Mr. Hyden © +18

CAPITULO.16. Tú con el novio, yo con la novia.

Hoy aprendí que revelar tus sentimientos no es la opción, mostrarte vulnerable ante alguien es dejar expuesto tu botón de autodestrucción. Dolor, un gran y terrible dolor siente mi alma en estos momentos, todo esto me pasa por ser tan ingenuo porque Derek no es de las personas amables y aunque mi corazón se ha bondadoso ahora mismo solo quisiera viajar a tras y dejarlo en aquella fiesta.

Lo que creía que era una amistad termino siendo todo lo contrario.

Me muevo tembloroso con los ojos llorosos, abro la gaveta secreta de la cocina donde la abuela guarda el ron y saco una botella. No soy de los que toma alcohol, sin embargo necesito algo caliente que desate el nudo formado en mi garganta. Se escucha un fuerte portazo y empino la botella de ron en mi boca.

Saboreo el ácido sabor que me eriza la piel cada vez que tomo un sorbo. ¿Por qué tengo que ser tan débil? ¿Por qué no puedo ser más como Hyden?

Siempre he odiado que Mr. Hyden tome el control, pero a la hora de afrontar algo soy yo el que se esconde para que él pueda solucionarlo. Por más que lo desprecie Mr. Hyden es mi armadura, una que me ha protegido por bastante tiempo.

Subo a mi cuarto tropezando con cada obstáculo a mi paso, con los ojos llorosos y el corazón hecho trizas. Hoy no iré a la escuela, me encerrare en mi cuarto y no saldré hasta que el ron quite el amargo de mi corazón.

‹‹Embriagarte no solucionara nada››

‹‹déjame ayudarte››

― ¡NOOO! ―. Grito a todo pulmón.

Llevo las manos a ambos lados frontales de mi cabeza presionando con fuerza en un intento de suprimir las voces. No, no esta vez. Su ayuda es ponerme una armadura indestructible y yo quiero que las flechas sigan hiriéndome hasta que no quede nada de mí.

Doy trago tras trago, vaciando todo el contenido de la botella. Me voy de la realidad sucumbiéndome en un total delirio, la botella se me resbala de las manos y caigo a la cama de golpe.

había leído en una revista que los adolescentes se embriagan para sentirse alegres y felices, yo lo hago para olvidar y sentirme menos miserable.

Suprimo el llanto e intento ser fuerte, pero soy tan débil que las emociones me ganan y empiezo a perder la movilidad de mi propio cuerpo, la vista se me nubla mucho más que antes y poco a poco empiezo a perder la conciencia.

‹‹Descansa yo me encargo››

No... Yo... tengo que aguantarlo. Los ojos me pesan, parpadeo lento, estoy en un estado en el que no distingo la realidad.

No dejes que nadie más me hiera le hablo Hyden. Dejo salir las lágrimas que intente suprimir.

‹‹Nadie te lastimará otra vez, te lo prometo››

Derek...

‹‹Él se arrepentirá de todo lo que dijo››

Me dejé llevar por el cansancio y el dolor que me carcomía como hormigas. Cerré los ojos y cuando caí en la oscuridad no tuve miedo, porque Mr. Hyden hará lo que mejor sabe hacer en estas ocasiones:

Protegerme con su armadura dorada....

▲_▲_▲_▲­_▲

Si alguna vez quisieras llamar la atención en una escuela de niños follones y malcriados ¿Cuál lugar elegirías? Podría ser la cafetería o los pasillos de la escuela, pero la verdad es que si alguna vez quieres llamar la atención en Garfield solo tienes que hacer una entrada épica en sus parqueos. ¿Por qué? E s fácil y sencillo: antes de que suene el timbre y los pasillos se vuelvan los más transitados el parqueo es la mejor opción. Ahí los estudiantes se dividen en grupos basados en su popularidad, clase social y orientación sexual. Toman la posición de sus mejores autos.