Park Jimin había amado con todo su corazón, lo había dado todo por aquel alfa que decía amarlo. Realmente creyó ciegamente en aquel hombre que le juro amor eterno, jamás hubiera pensado que moriría solo en una fría cama, sin nadie a su lado... bueno...
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La sala parecía contener la respiración, nadie hablaba, ni siquiera susurraban, solo veían la confrontación entre el duque y el segundo hijo de un marques. Jimin al entender la atmosfera simplemente se soltó del agarre de Sung y volteo a ver a Yoongi, con una respetuosa reverencia saludó.
— Es un placer verle, Duque Min – saludó con una sonrisa
— Igualmente Joven Park – asintió con una pequeña sonrisa – Me preguntaba si deseaba bailar conmigo, una pieza
— Yo... - intentó voltear a ver a su familia pero ellos rápidamente se alejaron – Está bien, me gustaría
— Pero Jimin... - intentó detenerlo Sung
— Disculpe señor Jong, pero en este momento voy a bailar con el duque Min, así que si me disculpa
Ambos simplemente se alejaron de Sung, dejándolo con una clara mueca de molestia y los murmullos a su alrededor no tardaron en escucharse. Probablemente lo que pensaban ahora, sería que Jimin había dejado a su amor para escalar más alto y estar con el duque, seguramente muchos pensaban en él como un aprovechado.
Pero, sinceramente, no sería la primera vez que lo catalogan de esa manera. En ese tipo de sociedad no hay algo que pueda hacerte ver como alguien puro y bueno, nadie podía ser así. Porque de serlo, serías comido por cualquiera con malas intenciones, él fue así y el final fue claro.
— ¿Estás bien? – cuestionó Min una vez que estuvieron en el centro del salón
— Sí, ya esperaba que se acercará, aunque no lo esperaba tan pronto – murmuró comenzando a bailar
— ¿Lo esperabas? – cuestionó curioso
— Sí – asintió avergonzado
— ¿Era de lo que querías hablar hoy? – continuó
— Sí, Jong... – suspiró – Ha insistido demasiado, al principio pensé que era normal pero ahora – comentó observando de re ojo alrededor
Antes de que pudiera continuar, Yoongi tomo su mano y lo llevo hacia el balcón más cercano. Si alguien los observo, no se atrevió a decir algo. Simplemente ambos salieron al gran balcón y esperaron un momento, hasta estar seguros de que nadie los escucharía.
— ¿Qué sucedió? – cuestionó Yoongi con impaciencia
— Yo... el cumpleaños de mi padre se aproxima, así que decidí salir para comprar un regalo para él – explicó – Pero alguien me seguía, intenté perderlo tantas veces pero no pude y cuando estuvo a punto de atacarme, me encontré con Namjoon
— ¿Namjoon? – cuestionó
— Un guardia que está interesado en mi hermano, me encontré con él y de pronto quien me perseguía se fue – suspiró – Pensé que solo había sido una coincidencia, pero en la cena mi familia habló – explicó acercándose a la baranda
