Habían pasado tres días desde entonces, abu se iba hoy, así así que mamá la llevo al aeropuerto, Yato había salido con su novia y papá en el trabajo, Akiro y yo no nos habíamos visto en estos días, aún así nos manteníamos en contacto gracias a Instagram, los hilos ya no eran visibles y el festival había acabado, pero yo seguía firme en recuperar a Saiko, así que había estado investigando cómo hacerlo, la mejor opción era una cita romántica, aunque no soy el mejor en eso así que mientras estaba en llamada con Akiro toque el tema.
— ¿Una cita romántica? —preguntó Akiro desde el otro lado de la llamada con un poco de burla.— ¿Sabes como la harás?
— Akiro, si lo supiera no te estaría llamando.
— Punto para ti, pero...
— ¿Pero? — me quede atento a cada sonido desde la llamada—.
— Mi mamá trabajo como organizadora de eventos un tiempo, entre ellos y en la sección de pequeños, están las citas románticas. —escuche cómo tecleaba algunas cosas.— Y yo la ayudaba, así que puedo ayudarte, pero no es gratis.
— ¿Qué es lo que quieres?
— Primero, qué gatito curioso me endulce la voz, y el precio lo discutiremos luego, ¿cuando puedes verme?
— Hoy no hay nadie en casa, puedes venir y lo hablamos mientras comemos palomitas. —mientras cerraba la computadora escuché como el se reía—.
— Gatito, eso de casa sola tiene otra forma de interpretarse — escuche algo metálico siendo levantado y supuse que eran llaves.— llego en 15, prepara las palomitas.
Y tan pronto como termino de decir eso colgó, deje el teléfono en mi cama bajando la computadora de mis piernas y levantándome para bajar las escaleras y llegar hasta la cocina.
Busque entre los platos ya que ahí escondía los sobres de palomitas para que Yato no los encontrara, saque uno con extra de mantequilla y lo puse en el microondas.Akiro y yo nos estábamos haciendo grandes amigos, tanto así que ya incluso habíamos quedado hasta la madrugada hablando en una ocasión, para mi eso es ser muy amigos, ya que normalmente mis llamadas duran 3 minutos.
Al escuchar el pop del microondas abrí la puerta y saqué las palomitas, algunas estaban quemadas pero igual las serví en el tazón.
Observaba la puerta con detenimiento esperando qué Hilo blanco llamara a la puerta, pero no lo hacía, ¿cuanto más pensaba tardarse? Revisando el celular noté que sólo habían pasado 5 minutos y su casa no está a la esquina.Me estaba cansando de esperar cuando escuché como tocaban la puerta por lo que corrí hasta ella y la abrí más rápido de lo que lo había hecho nunca, sin embargo no vi a Akiro, ahí estaba Nath sujetando su balón de Básquetbol.
— ¿Qué haces aquí?
— Akiro me dijo que viniera, al parecer porque conozco mucho a Saiko y sabré ayudarlos a que la recu... —comenzó a arrugar la nariz repetidas veces olfateando hasta llegar a la cocina— Huelo palomitas.
— ¡No son para ti! —corrí tras él pero al llegar a la cocina él ya se las estaba comiendo.—
Antes de poder regañar más a Nath por estar haciendo eso escuche la voz de Akiro desde la entrada.
— No deberías dejar la puerta abierta, gatito.
— Tú cállate Hilo blanco.
— Jajajaja, pensé que ya habíamos quedado en que me endulzarías tu tono. —dejó su casco en la mesita de la sala y caminó hasta mi.— ¿Y las palomitas?
— Sobre eso... —con el dedo índice de la mano derecha apunte a Nath—.
Él mostró el tazón y solo habían quedado las palomitas quemadas, que claramente, recibieron una muestra de desagrado por parte de hilo blanco.
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Mi Destino Cambio De Color
RomanceEn un mundo donde cada año hay un festival para saber que tan cerca estás de tu alma gemela o encontrarla. El festival de los hilos, donde el hilo rojo del destino es visible, donde puedes ver si la persona con la que estás conectaba esta cerca de t...