Park Jimin había amado con todo su corazón, lo había dado todo por aquel alfa que decía amarlo. Realmente creyó ciegamente en aquel hombre que le juro amor eterno, jamás hubiera pensado que moriría solo en una fría cama, sin nadie a su lado... bueno...
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Jimin caminó a paso decidido hasta el salón en donde su mejor amigo lo esperaba, apenas habían pasado dos días desde que la pequeña luna de miel había terminado y, aunque tanto Yoongi como él se sintieran un poco aprensivos todavía, de cualquier manera habían comenzado a retomar sus quehaceres, de apoco.
Al menos Yoongi ya había podido pasar más tiempo en su propia oficina en el ducado y él mismo había podido pasear por el jardín durante un rato. Aun no era tiempo para él para tomar las obligaciones del ducado.
Si bien Yoongi se preocupaba por la mayor carga de trabajo del ducado, a Jimin le tocaba estar al tanto de la mansión e incluso revisar como estaban las otras mansiones. Era trabajo de Jimin estar codo a codo con el mayordomo y la jefa de sirvientes para cuidar todo lo que esté en la mansión, también revisar los reportes que llegaban mensualmente de las demás mansiones.
Era un trabajo para el que había estudiado, cualquiera estudia de manera básica el cómo administrar y a él no le fue extraño estudiar aquello, porque también había estudiado para administrar tierras.
Aunque quiso tomar rápidamente el control de todo, Yoongi le pidió que se tomara todo con calma, que explorara primero, que pensara en lo que le gustaba y lo que no, para que cuando comenzara a trabajar, pudiera cambiar todo aquello que no le gustaba. Además Jimin tendría que comenzar a preparar fiestas ocasionales, fiestas de té más que nada y otras fiestas más grandes que ayudarían a Yoongi.
No se sentía mal por tener ese tipo de trabajo, de hecho lo sentía bien. Jamás le había gustado tener grandes responsabilidades, eso era más de Seokjin, pero el estar a cargo de las mansiones estaba bien.
— Vaya, el nuevo duque consorte – bromeó Taehyung al verlo
— Oh, cállate – regaño con un gran sonrojo - ¿Cómo estás?
— Bien, bueno ni tanto. Mientras estabas en tu nidito de amor, yo tuve que ir a una fiesta de té – explicó
— ¿La fiesta de té de la hija de los Bae? – cuestionó curioso
— Sí, ella quería que te dijera esto "perdón duque consorte, no sabía que mi fiesta de té estaba mal ubicada en la fecha, de verdad me avergüenzo pero tenga seguridad que en la próxima usted será el primer invitado" – soltó imitando la voz de la chica e incluso su característica cara seria
— Tendré que invitarla a una fiesta de té también, de hecho debo planear una pronto – murmuró pensativo
— Puedo ayudarte si quieres – ofreció Taehyung – Sabes que mi hermano mayor se está haciendo cargo de todo lo que concierne al condado y a mí solo me toca encontrar un buen alfa con el cuál casarme – sonrió
— Bien, entonces te pediré que seas mi omega de compañía – pidió con las mejillas rojas
