"En la boca del lobo" (+18)

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Pasaron  cinco minutos desde que Halcon salió de la habitación dejandome sola en la rustica bañera de madera.
No podía creer que él había hecho toda su casa con sus manos.
Sin ayuda de nadie.
Y le había puesto mucho empeño incluso en los detalles.

Eso me hizo admirarlo un poco más.
A pesar de la vida horrorosa que había tenido que vivir en Mercile, aún tuvo fuerzas para salir adelante lograr algo a lo que todo el mundo aspira.
Su propia casa.

Estiro mi brazo nuevamente y esparzo en el agua de mi baño un polvo rojo que habia en un recipiente a mi costado.

Ciruelas..

Uso un poco pero no quería gastar tanto así que lo alejo de mi.
Esa cosa era adictiva.
Pero además de ese tenia algunos tipos de jabones y esponjas.
Una especialmente que capturó mi atención ya que parecía estar hecha de un material bastante resistente.

Con el pelo en su cuerpo era normal que el necesitará restregarse un poco.

Mientras pienso en estas observaciones la puerta suena con un golpe suave de sus nudillos.

- ¿ Necesitas algo ?- dice.

Que él estuviera tan al pendiente de mi me hacia sentir más ternura por él.
No recordaba a nadie preocupandose así, ni mirarme como si fuera la última mujer en la tierra.
Eso se sentía demasiado bien.

- Esta todo bien... espero que no te moleste que use tus jabones... huelen de maravilla.

Escucho su suspiro pesado del otro lado.

Eso significaba que estaba debatiéndose qué contestar.

Me pregunte que cosas estaría pensando.
¿ Entrar en el baño ?

Halcon era de carácter primitivo por lo que ella había podido ver.
Además no interactuaba con humanos desde hace años.
Tal vez yo fui la primera con la que tuvo contacto de luego de Mercile.

¿ estará obsesionado?

Mi cabeza dio vueltas con algunos pensamientos, sacándome de escena.

Necesito pedirle ayuda con la investigación.

Aunque apenas había pasado un día desde que pise la Reserva de las Nuevas Especies, mi misión era investigar el comportamiento de los machos, realizar un censo, podría decirse.
No se sabía que pasaba por estos lados.
Al parecer nadie quería adentrarse en estas tierras salvajes.

- Halcon... ¿Estás ahí?

Sólo escucho silencio por unos segundos.

- Sí. Quiero darte una toalla.

Oh.

Me levanto de la bañera sosteniendome con cuidado de no resbalar.
A pesar de ser de madera el fondo estaba muy bien pulido, y suave.

Por un instante paso por mi mente que tal vez él quería verme desnuda de nuevo, pero lo deseche.
No todo es sexo.

No?

Abro la puerta y su mirada intensa barre mi cuerpo resbaladizo de arriba a abajo.

Se veía bastante sexy deseoso por mi, así que decido molestarlo.

- Te vez muy sexy con tus brazaletes... y tu collar me hace pensar que eres un macho fuerte que puede protegerme de cualquier cosa.

No lo tenia antes pero él se puso un brazalete en cada brazo y un collar del cual colgaba un cuerno pequeño.
Eso me hizo pensar en el rey de los lobos o algo así.
Pero se veía demasiado sexy y caliente.

Nuevas especies - Halcon - (historia nueva)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora