Mi Crush Forever

3. La borrachera

Tiara Burgos

Sentía los ojos de Rocío constantemente sobre mi aunque ella también estaba concentrada en mostrarme cómo besaba y acariciaba a Tomás. Suspiré decepcionada a pesar de que pude notar que frecuentemente a él lo solía incomodar y la apartaba. Mi hermoso antiguo crush era un solitario empedernido, veía que la soledad le quedaba demasiado bien, sonreí al pensar en todas las mujeres que ha tenido pero simplemente verlo junto a Rocío aun me sorprendía.

Hablar con sus amigos era lo que quería hacer. Ese momento era el único que por su parte quería disfrutar y a pesar de eso se veía su extremada seriedad. Verla a Rocio entrometerse hasta incluso me daba pena por ella.

¿Acaso habían estado juntos desde secundaria?  ¿Porque nunca vi fotos en sus redes sociales de ellos juntos? Dudas que de repente me aturdian.

-Tiara, a tierra, trata de disimular- Dijo mi amiga haciendome entender entre bromas que debería dejar que mirar hacia ahí.

-No, no lo hago- Mire hacia ella con un sonrisa.

-Si, claro- Rodó los ojos- Iré a bailar- Asentí para dar un suspiro.

Ya sabía que yo no tendría que haber venido y eso era evidente. Evitar a Tomás era lo que simpre mejor me quedaba porque el miedo de tenerlo cerca era mucho más imprudente 

¿Pero acaso la suerte no entendía aquello? Estaba destinada a cruzarlo de alguna forma.

-¿Quieres?- Dijo Ethan acercándose a mí para ofrecerme una copa de champagne.

Asentí para tomarla entre manos. Ya era un par de copas la que aceptaba.

¿Acaso quieres hacer papelones Tiara? Y esa pregunta dejo de tener importancia cuando sentí en mi garganta aquel alcohol distintivo.

Simplemente éramos Ethan y yo junto a aquella gente desconocida. Bebí otro sorbo acabando la copa.

-¿Queres ir a bailar?- Tome coraje mirando que Ethan solo asintio para pararse con una gran sonrisa y extenderme su mano.

Sonreí y tomó mis manos entre las suyas y una tonta sonrisa se dibujó en su rostro. Se acercó tomando mi cintura para bailar aquel remix que sonaba Needy de Ariana Grande. Estaba acostumbrada a bailar con Ethan, lo hacíamos frecuentemente en el trabajo, sentía como la cotidianidad estremecía mi subconsciente.

-Luces preciosa- Menciono Ethan en mi oido y no entendia porque de repente mi amigo era tan cordial.

Sentí sus manos subir para acariciar mis hombros. Me sobresalte un poco cuando se acerco para rosar sus labios en la comisura de los míos. Me aparte entendiendo que pretendía besarme. Ahora sabía que él estaba dispuesto a verme de otra manera, por eso me había presentado delante de todos de una forma especial y me sentía avergonzada porque yo no lo veía igual.

-Ethan, ¿Siempre me has visto de esa forma?- Lo mire y sentí su necesidad de besarme constantemente.

-Desde que te conoci- Suspiro- ¿Quieres ir a otro lado menos ruidoso?- Susurro a mi oído y asentí para seguirlo entre el tumulto de gente que tuve que pasar hasta llegar a las escaleras.

Él estaba igual de ebrio que yo y lo note por como se tambaleó un par de veces. Al llegar hasta arriba en una habitación apartada y percibir que la música se escuchaba menos se acercó y entendí que debía de decirle que no lo veía de esa forma.

-Ethan- Tomó mis manos y solo acepte su contacto.

-¿Me dirás que no me ves de la forma que yo lo hago?- Asentí- Solo dame una oportunidad- Sujetó suavemente mi rostro para ponerlo en frente del suyo.

Senti su respiracion acelerada, el olor a alcohol de ambos que se mezclaba, junto con el olor a cigarrillos que se nos había pegado en el tumulto de gente. Sentí sus suaves labios besar los míos ligeramente, al cerrar los ojos imagine a Tomás Herrera... Sí, pensé en lo bonito que sería esta fiesta si estuviera con él, hasta ebria no podía dejar de pensar en él. Al reaccionar de nuevo tenía a Ethan besando mi cuello y me percate que era él.

-No- Dije apartandolo.

-Tiara, tengo sueño- Se refregó los ojos para arrojarse sentado en el sofá que estaba a unos pasos de nosotros.

Tomas Herrera

Soportar a Rocio se me hacía tedioso, ¿Acaso no entendía que no la queria mas? ¿Acaso no le era evidente que no la deseaba más? Es que ella había decidido hace tiempo creer que nada de eso era verdad porque simplemente continuaba entrometida en mi vida. Suspire agobiado por los problemas con los tenía que lidiar, el trabajo y la vida personal no se me resultaban nada bien. 

Aquella corbata era demasiado ajustada y es algo más que simplemente una metáfora.

Subí las escaleras para ir a recostarme a mi cuarto cuando en el pasillo veo a la misma joven que minutos atrás había subido con Ethan. Aquella chica tan introvertida que colmó mi dia. Mirarla me hacía recordar a la secundaria y aquellos momentos repletos de despreocupaciones. Por alguna razón entendía que ella junto con su timidez resaltaba, era demasiado frágil, era demasiado sexy también... Pero ahora sabía que mi amigo tenia interes por ella.

Verla sentada en el suelo, escondiendo su rostro entre sus piernas mientras lloraba, me hizo entender que era aún mucho más frágil de lo que imaginaba. Esa chica que merodeaba por mi cabeza era... ¿Diferente?

En otros momento no le hubiera dado importancia, pero la recordaba aún, el paso de la secundaria dejó recuerdos de ella. Sus anteojos, aquel cabello frecuentemente desorganizado y una sonrisa vergonzosa eran suficientes para que sea diferente y que logre destacarse en mis ojos.

-¿Porque lloras?- Dije al acercarme dando un suspiro y al levantar su rostro para mirarme noté que el alcohol había hecho estragos en ella.

-No lloro- Se secó sus lágrimas rápidamente para levantarse y acomodar su ropa- Siga su camino su alteza- Me apunto al pasillo para que continuara pero solo negué.

-¿Porque siempre has sido tan frágil Tiara?- Note sorpresa en su rostro y por alguna razón sabía que le hacía raro que dijera su nombre.

-¿Porque siempre has sido tan hermoso?- Sonrió para sujetar su cabeza a lo que me acerque para evitar que se cayera.

Suspiré sabiendo que debía de encargarme de ella. No podía dejarla en este estado y muchos menos dejar que se valla a su casa. Aunque en otros momentos no hubiera hecho lo mismo. No vi a Ethan por ningun lado asi que lo único que quedaba era llevármela a mi habitación. Suspiré sabiendo que no solía llevar mujeres a mi habitación privada y entendí que debía de romper esa regla teniendo una excepción. 

-La ciencia... Es una mentira humana- Balbuceo- Tu rostro es hermoso... ¿Acaso estoy en el cielo? Veo angeles- Me miró con los ojos entrecerrados mientras no dejaba de decir incoherencias. 

La lleve alzada entre mis brazos y no pude evitar, al escucharla decir aquello, soltar una sonrisa. Sus elocuencias de repente me divertían.