La voz se corrió con rapidez. Todos los discípulos que habían luchado codo a codo con la joven promesa Lan, habían ido a Gusu para apoyar en lo que pudieran con su sanación. Los líderes de los clanes no tardaron mucho en hacerse presentes también y en un par de días rebozaba de invitados.
La gente convivía con naturalidad, la mayoría recordando buenos momentos vividos durante la campaña Chū GuangYao.
Por otro lado, en el JinShi, bajo una seda de humo de incienso, descansaba el cuerpo del Joven Yuan. El Gran maestro Wei usaba su poder espiritual para tratar de remediar un poco el daño y desnutrición del joven. Si bien su núcleo dorado no estaba completo, era capaz de dar cada parte de sí para poder mantenerlo vivo.Escuchó las puertas del JinShi abrirse, no miró para ver de quién se trataba, solamente se mantuvo con los ojos cerrados mientras concentraba todo su poder.
—Wei Ying—. Escuchó la voz de su amado, cortó la transmisión y se giró a verlo. —Ve con WanYin, yo seguiré con esto—. WangJi se acercó a él con calma y dejó una pequeña caricia sobre su cabello, Wei Ying sonrió y se levantó. Dejó un beso sobre su mejilla y salió del JinShi.
—Hermano—. Escuchó a WanYin decir en cuanto salió. —¿Cómo ha estado Sizhui?—, se giró a verlo de reojo única y siguió caminando.
Desde que su pequeño se había encerrado ahí, ninguna persona que no fuera del Clan Lan se había preocupado por él, nadie a excepción de Nie Huaisang, era por eso que el famoso Socrates Chino se había vuelto cercano a él.
Ni siquiera su propio hermano había ido a ver qué tal estaba su sobrino, así que ahora, después de años, le parecía estúpido que viniera a preguntar. Simplemente lo evitó y siguió caminando, su joven sobrina esperaba por él. En algún lado.La hija de Xichen, tan joven, estaba especializada en la medicina. Creció mientras todos corrían preocupados por la salud de la Joven Promesa, así que su pasión por ayudar cada que el cuerpo de su primo se rendía la volvió una experta en la medicina tradicional.
Caminó hasta toparse con una montaña de gente con distintas túnicas, suspiró. Fue en dirección a las túnicas blancas, hechas de tela fúnebre, y buscó a la más pequeña de todas ahí.La joven Xi Mei. La pequeña era una joven idéntica a ambos Jades Lan. Con la apariencia de Xichen y la destreza de WangJi. Cuando la encontró se acercó a ella con una sonrisa y se arrodilló frente a la menor.
—Hola, Xi Mei. ¿Qué tal estás? ¿Descansaste?—, la pequeña se abalanzó sobre él y lo abrazó con fuerza.
—Hola, tío Wei—. Murmuró la Joven, los presentes se asombraron al notar la presencia del famoso cultivador demoníaco, quien había permanecido en las sombras después de la muerte de su sobrino y la locura de su propio hijo. —Dormí bien. ¿Sizhui‐Ge está bien? ¿No ha despertado?—, Wei Ying negó, cargó a la menor con cuidado y comenzó a caminar en dirección a los Nie. Entre túnicas carbón logró divisar al Joven cual Socrates.
—El tío Nie ha venido—. Habló en voz alta llamando la atención de Huaisang, la niña solamente se mantuvo callada en brazos de Wei.
—¡Hermano Wei!—, el líder Nie se acercó a ambos agitando su abanico con alegría. —¿Qué tal está la más hermosa de todos los clanes?—, pellizcó con ternura la mejilla de la menor sacándole una risa.
—¡Muy bien, tío Nie! —, sonrió con ternura. —¿Iremos todos a desayunar con Sizhui‐Ge?—, los dos mayores asintieron.
—Hermano—. Una voz detrás suyo susurró, se giraron a mirarlo viendo a un chico de túnicas moradas con expresión lastimera. —Wei Ying..—. El más joven de los mayores solamente sonrió y soltó una pequeña risa sin ganas.
—Lo siento, no te reconozco. Tenemos asuntos que atender así que agradecería que nos dejaras solos—. Pasaron los tres por a lado suyo sin mirarlo y se dirigieron al JinShi de nuevo.
Cuando Jin Ling murió, Wei Ying tomó el cargo de líder del Clan Jin a petición de la mayoría de los discípulos, puesto a que era hijo legítimo de Jin GuangShan, tío de Jin Ling y hermano de Jin ZiXuan. Aunque solamente fuese su cuerpo, la mitad de eso, era debido a Mo Xuan Yu.
—Hermano Wei. ¿No estarás siendo muy duro con WanYin?—, no respondió, se limitó a resoplar mientras acomodaba las túnicas de la menor ya que el viento las estaba desarreglando.
—¿Qué quieres comer hoy, Xi Mei? ¿Quieres que te prepare un delicioso arroz picante? Al estilo Yunmeng—. La niña asintió feliz.
—¡Sí! ¿Puedo comer un poco de pescado? A Yuan-Ge le encantará también, ¿no?—, los dos mayores asintieron. Entraron de nuevo al JinShi y dejaron a la menor sentada sobre la cama junto a WangJi, quien le hizo un lugar a su lado sin dejar de transferir su energía a su hijo.
—Iremos por el pescado, tu tío Nie y yo cazaremos un par y te prepararé el arroz. ¡Le diré a JingYi que ponga una gran olla!—, la niña los miró con una gran sonrisa y aplaudió emocionada.
Los dos líderes abandonaron el cuarto por la puerta trasera. No habían visto a XiChen en todo el día, pero suponían que esto se debía a la gran cantidad de discípulos externos en el lugar. Fueron al río de Gusu Lan, algo a las afueras y cazaron un rato. Consiguieron un par de pescados de gran tamaño y volvieron a Gusu, se dirigieron a la cocina donde el Joven JingYi los esperaba con una gran olla llena de arroz listo para ser condimentado.
—Gracias, JingYi—. Dio un pequeño golpe amistosos en el hombro del menor—. Ayúdame a cocinar estos pesados, Nie te ayudará—. Vio como los de túnicas fúnebres y carbón caminaban al gran horno para poder calentar esos pescados. Condimentó el arroz con algo sazón picante popular en Yunmeng. Lo sirvió en algunos platos y los juntó en una bandeja.
—Llevaré esto a WangJi y a Xi Mei y unos para nosotros, luego vendré por los pescados, comeremos juntos en el JinShi—. Se despidió con una reverencia en dirección a los chicos y salió del lugar rubo al JinShi.
Escuchó una gran conmoción que llamó su atención pero la ignoró para llegar a la habitación, cuando estuvo lo suficientemente cerca pudo ver como toda la gente estaba alborotada al rededor. Entró por la puerta trasera y dejó los platos a un lado, sintió como su cuerpo se debilitaba ante la escena frente a él.
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Save me ! - zhuiling [CONTINUACIÓN]
Fiksi Penggemar𝖭𝗈 𝖾𝗇𝗍𝗋𝖺𝗋 𝖾𝗌𝗍𝖺́ 𝖾𝗌𝖼𝗋𝗂𝗍𝗈 𝖾𝗇 𝗅𝖺 𝗉𝗎𝖾𝗋𝗍𝖺, ¿𝗉𝗈𝗋 𝗊𝗎𝖾́ 𝗇𝗈 𝗉𝗎𝖾𝖽𝖾𝗇 𝗌𝗂𝗆𝗉𝗅𝖾𝗆𝖾𝗇𝗍𝖾 𝗂𝗋𝗌𝖾 𝗍𝗈𝖽𝗈𝗌? 𝖤𝗑𝖼𝖾𝗉𝗍𝗈 𝗍𝗎́, 𝗍𝗎́ 𝗍𝖾 𝗉𝗎𝖾𝖽𝖾𝗌 𝗊𝗎𝖾𝖽𝖺𝗋. ─❀