Tiara Burgos
-Envido- Dijo teniendome acorralada en aquellas ultimas lineas.
Tenía que aceptar su pedido. De todas formas perdería. Y este hombre que estaba delante mio ya sabia exactamente que me humillaria.
-Quiero- Dije para dar un suspiro fuerte.
-Treinta y uno- Sonrió maliciosamente mientras me mostraba sus cartas y eso remarcaba mi contundente derrota.
Para ser honesta había sido una partida discutida. De hecho ese últimas líneas estábamos empatando. Pero no fue suficiente y sentía la derrota.
-No te estreses- Se paro delante mio y puso calmadamente sus manos en los bolsillos- Quizás eso de pasar una noche contigo, decírtelo así, fue demasiado precipitado... Para demostrarte que no soy tan malo te daré la oportunidad de que me hagas una pregunta de las dos que me querías hacer. Teniendo en cuenta que eres una buena jugadora, mejor de lo que creía- Rodé los ojos para levantarme y caminar lentamente para mirar en el balcón aquella torre de nuevo.
Se puso junto a mi he hizo lo mismo.
-Quería ganarte. De verdad que lo quería. No sería justo que...- Y levanté la mirada para saber exactamente lo que enfatizaría- ¿Me dirás que lo justo no existe?- Sonrió y noté que por primera vez no estaba fingiendo.
Estaba junto a un Tomas mas relajado, no tenia maldad alguna, simplemente era un él que jamás hubiera imaginado. Lo supe despues tambien.
-Hay cosas en las que no creo pero por alguna razón estoy pensando en que me equivoque contigo- Frunció el ceño sin entender sus repentinas palabras- Creo que te debo una disculpas.
-¿Porque?- No pude evitar esa pregunta que se escapo entre mis labios.
-Porque ahora sé que no eres una mujer interesada, se que no buscas algo a cambio, que no sales con el señor Montes- Y aquella pregunta que en mi mente tenia se me plantó de nuevo en mi cabeza.
¿Que era por lo que este hombre se estaba disculpando? ¿Porque estaba dando por sentado algo que hace días aseguraba con certeza?
-¿Como sabes eso?- Lo acorrale directamente con esa pregunta y por primera vez noté a un Tomás incomodo- Se que no queres que sepa algo, me enteré, ¿Me puedes decir que es?
Aquella ideas de mi cabeza fueron interrumpidas por aquella aproximación que rompió con mi barrera. Se acerco impulsivamente para besarme. Evadio la pregunta y yo solo continúe con su cometido sin decir mas.
Me concentre en eso y repentinamente nada era importante. Devorarnos era la forma de ignorancia mas interesante de todas. Recordaba mis reclamos pero ya no me importaban. En este momento no me importaban.
Su intensidad me decía que ganar el juego se le fue necesario, lo quería con todas sus ganas. Yo simplemente ahí, sin negarme y continuando. Una de sus manos acarició mi rostro sin dejar de besarme y yo por impulso subí las mías hasta su cabello.
-¿Porque no me respondes?- Dije torpemente sin poder olvidar mi pregunta y sus labios besaron ligeramente mi mentón.
-No puedo Tiara. No puedo responderte- Trazo pequeños besos hasta llegar al lóbulo de mi oreja.
-¿Acaso es muy malo lo que no tengo que saber?- Trago saliva y sentí un pequeño gruñido.
Dejo la necesidad de seguir besandome para tomar mi rostro entre sus manos. Ojos con ojos. Su mirada estaba tan cerca que me hacía saber que lo que me diría se le era importante.
-Tiara, digan lo que te digan. Hagan creer lo que te hagan creer. Tienes que saber que me interesas de una forma diferente, que eres esa niña con el diario inocente, que desde el primer moment en que te presentaste en esa oficina no te acepte no porque no tengas la capacidad para superarme... Sino porque creí que era igual que todos- Y sus ojos esperaban que le digan algo a un Tomás que parecía tan diferente al que mostraba delante de las demás personas.

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Mi Crush Forever
RomanceTiara ha guardado la sonrisa de Tomás Herrera por mucho tiempo en fotos que tiene en su celular. No ha tenido el coraje de acercarse a él para decirle sus sentimientos, la vida le resulta una esfera imperfecta que se conecta en algún punto y de la...