El día de la boda amaneció brillante y soleado. El pronóstico del tiempo amenazaba con tormentas por la tarde, pero Landon declaró con ojos brillantes que el mal tiempo no se atrevería a arruinar el día más hermoso e importante de su vida.
La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de la familia Payne, y la ofició el pastor Partridge. Los invitados soltaron exclamaciones de admiración al ver el lugar, donde las lilas y las rosas mezcladas con hiedra y cintas de raso blanco adornaban casi todas las superficies. A lo largo del pasillo y en el altar había más flores en floreros altos.La iglesia estaba a rebosar. Cuando empezaron a sonar los primeros acordes de la marcha nupcial, no cabía ni un alma más.
Tres niñas Omegas con vestidos de raso verde y el pelo adornado con cintas y capullos de rosa bajaron por la alfombra blanca que habían extendido dos de los testigos del Alfa antes de que empezara la marcha nupcial. Las tres sonreían con timidez y transportaban cestas llenas de pétalos rosas y verdes que lanzaban por el pasillo a su paso.
A continuación iban las damas de honor de Landon, ocho Omegas amigas suyas con vestidos de seda color verde apio, cada una con un ramo de rosas y lilas. Las seguía Liam, en su calidad de padrino. Su traje era rosa palo y su ramo estaba formado por rosas blancas entrecruzadas de verde. Apenas había andado cinco pasos en dirección al grupo que esperaba en el altar cuando cometió el error de mirar a la derecha. Y allí estaba Zayn, en el sexto banco, con Zahir y Molly.
El Alfa le sostuvo la mirada y Liam estuvo a punto de tropezar, pero se recuperó al instante. Echó atrás los hombros y siguió su marcha lenta hacia el altar. El padrino Alfa le tomó la mano y lo acompañó a su puesto, al lado de él. La música sonó más alta y apareció Landon con un traje blanco como la nieve y un ramo hecho de lirios blancos, gardenias y rosas atado con perlas falsas. Un suspiro de admiración pareció brotar de todos al verlo. Era su momento y Landon sabía bien qué hacer con él.
En el camino, tenía ojos sólo para Dirk y, cuando al fin llegó a su altura, tendió su ramo a Liam y su prometido y él miraron al pastor. Empezó la ceremonia. Dirk vaciló un par de veces al pronunciar los votos. Aunque normalmente hablaba mucho, parecía acobardado por la solemnidad del momento. La voz de Landon, en cambio, sonó fuerte y clara, sin vacilaciones. Liam, a pesar de su determinación de no mirar, no pudo evitar girarse de nuevo hacia Zayn, en el sexto banco, donde lo esperaban los ojos del Alfa llenos de calor y esperanza.Y también promesas.
Lo miraba... como miraba Dirk a Landon y como Zahir miraba a Molly. Como si Liam fuera el único Omega en el mundo.
Increíble. Su sueño de tantos años atrás se había hecho realidad. Zayn Malik sólo lo miraba a él. Ahora lo veía. Él mismo se lo había dicho así al lado de la piscina. Lo veía y se interesaba por él. Y Liam tenía que reconocer que a él también le interesaba aquél Alfa. Era como un cuento de hadas hecho realidad. O lo habría sido... de no ser por el secreto y por su telaraña de mentiras.
Cuando los novios subieron a la limusina blanca que los llevaría al Club de Campo, se veían ya muchas nubes por el suroeste. La lluvia anunciada estaba en camino. Pero a la gente no le preocupaba nada el clima. El banquete tendría lugar en el comedor principal del Club de Campo y después habría baile hasta tarde en el salón adyacente. Una pequeña tormenta no iba a alterar el programa.
Zayn, que había salido de la iglesia primero, llegó al club mucho antes que los demás. Entregó las llaves del coche al mozo del aparcamiento y fue directo al comedor, donde había al menos cuarenta mesas redondas preparadas con manteles blancos, cristalería de bordes dorados y porcelana de china. En un extremo, sobre una plataforma, había una mesa rectangular montada para seis personas, los novios y los padres de ambos. Zayn supuso que Liam no se sentaría lejos de esa mesa.Y acertó. Encontró su tarjeta y la de Brody en la mesa de enfrente. A continuación empezó a buscar su lugar. Lo encontró diez minutos más tarde, justo en el centro del mar de mesas, con Molly y Zahir a su derecha. Tomó su tarjeta con el mayor descaro y la cambió por la de la persona que se sentaba a la izquierda de Liam. Una vez terminada su misión, se marchó al bar del club, donde pidió un whisky con hielo mientras esperaba la llegada de los demás invitados.