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Varios días habían pasado de aquel pequeño incidente, días en que WanYin no dejaba de atormentar al chico de corta edad con preguntas poco favorables para el trauma en cuestión. Días es que Wei Ying no dejaba de interrogar a todos y cada uno de los sirvientes, una y otra vez. Días en que Sizhui estaba tratando de ayudar a su menor, quien solamente se resignaba a no salir más de la habitación.
Días en que Wangji, junto a JingYi, exploraban al rededor de LaLing para tratar de encontrar alguna pista del culpable. Intentar hablar con el alma seria inútil, puesto que la víctima y el victimario seguían con vida.

Un pesado suspiro escapó de los finos labios de Wei Ying, llevaba horas interrogando a ancianos y jóvenes, personas de edad media, e incluso a los jóvenes discípulos. Pero todos negaban haber visto algo.
Negó con suavidad y se levantó de la mesa, al girarse fue capaz de ver a su esposo con el rostro serio y un pequeño "lo siento" escrito en sus ojos, lamió sus labios y negó nuevamente.

—¿Nada?—, su mayor negó, era irritante tener que estar buscando a alguien del que no tenían ni una pizca—Vamos, debemos buscar a GuangYao—, la única respuesta que recibió fue un pequeño asentimiento, miró las puertas de Torre Koi y comenzó a caminar fuera de esta, bajando las escaleras con prisa.

Al pie de la gran Torre los esperaba un chico de edad media con su cabello recogido y un gran 'sombrero' ‐como Wei gustaba llamarle‐ color café demasiado oscuro. Empuñó sus manos al verlo y le dedicó una sonrisa a la joven pareja, en sus ojos se podía ver claramente cómo le fastidiaba la presencia de aquellos dos.

—Patriarca—, ese apodo nuevamente—¿Qué hace en LalingJin? ¿Ha venido consigo mi amado A‐Ling?—, no recibió respuesta, por lo cual sonrió. Se acercó al joven de negro y borró la sonrisa con lentitud—No va a obtener nada, dejen de tratar de lavarle el cerebro a Zewu‐Jun—, habló desviando su vista hasta WangJi, quien desenfundó su espada, dispuesto a atacar a su mayor—Controla a tu perro—, devolvió la vista a Wei, quien mordió su labio inferior tratando de no renegar, estaban en LalingJin y entraron a Torre Koi sin permiso alguno, por lo cual ofender no era una bella opción.

—Te buscaré un bozal, te quedaría bien uno—, ofendió Wuxian, recibió un pequeño "Wei Ying" como respuesta por parte de su pareja.

—Patriarca—, advirtió ladeando un poco su cabeza, Wei movió sus manos delante de su cara y simplemente rió acompañado de un pequeño jadeo.

—Está bien, sería un regalo, espero te guste tu bozal—, le sonrió al mayor y pasó por su lado dejándole con la boca abierta, Wangji no tomó importancia a la situación y restó atención a la presencia del joven líder.
Siguió a su pareja en profundo silencio mientras enfundaba nuevamente a Bichen.

Los pasos de ambos resonaban con fuerza, algo detrás de ellos les hizo girar, Yao estaba sobre el suelo mientras se apuñalaba a sí mismo con una espada, Wei chasqueó la lengua y tomó la mano de su pareja.
Yao les sonrió a lo lejos y soltó un amargo grito de desesperación.

—¡Ayuda!—, exclamó con amargura bajo la atenta mirada de la joven pareja—¡Es el patriarca, ayúdanme!—, vociferó nuevamente, los discípulos no tardaron en llegar, pasando de largo por Wuxian, yendo directamente a su líder.

—¡Líder Jin!—, escuchó hablar a uno de éstos, su desesperación era inmensa, pero la paciencia y confusión en Wei era mayor.

—¡Atrapen al patriarca, es su culpa!—, señaló uno de los jóvenes. Wuxian suspiró y miró a su pareja, quien en profundo silencio tomó el brazos al menor y caminó con tranquilidad.

La gente bajaba los largos escalones con prisa, cayendo unos cuantos en el intento.
Lan sacó a Wangji ‐su Guqin‐ y comenzó a tocar con una de sus manos, mientras que con la otra sostenía a su pareja.
JingYi salió de detrás de unos arbustos y desenfundó su espada, varios discípulos Lan igualaron su acción dejando a la pareja detrás de ellos.

—No les vamos a hacer daño—, expresó un discípulo—Solo queremos al patriarca.

—¡Wei Ying!—, faltó su respeto—¡Ven acá y da la cara!

—¡Wei WuXian! ¿Cómo te atreves a dañar a nuestro líder?—, gritó otro alzando su espada.

—¡Entreguen al patriarca!—, ordenó el más alto, quizá la segunda mano del líder.

—Sobre mi puto cadáver.—, soltó Wangji en un jadeo haciendo sorprender a los demás, incluso varios discípulos Lan lo miraron de reojo con sorpresa.
Sus palabras salieron tan afiladas y con tal determinación que hicieron temblar a los Jin—Matáme primero.—, ordenó bajando a Wei de sus brazos.

Los Jin se miraron entre sí antes de comenzar a correr escaleras a bajo, en dirección a los Lan, mientras gritaban y alzaban sus espadas.
Pronto habían olvidado a su líder dañado, pero poco les importaba en ese momento.
Un pequeña guerra se desató a plena luz del día, de mañana y bajo el cálido Sol.
Los ruidos de las espadas chocar entre sí y gritos ahogados de los cultivadores al ser atravesados.
Wangji tomó a Wei por los brazos y lo puso detrás de él, Ying frunció el ceño confundido—No mueras—, pidió en un susurro cortado, Ying le dio una cálida sonrisa y dejó un beso en su mejilla.
Tras ese pequeño acto Lan se giró y sacó su Guqin, comenzando a tocar con fuerza, haciendo a todos detenerse mientras arrastraba a los Jin lejos.
Los Lan enfundaron sus espadas y comenzaron a caminar alejándose de LalingJin, saliendo de las propiedades de aquel corrupto líder.

—Te digo que él es—, se quejó Wei mientras caminaba, a su lado iba un chico de cabellos largos y ojos miel, su entrecejo fruncido y su mandíbula tensa.

—No podemos culparlo así como así—, habló refunfuñando, un pequeño jadeo salió de los labios del menor.

—Lo sé, pero Rulan no nos dirá su nombre.—, espetó con dureza.

—Hanguang‐Jun, ¿por qué no le preguntamos a Sizhui?, él debe saber.—, sugirió JingYi colocándose entre los dos adultos.

Aquella idea pareció viable, miró el espeso bosque y suspiró nuevamente negando.
—No lo hará, no traicionaría su confianza así—, murmuró en tono bajo, extendió su mano derecha y acarició las hojas de los árboles y arbustos pequeños, siendo observado de re‐ojo por Wangji.

—Bueno, es cierto—, miró ahora a WangJi buscando respuestas—Podríamos simplemente preguntarle a RuLan, ¿no? Solo debemos hacer que entre en confianza—, les sonrió a ambos, Wangji detuvo su caminar, haciendo que todos pararan; dio pequeñas palmadas en el cabello de JingYi y volvió a retomar su camino.—¿Qué significa?—, miró con ilusión a su mayor Wei, quien lamió sus labios buscando respuestas en su esposo.

—Creo que te está diciendo "buen intento"—, dudó, su esposo dio un pequeño asentimiento y le hizo reír—Sí, eso quiso decir.

–¡Oh!—, exclamó el menor con emoción mientras daba un pequeño salto, disimulando este un poco y recobrando su postura—Bueno.

Una pequeña risa escapó de los labios de Wuxian, más se cortó al recodar el motivo del que estaba ahí en primera instancia.
Apagó su vista y lamió sus labios sujetando a Chenqing con molestia, la energía oscura del cultivo demoniaco rodeó su cuerpo en segundos.
Wangji notó esto y se desvió caminando hasta su pareja, tomó su mano sacándole de sus pensamientos, suspiró y siguió caminando de la mano con éste.

Lo averiguaré, tendré las pruebas, ¡y acabaré contigo, Meng Yao!—


 Save me ! - zhuiling [CONTINUACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora