Capitulo 7:El hogar de Akiro

37 6 19
                                    

¿Alguna vez los aturdieron con preguntas? Bueno eso estaba pasando justo ahora.
Se que es difícil de creer que tenga un amigo tan cercano, pero le hacen demasiadas preguntas a Akiro...

— Eres un chico lindo, ¿tienes novia? —preguntó mi abuela pellizcando las mejillas de hilo blanco—.

— Jeje...no señora —respondió él con amabilidad—.

Y le estaba tan agradecido que aun después de media hora de preguntas siguiera hablándole a abu con amabilidad.

— Un muchacho tan lindo seguro que debe tener a miles de chicas detrás de él.

Si abu, alimenta su ego...

— En realidad...soy gay. —soltó viendo directamente a mi abuela—.

Y ella volteó hacia mis sonriendo, ¿nos estaba relacionando como pareja? Mi abuela siempre fue alguien muy apegada a las creencias de la biblia, entonces siempre espere que si se encontraba con alguien no Hetero reaccionaría mal o empezaría a decirle que esas cosas eran del diablo. Que alivio que no es así.

— Nono abu, él y yo solo somos amigos, a mi me sigue gustando Saiko. —aclare tan rápido como pude sintiendo mis mejillas arder—.

Y por un momento los ojos de Akiro se apartaron de mí.

— Es una lástima, parecen complementarse tan bien —espetó abu y soltó las mejillas de Akiro, por fin—.

—...debo volver a casa, fue un gusto conocerlos señores Tendo. —mencionó viendo a mis padres y luego volteó a mi abuela.— También a usted señora.

— Llámame Gen.

Akiro le sonrió y se acercó a la puerta despidiéndose ya era tarde, faltaba poco para oscurecer, entonces vi a mi padre que me hizo una señal con la ceja de acompañar a hilo blanco.

— ¡Oye Akiro! Voy contigo —corrí hasta la puerta con él, le di un empujón haciéndolo salir y cerré la puerta—.

— No es necesario gatito curioso.

— Cállate o te golpeare el hombro.

— Gatito curioso y agresivo, ademas si vi que tu padre te dijo que lo hicieras. —asintió y comenzó a caminar— Las nubes están grises, parece que va a llover...deberías quedarte.

— O solo es un día nublado, no exageres Akiro. —hable caminando a su lado—.

— Luego no me digas que no te advertí... —puso los ojos en blanco mientras cruzaba una carretera—.

— Sisi ajá, ahora resulta que también eres señor del clima.

— Tal vez si. —jalo mi brazo porque un carro paso a prisas— Ten más cuidado.

Akiro observo aquel auto intentando leer las placas o reconocerlo tal vez, no sé muy bien, pero se le quedó viendo buscando algo.

Me sujetaba de la muñeca con su mano derecha y con la izquierda me sujetaba por lo hombros impidiendo que nos cayéramos cuando me jalo.

— Vamos gatito.

— Deja de llamarme gatito. —y me separé de él—.

Mi Destino Cambio De Color Donde viven las historias. Descúbrelo ahora