—¿Que vas a hacer qué? — Zahir tomó un trago grande de brandy.—Me voy a casar con Liam James Payne Taylor —dijo Zayn con calma por segunda vez.
Estaban sentados en los sillones de orejeras del estudio de Zahir, con los pies en un escabel colocado entre ambos. Molly estaba arriba con los bebés.
Zahir lo miró con el ceño fruncido. —¿Y Liam sabe que vas a ser su futuro Alfa?
—Aún no.
Zahir pensó un momento en aquello. —¿Al menos has salido con él?
—Sí. Ayer estuvo aquí con su hijo. Brody montó al pequeño Amos y después hicimos una barbacoa y fuimos a nadar.
—¿Vinieron aquí? Yo no los vi.
—Porque Molly y tú habíais salido.
—Ya lo sé —gruñó Zahir.
—Hablas igual que el abuelo.
—No empieces — Zahir achicó los ojos y lo miró un momento—. Molly me dijo que le habías hecho preguntas sobre Liam, pero no pensé...
—¿Qué no pensaste?
—Vamos, Zayn. ¿Cuánto tiempo lleva en el pueblo? ¿Unos días?
—Mañana hará siete, y...
—Nunca habéis estado a solas, ¿verdad? —preguntó Zahir.
—Anoche estuvimos solos y hablamos. Hablamos durante horas.
—Con el niño allí.
—Brody estaba ocupado con el pony, con la piscina y con Simba.
—Vale. Está bien. Habéis salido una vez.
—¿Y qué?
—Bueno, tendrás que admitir que esto es muy repentino.
Zayn se encogió de hombros.
—Repentino o no, sé que quiero a Liam y a Brody en mi vida. Piensa en lo que te pasó a ti con Molly. Sabías que lo querías en tu vida desde el primer momento. Y no intentes convencerme de que no era así.
Zahir negó con la cabeza.
—No es lo mismo. Yo conocía a Molly de toda la vida, pero sólo empecé a verla de verdad cuando me enfureció y se presentó a la alcaldía.
Zayn levantó su copa en un gesto de saludo.
—Lo mismo me ha pasado a mí con Liam. Lo he conocido toda mi vida, pero no lo había visto hasta el sábado en la gasolinera, cuando llegó al pueblo.
—¿Toda tu vida? Has pasado un tercio de tu vida fuera de aquí y él también.
—¿Y adonde quieres ir a parar?
—Escucha. Sí, yo al fin me fijé en Molly y supe que la deseaba, pero no quise emparejarme oficialmente con ella hasta que me enteré de que estaba embarazada. Y no supe que la amaba con todo mi corazón hasta un poco después.
—Bueno, ésa es la diferencia entre tú y yo. Yo sé lo que quiero y sé que es amor.
Zahir tomó otro trago de brandy y frunció el ceño.
—Lo que quiero decirte es que el amor es un proceso y a mí me parece que tú te has saltado unos cuantos pasos.
—No estoy de acuerdo.
—Pero ni siquiera lo conoces. No es posible.
—Lo conozco. Lo conocí en cuanto lo vi el sábado pasado. Es mi futuro Omega.