Capitulo 22: ¿Pandilla Deseos?

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Había una pistola apuntando directamente a mi cabeza, al inicio del día había tenido una cita con Akiro y ahora solo unas cuantas horas más tarde, mi vida estaba en riesgo.

— ¿Hermès? -la voz de Akiro resonaba en el lugar.

Era un lugar sin techo, como si se tratara de una explanada, lograba verse la luna, después de todo ya había anochecido o amanecido tal vez, no se cuantas horas han pasado ya, estuve todo este tiempo noqueado y al despertar Akiro estaba frente a mí golpeando gente, yo estaba amordazado y mis manos atadas en la espalda.

— Vamos Hermès, dispara.

Kindo estaba inspirando al chico que lucia verdaderamente nervioso, ante aquellas palabras el joven de rulos puso un poco más de firmeza en su agarre y apuntó a mi con más seriedad, aún sin dejar de estar nervioso, ante aquel movimiento Akiro se colocó frente a mi.

— Quítate.

—No.

— Akiro es su vida o la de la pandilla y mi familia entera.

— Entonces toma la mía, toma mi maldita vida y deja a todo en paz.

Pero esas palabras no eran para Hermès, eran para Kindo, su mirada estaba fija en él, Jason mantuvo seriedad por unos momentos poco después sonrió mientras asentía.

— Entonces que así sea.

Jason se acercó a Hermès y le quitó el arma, apuntó directo a la frente de Akiro.

— Si mueres, si me entregas tu vida, dejare a todos en paz.

Por un momento esperé que Akiro se retractara, pero no lo hizo, se mantuvo firme e incluso levantó la cabeza en forma de aceptación.

— Suéltalos y dispara.

Jason hizo una seña, sus hombres soltaron a la pandilla deseos, todos se pusieron de pie y en guardia, estaban listos para atacar.

— Quietos. -la voz de Akiro volvía a resonar en el lugar, la mantenía firme, para que supieran que era una orden de su jefe, no de su amigo— Váyanse de aquí, llévense a Keiko y no luchen.

11 de los integrantes de la pandilla bajaron sus manos, había uno que no, Jun.

— Jun, baja las manos, no vas a pelear o mi muerte sería en vano.

Nath observo a Akiro con preocupación, pero él no le regresó la mirada, eso había sido suficiente para entender, asintio y tomó los hombros de Jun, le susurró algo y finalmente logró que el de mechas azules cediera a las órdenes de Akiro.
La pandilla comenzó a dirigirse a la salida, los que venían con Nath la habían encontrado, y cuando Jun y Nath se acercaron a ayudarme Jason se aclaró la garganta.

— Junior, Nathaniel, dejen a Keiko.

Y eso pareció alertar a Akiro, logré notar como los músculos de su espalda se tensaban.

— Dijiste que los dejarías a todos, Kindo.

—Lo sé, simplemente quiero que Keiko vea cómo es que tu vida se acaba.

—...Entonces dispara y ya.

Y comenzó a reírse, Jason se estaba riendo.

— Ay no, Akiro, yo no seré quien acabe con tu vida.-pausó un momento y le lanzó el arma, Akiro la atrapó—Serás tú.

—¿Qué tonterías estás diciendo? -Nath siempre tan impertinente como siempre.

Akiro con el arma en mano asintió.

— Se un hombre de palabra Kindo. -y sin esperar más jaló el gatillo apuntando a su propia cabeza.

Cerré los ojos asustado, pero los abrí de inmediato al escuchar a Jason gritando que esto era una tontería.

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