Parte 51: Suegros

1.9K 209 17
                                    

Mi cuerpo ya no da más, puedo ver los rayos del sol entrando por la ventana, lo hemos hecho toda la noche y sin duda siento que me está devorando por la forma en la que mi cuerpo está lleno de mordidas y marcas de besos.

Su celo ha sido más fuerte esta vez, o al menos yo no recordaba que sea así, algo que de cierta manera es bueno, ya que me ha mantenido constantemente excitado, aunque al mismo tiempo es malo, ya que no hemos descansado y sin duda mi cuerpo está muy agotado.

Sus ojos siguen de un tono dorado, no sé cuánto más pueda soportar esto, aunque no puedo negar que me ha hecho sentir muy bien, incluso me ha puesto en posiciones muy comprometedoras que han logrado varios orgasmos de mi parte, incluso me lo ha hecho mientras estoy esposado y suplicando por más.

Allan sin duda me encanta, adoro pasar su celo juntos, aunque como estaba celoso las cosas han sido más duras, al menos para mí.

Ahora mismo quiero descansar, no sé cómo lo hice, pero logré convencerlo para ducharnos e intentar dormir, incluso cambiamos las sábanas que sin duda debíamos lavar más tarde, ya que estaban empapadas. Por mi parte decidí acomodarme boca abajo, era lo mejor para mi agotado cuerpo, aunque cuando pensé que podría dormir, sentí como se acomodaba detrás de mí y se abría espacio entre mis nalgas.

Creí que me penetraría otra vez, como aún permanecía en celo, su pene estaba duro, sin embargo, su lengua me sorprendió tras rozarse por mi agujero mientras creaba un nuevo desastre en mi cuerpo.

Como acababa de bañarme y limpiarme, me sentía un poco frustrado, ya que sabía perfectamente que tendría que volver a ducharme más tarde por la forma en la que me estaba humedeciendo.

Lo peor es que se sentía muy bien, no dudé en levantar mis caderas abriéndole más acceso y mientras suspiraba, él masajeaba mi entrepierna con su mano.

Quería parar, pero al mismo tiempo, no deseaba detenerme, aunque no me esperaba el hecho de que mordiera una zona de mi nalga derecha, lo que seguramente más tarde se volverá vergonzoso de ver.

–A-Amor... y-ya entendí... s-soy tuyo... así que deja de m-morder...–le pedí queriendo girarme para verlo a los ojos.

Se ve tan guapo entre mis piernas, no pude evitar sonreír al ver su mirada llena de deseo, además poco después me penetró creando un nuevo desastre en mi cuerpo.

–¡nnngh...! –gemí un poco fuerte– no tan rápido...–le pedí, pero en vez de obedecerme, aceleraba sus embestidas haciendo chocar el respaldar de la cama contra la pared– ah... m-mi amor... d-despertarás a...–logré decir antes de sentir como se hacía más grande– ah... ¿p-por qué te excita verme así...? –pregunté mientras trataba de cerrar mis piernas de forma inconsciente– s-si sigues así me harás otro hijo...–agregué envolviendo mis brazos alrededor de su cuello.

–Mío...–dijo acercando sus dientes a mi cuello– quiero estar más adentro de ti...–agregó empujando su pene más adentro.

–¡ahh...!– gemí clavando mis uñas en su espalda– harás que... que moje las sábanas...

–Hazlo...–me dijo mordiéndome– me gusta cuanto te mojas...–agregó.

–¡Ah...! ¡Aah...! –fui gimiendo mientras trataba de callar mis gemidos, por lo que terminé tapando mis labios con mis manos– ¡mmmh...!

–Eso es...–suspiró en mi oído mientras mi cuerpo se sentía raro, lo peor es que cuando pude darme cuenta, su pene se estaba hinchando, triplicando su tamaño o incluso más, algo que sin duda dolía, aunque al mismo tiempo, mi cuerpo templaba de placer.

Sabía que estaba ocurriendo, aunque cuando hicimos a Luther ambos estábamos en celo, no recuerdo que haya pasado esto, de hecho, pensaba que simplemente habíamos tenido la suerte de no pasar por esta situación, aunque ahora mismo, puedo sentir mi estómago pesado.

Cállate/Cállame BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora