Parte 59: Relájate

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Me voy a casar, esto es algo que jamás pensé que diría, tampoco creí que llegaría el día en el que me pondría un elegante traje de novio, pero supongo que la frase "Nunca digas nunca" aplica para este caso.

No pensaba casarme, la idea surgió debido al sueño que tuve aquella vez en el hospital, pero no renuncié a esa idea y tramité todos los temas legales para llevar a cabo nuestra boda.

A diferencia de Allan, yo lo tomaba como un trámite, pensaba en nuestra boda como algo que no necesariamente debía ser exagerado, más bien pensaba en algo discreto, no quería invitar a muchas personas, ni siquiera deseaba mencionárselo a mis padres, aunque si se lo mencionamos a los suyos.

Es curioso, no pensaba decírselo a ningún familiar, pero acabaron enterándose todos y por compromiso, Allan los aceptó en nuestra boda.

Era raro, me sentía incómodo, ya he perdido la cuenta de todas las veces que me han dicho "Sabía que tarde o tempano recapacitarías" y de cierta forma, me molestaba.

Mi familia estaba entrometiéndose, juzgaron toda la organización, ellos aseguraban que la boda debía ser más grande y que era necesaria más gente, ellos consideraban que, entre más gastáramos en la boda, mejor sería nuestro matrimonio.

Yo no concordaba con ellos, Allan es quien se estaba encargando de la fiesta y ceremonia, pero me sentía frustrado y el estrés me estaba comiendo vivo.

Por suerte sus padres actuaban de una forma más tranquila, ellos aceptaban nuestras ideas y nos proponían algunas modificaciones en ocasiones que sin duda eran acertadas, ellos tienen más experiencia que nosotros en este tema, por lo mismo, aceptábamos recomendaciones, pero mis padres iban a otro nivel.

"No me gusta el dorado"

"Las mesas deben ser cuadradas"

"Las bodas al exterior no son lo más adecuado para los invitados"

"Deben aumentar la iluminación"

"Es mejor que una niña lance los petalos"

"Los colores de sus trajes deben ser blancos o beige"

"Deberían comprar argollas nuevas"

"Aumenten la lista de invitados, una boda de 100 personas no es suficiente"

"Dame invitaciones, tu tía Marta quiere asistir a tu boda"

Lo último al principio me hizo reír, aquella "Tía Marta" ni siquiera era mi tía, además era una señora que criticaba peor que mis abuelas, incluso decía "No me lo tomes a mal, sólo soy sincera, pero..." y soltaba veneno hasta por los codos, es la clase de mujer que se excusa con "ser sincera" cuando en realidad, desea insultar a la gente.

Por lo mismo, desde un principio dije que no la deseaba en mi boda, tampoco deseaba más invitados de los que ya tenía previsto, pero en el día de mi boda, vi a mucha más gente de la que yo había invitado.

–Díganme por favor que mis padres no trajeron a más gente –les hablé a mis suegros, mientras que estos se miraban entre ellos sin saber qué decir.

Se supone que la ceremonia iniciará dentro de cinco minutos, por lo mismo, estaba terminando de alistarme cuando mis suegros hicieron aparición luego de oír a lo lejos cierto disturbio.

–No es necesario estresarnos innecesariamente, mejor hablémoslo después de la ceremonia– sugería Josh.

Yo lo miré, no dije nada, simplemente me dediqué a mirarlo fijamente a los ojos sin esperar a ser descortés ni nada parecido, pero conseguí que mis suegros se pusieran muy nerviosos e incluso parecían temerosos.

Cállate/Cállame BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora