tiempo no publique nada por mi trabajo, estamos en cierre del segundo trimestre del ciclo escolar (cieeeerto...no lo sabían, pero soy docente de primaria), así que eso absorbe tiempo...cuídense mientras, y si pueden lean mis otras historias y fanfics...

See you! :)


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~




Nia, mi amor -le habla con delicadeza Kara luego de su desayuno- Debes prometer que ya no saldrás de aquí.

¿Por qué mami? -le pregunta confundida.

Te pueden hacer algo mi bebé -le acaricia tiernamente el rostro.

No soy un bebé -pone un pucherito la pequeña.

Para mi siempre lo serás -comienza a hacerle cosquillas a Nia.

Para la niña quedó en el olvido lo que había ocurrido el día anterior con la pelinegra, solo le interesaba ahora los dulces que podría conseguir de sus amigas y mentores, así como también cosas nuevas por aprender, tenia una mente en extremo curiosa y por ello era también querida por aquellos adultos.

¿De verdad tengo que llevar esto? -preguntó Lena a Sam al salir de la cocina.

Sabes que si Len -le respondió tranquilamente- Diste tu palabra y si algo me has recalcado -se pone en pose seria alzando una ceja y su dedo índice al aire- Un Luthor siempre cumple su palabra.

Odio cuando tuerces las cosas así -bufa por la mofa de su amiga mientras lleva una pequeña bolsita con dulce- Además, no creo que su madre le agrade que me acerque de nuevo a ella o a su hija.

Yo creo que empezaron con mal pie Len -le palmea levemente la espalda- Sabemos todos que la cagaste al hablarle así tanto a la chica como a su hija.

No me lo recuerdes -sintió su cuerpo vibrar- Me sorprendió demasiado el cómo se puso.

Se nota -sigue burlándose la morena- Pero, de todos modos, tú eres quien debe llevarle los dulces, ese fue el trato -le recordó a su amiga.

Solo espero que aquellas idiotas se queden calladas -opinó con molestia, refiriéndose a las otras mujeres que presenciaron el acto.

Tu sabes que no podrán quedarse calladas -la burla seguía mientras avanzaban por los pasillos de la mansión.

Lo que sea -se quejó Lena- Hagamos esto rápido.

Al entrar a la habitación de Kara y su hija se llevaron una sorpresa de ver a la mujer tendida en el suelo con una niña llorosa a su lado. Rápidamente los dulces quedaron a un lado para correr a revisar a la mujer, cosa que no pasó desapercibida por Sam, a quien también le tomó por sorpresa el actuar de su jefa.

¿Qué sucedió? -le preguntó con la voz más dulce que tenía y que nunca había usado en público.

No sé -sollozo la niña- De repente se cayó y está muy caliente.

¿Me permites checar a tu madre? -le preguntó lo más calmada posible al ver que la niña no la dejaba acercarse a su madre.

No -le respondió tajantemente con los ojos llenos de lágrimas- Tú quieres lastimarnos.

Por supuesto que no -afirmo Lena con calma, aunque por dentro se sintió miserable por escuchar esas palabras de la niña, por alguna extraña razón le afectaron demasiado- Prometo que no les haré nada y la palabra en mi familia es sagrada.

No te creo -la niña se paró relativamente decidida a proteger a su madre.

Ni...Niaagh -se escuchó un leve gemido de la mujer a espaldas de la niña.

¡Mami! -se volteó rápidamente la niña viendo como temblaba su mamá- Esta bien -nuevamente se fijó en Lena y Sam- Ayuden a mi mamá por favor -lloró la niña.

Te lo prometo -volvió a hablar Lena mientras cogía a Kara en brazos.

Ven Nia -la habló Sam a la pequeña- Es mejor que dejemos descansar a tu mami y que Witch la cuide.

¿Va a estar bien? -preguntó la niña temerosa.

Lo estará -habló Lena quien ya había acomodado a Kara en la cama y ahora la veía fijamente- Yo la cuidaré.

Esta bien -asintió la niña.

Sam y Nia salieron de la habitación, puesto que Sam sabía lo que haría Lena por las condiciones en que estaba Kara. Así que mejor decidió que la niña no tenia que ver como su madre era picada por agujas para que se recuperase más rápido.

Uff -suspiró Lena luego de que Psy le dejara algunas cosas de la pequeña clínica de su mansión- No deberías preocupar a tu hija de esa manera -hablaba al aire mientras le colocaba el suero- Debes alimentarte bien por ella -ahora le ponía algunos trozos de tela adhesiva para fijarlo- Sabes, tu niña me recuerda a alguien, pero no logro saber a quien -le confiesa la pelinegra a la mujer inconsciente- Bueno, esto te ayudará a bajar un poco la fiebre -le coloca algunos medicamentos a través del suero- Aunque creo que mejor sería que te coloque algunas compresas -dicho eso se levantó al baño donde cogió unas toallas y un traste con agua- Listo, así estará mejor -le colocó encima un paño mojado para reducir la fiebre- De verdad que no buscamos dañarlas, pero... -suspiró un poco la mujer que se estaba desahogando- Pero no sé como tratar a las personas que no son del medio y a decir verdad -soltó otro suspiro un poco más largo- No me gusta mucho esta vida, no tuve otra opción que seguir los mandatos de mi padre.

Al cabo de cuatro horas de estar pendiente de la rubia, cambiar sus sueros, poner algunas vitaminas, cambiar sus paños húmedos de la frente; la pelinegra sucumbió al cansancio, pues no había podido dormir más de dos o tres horas en los últimos tres días.

¿Nia? -hablo Kara en un pequeño susurro sintiéndose un poco débil y desorientada- ¿Qué pasó? -siguió hablando bajo e intento incorporarse, pero no pudo por un peso que se encontraba en su abdomen, sintiendo un calor familiar- ¿Qué rayos? -dijo al notar a cierta pelinegra dormida tranquilamente sobre ella- Así no parece tan mala, incluso se ve linda -dijo Kara con un leve sonrojo y una sonrisa antes de abofetearse mentalmente por pensar esas cosas que para nada iban con la situación- Ahora cómo te despierto sin que me mates -susurró Kara, pero se sentía aun cansada- Supongo que puedo dormir un poco más -admitió en voz baja, acomodándose nuevamente en la cama, poniendo una mano sobre los cabellos de la otra y dejándose inundar por esa calidez y calma que desprendía la mujer- Buenas noches, Witch -todo quedó en relativo silencio, salvo las respiraciones tranquilas de ambas mujeres.

DE LA GUERRA AL AMOR [SUPERCORP AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora