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Sus mejillas se llenaron de lágrimas, Jiang golpeó la mesa y soltó un gruñido para después salir de la habitación.
Se levantó del suelo mientras gimoteaba el nombre de Sizhui entre susurros, tragó grueso tratando de salir de la habitación.
Sus pasos eran torpes, su vista borrosa y su mente aturdida.
Cayó al suelo al tropezar con sus propios pies y soltó un quejido.
Escuchó la puerta abrirse y entró en pánico, más al ver a Sizhui entrar se tranquilizó.
Su mayor se acercó a él con un pequeño puchero en sus labios y se agachó a su altura, tomó su rostro y acarició sus mejillas.

—Puedo prohibirle la entrada a WanYin si deseas—, agregó en tono suave mientras otorgaba leves caricias al menor, quien negó.

—No es su culpa—, excusó mientras tomaba las manos de Sizhui entre las suyas—Es mía. Soy un inútil, ni siquiera puedo caminar correctamente y yo...—, fue callado por un suspiro por parte de Sizhui.

—No, no eres inútil, y no puedes caminar mientras lloras, es algo obvio—, bajó sus manos del rostro del menor y acarició las manos de éste—Sabes que no eres inútil, RuLan.

—Yo... Yo..–, gimoteo con la respiración agitada—Lo soy, Sizhi solo mírame, me veo asqueroso—, lamió sus manos y dejó un jadeo escapar.

—No, no te ves asqueroso, levántate—, se levantó del suelo aún sosteniendo sus manos y Rulan igualó su acción—¿Se ha secado tu cabello ya?—, preguntó mientras acariciaba las manos del menor, éste asintió—Bien, vamos a peinarte, ¿de acuerdo?

Comenzó a cepillar el cabello del menor con delicadeza mientras tarareaba una canción, el joven cerró los ojos y dejó escapar unas cuantas lágrimas.
Todo el tiempo sentía ganas de llorar, y su tío solía gritarle constantemente por estar llorando, aquello solo incrementaba su inestabilidad.
Pero con Sizhui era distinto, con él podía llorar.
Una vez que el mayor terminó le obligó a verlo, sostuvo su rostro entre sus manos y dejó un pequeño y corto beso en su frente.
Le sonrió y pasó su brazo por los hombros de Jin.

—Hace mucho no juegas con Hada, ¿quieres que la traiga?—, el chico negó ante sus palabras y jadeo—Está bien, ven, daremos un paseo por la cascada—, sacó su espada y tomó a la de Jin, sosteniendo ambas en una mano–Ve, iré detrás de ti.

El silencio gobernaba en todo el lugar, Jin salió del cuarto con miedo mientras miraba a ambos lados, detrás de él salió Sizhui, acomodando su diadema y tomando la muñeca de su menor.
Comenzaron a caminar en dirección a la cascada de Gusu, mientras eran observados por los mayores, el suave tacto de la mano de Sizhui sobre la suya le traía calma, pero también malos recuerdos cerró sus ojos y suspiró deteniendo su andar. Lan se detuvo de igual forma y lo miró confundido.

—Estoy bien—, excusó abriendo sus ojos nuevamente—No me mires así—, rogó ante la mirada preocupada de su mayor—No lo merezco.—, susurró lo último.

—Oh—, jadeo acercándose a él, soltó su mano y tomó su mentón—Mi jade, ¿de qué hablas?—, preguntó mientras pasaba sus manos por la cintura del menor, proporcionando seguridad y algo de calma.

—Me miras con... Preocupación.—, murmuró con su labio inferior temblando—No merezco eso.
Sizhui retuvo sus lágrimas ante las palabras del menor y lo abrazó, ignorando cualquier queja por parte de éste, lo abrazó. Cuando Jin no era capaz de ver su rostro, dejó escapar unas cuantas lágrimas, mordiendo su labio inferior en un intento de no hacer ruido mientras acariciaban la espalda de su menor.

—A‐Ling—, murmuró disimulando su voz rota—Sabes que no es cierto, mi niño, sabes que mereces cosas buenas.—, fingió un tono suave y estable mientras cerraba sus ojos con fuerza evitando el paso de las lágrimas, fallando en el intento, humedeciendo un poco sus mejillas.

—Por favor no mientas.—, pidió mientras mordía su labio inferior y dejaba salir las lágrimas en silencio, su voz estaba rota y sus mejillas húmedas—Sé que no es así, sé que merezco todo lo que me pasó y sé que es culpa mí..—, su mayor se alejó de golpe y fue callado por los labios de éste mismo, no mentiría lo anhelaba. Sus ojos se abrieron sorprendidos por un par de segundos mientras trataba de concentrarse únicamente en la persona delante de él, y no en lo que había pasado antes.
Pero era difícil, cerró los ojos disfrutando del tacto, correspondiendo torpemente a los movimientos ajenos, sintiendo como las lágrimas caían aún por las mejillas de ambos, haciendo el beso dulce y salado, con una pizca de tristeza.

Tras unos minutos se alejó del chico aún con los ojos cerrados, tardando unos segundos en abrirlos. Sizhui lo miraba de la misma forma, y por unos segundos los ojos del menor recobraron ese brillo que habían perdido.
Cubrió su rostro con ambas manos y rompió el llanto, el mayor lo abrazó preocupado de haber hecho algo mal, y comenzó a dar caricias en la espalda de éste.
El menor no hablaba, solo lloraba, y lo hacía con tanto dolor que Sizhui no pudo resistir mucho antes de empezar a llorar de igual forma.

—Lo siento—, se disculpó mientras abrazaba al menor y trataba de transmitirle algo de paz, llorando en silencio.

—A‐A‐Yuan...—, susurró con la voz rota mientras se aferraba a la túnica del mayor enterrando su rostro en el pecho de éste, aquel apodo había logrado hacerlo sentir peor.
Acarició su espalda mientras consolaba un poco a éste.

—Está bien, mi Jade—, susurró con los ojos cerrados—Estará bien..

 Save me ! - zhuiling [CONTINUACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora