Park Jimin había amado con todo su corazón, lo había dado todo por aquel alfa que decía amarlo. Realmente creyó ciegamente en aquel hombre que le juro amor eterno, jamás hubiera pensado que moriría solo en una fría cama, sin nadie a su lado... bueno...
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Jimin tomo la chalina que tenía sobre sus hombros y la lanzó a la cara de la omega, atrapo el brazo en donde tenía la daga y la hizo caer en contra del suelo. Con un par de golpes en el brazo la omega finalmente soltó la daga y Jimin la pateo lo más lejos posible, los caballeros rápidamente ayudaron a su señor, tomaron a la omega y amarraron sus manos fuertemente para que no pudiera soltarse.
— ¡Te odio, maldito bastardo! – exclamó Hyeli y Yoongi llegó justo a tiempo para ver el espectáculo de su omega
— Vaya, creo que me he enamorado un poco más – soltó al ver a su omega – pero ¡Jimin! No puedes caer así, ten cuidado por el bebé – lo regaño con un tono cariñoso
— Lo siento, Yoongi – suspiro cansado – Pero no quería que me hiciera daño
— Lo entiendo, cariño – asintió besando su frente – Ahora tú – señalo a Hyeli – Llévenla junto a su esposo, quedas sentenciada a muerte por el intento de asesinato al duque consorte y al heredero del ducado Min
Todos se sorprendieron por las noticias, pero los caballeros hicieron lo pedido. Yoongi abrazo con cariño a Jimin, aunque este se separó rápidamente tapándose la boca con las manos, rápidamente busco algún lugar para vomitar, encontrando un jarrón vacío.
Yoongi intentó acercarse pero Jimin sin siquiera verlo lo detuvo. Pasaron varios minutos en lo que Jimin se recomponía, bastante apenado se levantó tomando la toalla húmeda que un sirviente le tendía.
— Si vas a estar conmigo, tienes que bañarte, hueles a sangre y eso no parece gustarle a nuestro bebé – aclaró intentando calmarse
— Lo siento – se disculpó – Pero quería decirte que estoy bien, tu hermano y cuñado también lo están
— Me alegro – sonrió finalmente relajado - ¿Tienes que volver?
— Sí, tengo que darle mi informe al emperador y luego llevar a cabo la tarea – explicó
— Entiendo, ve con cuidado entonces, luego vienes directamente a bañarte – pidió con una mueca de asco – Lo siento pero no creo aguantar el olor de la sangre
— No te preocupes, si te sigues sintiendo mal, llama a Wheein ¿sí? Nos vemos – se despidió y aunque quiso besar a su omega, sabía que debía retirarse para evitarle malestares
Taehyung bajo en pijama, bastante desarreglado pero avergonzado por no haber protegido a su amigo, Hoseok le siguió detrás ya vestido con un traje. Ambos sentían que le habían fallado a Jimin pero él mismo los calmó diciéndoles que la culpa la tenía esa omega loca, pero que todo había salido bien.
Las noticias fueron bastante rápidas, todo el imperio se levantó con la noticia de que los rebeldes habían sido sentenciados y que cualquiera que hubiera estado involucrado, sería citado para darles una sentencia.
