Capítulo 16: El señor Kindo

22 6 23
                                    

Cuando desperté estaba envuelto en las sábanas, Akiro no estaba y la cabeza me dolía como la mierda, no recordaba cuanto bebí anoche.

— ¡Akiro!

Y la cabeza me dio una punzada.

— No te recomiendo gritar si eres borracho primerizo. —Akiro ya estaba parado en la puerta con una bandeja con comida—.

— Irte a la mierda.

Akiro negó y pasó poniendo la bandeja en mis piernas.

— Come.

— ¿Qué hora es?

— Las 7.

Mierda la escuela.

— ¡Vamos a llegar tarde!

— Keiko, hay eventos y ganamos la mayoría de los del día de ayer, tenemos "que descansar".

— ...Cierto, ¡ja! Les ganamos a las demás escuelas.

— Corres muy bien.

¿Ajá y eso de que me podría servir?

— Si algún día te siguen los perderías muy fácil.

— Akiro me das miedo.

Soltó una risilla para después ponerse pie y comenzar a cambiarse la pijama por el uniforme deportivo. Y yo...¡yo estoy desnudo!

— ¡Akiro!

— ¿Epa?

— ¡Me fajaste mientras dormía, maldito pervertido!

Akiro no aguanto y su risa fue más escandalosa.

— ¡No es para reír tonto!

— Gatito, no hicimos nada... aunque si querías.

¿Yo?

— ¡Mentira!

— ¿Alguna vez te eh mentido?

— No que yo sepa.

Y con eso termino de vestirse y ponerse otra banda para el cabello.

— ¿Me prestas un uniforme?

— Te quedan grandes, le pedí a mi hermana que fuera a tu casa por un uniforme tuyo.

— ¿Tú hermana?

— Sip.

¿Su hermana fue a mi casa? ¡Tonto hilo blanco!

— Ya llegó.

— ¿Como sabes?

— Escuche un maullido de gato.

— Yo no fui.

¿Qué dije? No soy un gato.

— Ella tiene un gato. — se puso de pie y caminó hasta la entrada de la casa—.

Después de 10 minutos Akiro volvió con la camisa blanca llena de pelo negro.

— El gato de mi hermana es cariñoso.

— Ajá.

— Jajajaja, gatito curioso, no voy a serte infiel, literalmente es un gato.

Le quite la ropa a Akiro y me fui a cambiarme al baño. Cuando salí la cama estaba acomodada.

—¿Eonje geuege malhalgeoya?

¿Están invocando un demonio?

—¿gajang jeog-eun sigan-eun eonjeibnikka?

Me acerqué a Akiro.

— ¿De que hablan?

— Oh, mi hermana quería conocerte.

Mi Destino Cambio De Color Donde viven las historias. Descúbrelo ahora