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La historia del tornado que había derrumbado el club de campo encima de trescientos invitados a una boda salió en la primera página del Abilene News Reporter y apareció también en el Dallas Morrting News, aunque no en primera página. Un periodista había hecho una foto de las ruinas del edificio derruido con un grupo de invitados supervivientes empapados y la foto pasó a las agencias de noticias y a través de ellas a periódicos de todo el país. La historia llegó incluso a la CNN y la MSNBC.

El sábado por la tarde, el doctor Jover dio el alta a Liam, quien, después de abrazar a su hijo y dejarse mimar un rato por su madre, se retiró a su habitación y llamó al Doble Z.

Contestó Miranda y le dijo que esperara un momento. Poco después le llegó la voz del Alfa.

—Hola, Liam —su voz sonaba distante, fría, peligrosamente educada—. ¿Cómo te encuentras?

—Mejor. Cada vez estoy mejor.

—Me alegro.

—Zayn... humm... ¡Ah! No sé por dónde empezar.

—¿Sí, Liam?

—Tenemos que hablar —anunció el Omega con voz temblorosa.

—Hablar —repuso el Alfa—. Sí, supongo que sí.

—Estoy en casa de mis padres. Quizá quieras venir y...

—¿Tener ahora esa conversación? —terminó Zayn en su lugar.

—Bueno, sí. Podemos...

—No —lo interrumpió el Alfa de nuevo—. Ahora no. Es mejor esperar.

Liam se llevó una mano a la cabeza vendada, que de pronto le dolía con furia.

—¿Esperar a qué? —se atrevió a preguntar.

—¿Cómo está tu cabeza? ¿Seguro que duele mucho?

—Sí, todavía me duele.

—Estaba seguro. Es mejor esperar un poco.

—¿Hasta cuándo?

—Hasta que te encuentres mejor. De hecho, supongo que querrás cancelar la cita que teníamos mañana. ¿Te acuerdas de esa cita?

—Claro que sí.

—Habla más alto. No te oigo.

—Sí me acuerdo —repitió Liam.

—Una cita para hablar de un asunto que me has ocultado durante once años, ¿verdad? —la voz de Zayn subió de volumen—. ¿Verdad?

—Verdad —repuso el Omega, tenso—. Sí. Para hablar de...

—Espera. Ahora no. Más adelante.

—¿Más adelante? —repitió Liam con tristeza.

—Sí.

—¿Cuándo?

—¡Oh, vamos! Tú has esperado tanto tiempo que no creo que ahora te vaya a importar esperar unos días más.

Liam se sentía cada vez más miserable.

—Sé que ya te ha contado Landon lo de aquella noche y creo que tienes que entender que...

—Quiero que estés fuerte cuando hable contigo.

—Zayn, por favor. Yo sólo...

—El jueves. Te llamaré el jueves y veremos cómo te va.

—Pero...

—Y entretanto, me gustaría ver a Brody. ¿Te importaría mucho?

—¿Ver a Brody? —no sabía por qué le sorprendía aquello, era normal que quisiera verlo.

El secreto de Liam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora