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Terminó la última cucharada de su tazón y escuchó la puerta abrirse, se paralizó ante aquel sonido, más al ver a Wuxian fuera solo suspiró.
Bajó su vista al plato esperando que el mayor no se acercara tanto, pero al ver a éste caminar en su dirección retrocedió.
Wei se detuvo en seco ante esto y jadeo, dio un par de pasos hacia atrás y habló.

—Lo siento, no quería incomodarte—, aquellas palabras captaron la atención del menor, quien lo miró curioso—Jiang Cheng vino y quiere comer contigo, ¿nos acompañarías a...?

—No, no iré—, respondió de inmediato sentándose más atrás en la cama, se cubrió con la ropa exterior de Sizhui y se acurrucó en esta. Wei suspiró y lo intentó de nuevo.

—Debemos hablar sobre la persona que hizo esto, por favor, sal con nosotros. Solo queremos ayudarte—, pidió en tono suave, Jin lo pensó unos segundos y volvió a negar.
Los pasos de alguien entrando a la habitación le sobre saltaron, miró a la puerta y vio a Sizhui entrar, el mayor le sonrió y se acercó a él.

—Vamos, mi jade, iré contigo y no soltaré tu mano en ningún momento, cuando te sientas incómodo podrás esconderte detrás de mí, ¿sí?—, se sentó en la cama junto a él bajo la atenta mirada de Wei.
Jin asintió suavemente y miró a su tío.
No quería ir, tenía miedo de lo que los demás pensaran de él, pero al menos tenía a Sizhui a su lado—Vamos—, extendió su mano al menor, quien la tomó con suavidad y se levantó, antes de que diera un paso Sizhui lo detuvo—Debemos peinarte, ya te he bañado y tu cabello se ha secado, vamos—, se acercó a la mesa por un cepillo y volvió adonde el joven—Puede irse, maestro Wei, peinaré a Jin e iremos con ustedes.

Después de esas palabras el mayor de los tres salió en profundo silencio.
Lan le pidió a Jin sentarse en la cama dándole la espalda, orden que él obedeció. Comenzó a cepillar su cabello con tranquilidad mientras susurraba pequeñas cosas, Jin no se sentía digno de recoger su cabello, pero no quería que Yuan se enojase o algo así.

—¿Quieres ponerte algún adorno?—, habló mientras hacía coleta el cabello del menor, sellando ésta con una cinta. El menor negó—A‐Ling, sabes que no puedes depreciarte de este modo.—, regañó en tono suave y suspiró—No bajes tu valor a esto, sabes que no eres esto.

Jin guardó silencio mordiendo su labio, quizá y sí merecía usar su cabello recogido.
Asintió y señaló a un adorno color rojo intenso, algo largo y llamativo, Sizhui asintió y lo tomó emocionado terminando de peinar al menor.

—Levántate—, pidió, el menor se levantó y se paró frente a frente con Sizhui—Te ves muy lindo—, peinó el fleco del menor con cuidado y le sonrió—De acuerdo, ahora—, lo escaneó con la mirada, Jin se sintió inseguro y asqueroso de nuevo, hasta que escuchó la voz de su mayor—Te ves perfecto—, halagó con ternura y tomó la mano del menor—Vamos, iremos juntos.

Tras decir esto jaló de la mano del menor y comenzó a caminar a la puerta, siendo seguido por éste, Jin se sentía inseguro cuando salió, pero la cálida sonrisa de su mayor lo calmó un poco.
Caminaron por un par de minutos hasta llegar, estaba Jiang Cheng hablando con WangJi y JingYi, Wei Ying interrogaba a discípulos Jin y los Lan.
Todos se callaron y miraron a Jin cuando éste entró, apretó con fuerza la mano de Sizhui y retuvo sus lágrimas, el mayor notó esto y se colocó delante de él.

—Vuelvan a sus actividades, ya.

Después de aquella orden, todos volvieron a sus tareas dejando de lado la presencia del joven Jin.
Los dos caminaron hasta la mesa donde Jiang estaba y lo saludaron con una reverencia, el adulto observó a su sobrino haciendo que éste se sintiera juzgado.

—¿Quién fue? ¿Ah? ¡Dime quién fue!—, gritó levantándose de la mesa, Jin se encogió en su lugar y dejó escapar un pequeño jadeo, Sizhui notó como éste tenía sus ojos llenos de lagrimas, se colocó entre Jiang y Jin con el rostro serio.

—Silencio—, habló con firmeza sorprendiendo a los adultos, incluyendo a JingYi—Lo traje para que pudiera despejarse un poco, no para que le gritaran.

—¡Tú...!—, Jiang solamente golpeó la mesa. Los demás presentes se asombraron ante su atrevimiento, pero no objetaron nada.

—Siéntate, hablaré un poco con Wuxian y después iré contigo—, tras sus palabras, Jin se sentó en un lugar de los de atrás, Sizhui sonrió un poco y caminó a su progenitor—Debemos hablar sobre WanYin—, habló con firmeza mirando a su mayor, Wei asintió y suspiró—Debes decirle que deje de gritarle, hablarle mal, o forzarlo a hablar sobre eso.

—Lo sé, lo sé—, murmuró rendido, colocó sus manos sobre los hombros de su menor y suspiró de nuevo—Esta noche iremos a Laling, por favor cuida bien de él—, pidió, a lo que Sizhui asintió.

El sonido de la puerta abrirse llamó la atención de todos, girando su vista, incluyendo Jin Ling.
GuangYao entraba junto a Xichen, quien les sonreía a sus discípulos, Wei miró directamente al líder e hizo mala cara; padre e hijo giraron sus rostros a Jin, quien parecía aterrado.

Sin pensarlo mucho Sizhui se alejó de su padre y caminó a donde Jin, sentándose a su lado.
GuangYao logró divisarlo entre la gente y sonrió alegre acercándose a él.
Jin se alejó tropezando un poco con la cosas mientras dejaba caer lágrimas y le gritaba que se alejara, todos se confundieron un poco.
Pensaron que quizá y por el color de las túnicas, Jin lo confundía con su agresor.

—¡Sobrino!—, habló Yao feliz acercándose a su menor, Sizhui se colocó frente a Jin prohibiéndole el paso, lo que hizo enojar a Yao—Quítate de mi camino.

—Él no desea verte.

—He dicho, quítate de mi camino.—, la demás gente los miraba en silencio, con miedo de decir algo incorrecto.

—Y yo he dicho que él no desea verte.—, repitió tensando su mandíbula, Yao fingió una sonrisa y dejó escapar un suspiro.

—Está bien, discípulo—, aquellas palabras hicieron enojar tanto a Wei como a Lan—Deberías conocer tu lugar en el mundo de la cultivación.

—Meng Yao...—, advirtió en tono amenazante.

—¿Qué, hermano Wei? ¿Acaso he dicho algo incorrecto?

—¡Meng Yao!—, habló esta vez Wangji, sacando a Bichen.

—Cálmate, hermano—, interrumpió Xichen—Si el Joven Jin no desea verlo, lo sacaré, no necesitan pelear—, trató de calmar el asunto mientras tomaba el brazo de Yao, tirando de éste.

—Sacálo—, ordenó Wangji guardando su espada, Wei rodó los ojos y miró a sus dos menores, Jin no dejaba de llorar mientras era consolado por los brazos de su mayor Lan.

 Save me ! - zhuiling [CONTINUACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora