Park Jimin había amado con todo su corazón, lo había dado todo por aquel alfa que decía amarlo. Realmente creyó ciegamente en aquel hombre que le juro amor eterno, jamás hubiera pensado que moriría solo en una fría cama, sin nadie a su lado... bueno...
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Min Yoongi, tenía solo 25 años pero ya era el duque y mantenía bastante bien sus tierras. La mayoría del tiempo se quedaba en la mansión que tenía en la capital, pero sus tierras eran manejadas por sus hombres de confianza y siempre recibía informes sobre cómo iban, a veces le preguntaban cosas como nuevos planes para poder acabar con ciertos problemas y a veces simplemente eran noticias nuevas como que sus compañeros se casaron o tuvieron cachorros.
Sin embargo, su prioridad era la seguridad del imperio y por eso estaba ahí, leyendo el nuevo informe que le habían llevado.
Sería mentira si dijera que no le creyó a Park Jimin cuando le confesó haber leído cierta carta. Si él no tuviera una copia en uno de sus cajones, no podría creerle. Pero después de hablar con él, su curiosidad creció, porque no entendía como un omega tan lindo como aquel, quisiera mentir.
¿Por despecho?
No lo creía, tal vez no conocía al hijo menor de los Park, pero había hablado una que otra vez con el marques Park e incluso con su esposa. Sabía que eran buenas personas, según su tío el emperador, los marqueses le recordaban tanto a los Min.
Muchas veces se preguntó la razón, pero su tío simplemente decía que sus miradas eran similares. Los marqueses Park eran honestos y leales, tenían buenos principios por lo que creía fervientemente que sus hijos eran similares a ellos.
— Entonces fue el joven Park quien rompió el "compromiso" – murmuró
— Sí, legalmente su padre se negó a aceptarlo, pero según algunas personas que escucharon al señor Park hablar con el emperador, en realidad su hijo no quiso seguir con el compromiso pero ni él mismo supo la razón – explicó su mano derecha, el conde Jung Hoseok
— Pero el bastardo de Jong sigue declarando que fue él quien se cansó – continuó
— Sí, aunque es estúpido – suspiró con irritación – Primero simplemente hablaba de lo horrible que era tener al joven Park consigo, que era irritante e incluso llego a tacharlo de aprovechado
— Sí que es un bastardo – Min chasqueo la lengua – El joven Park está bastante limpio, no hay nada extraño
— Es un omega ejemplar, cualquiera lo quisiera como omega por su simple belleza, pero todas las pestes que Jong ha soltado, han hecho mella en su reputación – explicó
— Por eso en mi fiesta solo saludaba y se alejaba de las personas – murmuró
— ¿Sí? No lo sé, no lo vi aquella vez – negó
— Yo... solo lo vi por accidente – se encogió de hombros
— De cualquier manera, Jong es otra historia – explicó – Tiene muy mala fama en el hipódromo, al parecer apuesta demasiado y paga poco. Es su padre quien siempre lo saca de aprietos, además los informantes dicen que ha comenzado a apostar ilegalmente, ahora si le sumamos la correspondencia dudosa que ha mantenido con el "príncipe" Kim pues...
