15.

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A la mañana siguiente Mely despertó gracias al sonido de las aves cantando fuera de su ventana, se sentó lentamente frotando sus ojos dándose cuenta que Niki seguía dormido detrás de ella, volvió a ser el mismo solo que ahora su camisa era de color blanca con los mismos circulos amarillos y azules. Sonrió al verlo dormido para ponerse en pie y salir de ahí bajando hacia la cocina para desayunar.

—Alguien morirá...

—Shh nadie morirá —le dijo en susurro a aquella voz.

—Buenos días Mely —le dijo su padre al verla entrar a la cocina.

—Hola papá, ¿qué hay para el desayuno? —preguntó mientras acomodaba su cabello.

—Hice huevo con arroz, ¿quieres?.

—Claro que sí —dijo sonriente.

—¿Como has estado estos días?, se que te la pasas sola y seguramente aburrida —dijo mientras le servía en un plato.

—No está tan mal, disfruto de la soledad.

—Está bien. ¿Qué tal te la pasas con Sunghoon?.

—Am...bien, es tal cual fuera mi hermano biológico, creo que nos hicimos muy cercanos —dijo mientras formaba una pequeña sonrisa con sus labios.

—Me alegra que sea así —dijo sonriente—, creía que no se llevaba tan bien.

—Nos llevamos muy bien —dijo con la misma sonrisa.

—Entonces, ¿no te molesta si se quedan solos por este día?.

—¿Que!? ¿por qué?.

—Porque hoy es mi aniversario con Soorin y quiero llevarla a cenar, saldremos tarde, muy tarde.

—suspiró—Bien...

—Será solo por este día, ¿si princesa?.

—Sí papá.

—Esa es mi niña.

—Por cierto, mis pastillas para dormir se están agotando, ¿crees que puedas conseguir más?.

—Lo haré, te traeré más cuando llegué, ¿si?.

—Está bien.

En el desayuno estuvieron charlando sobre sus medicamentos y lo efectivos que habían sido al curarla, solo que claro, Mely nunca dijo que Niki seguía junto a ella y ahora tenía un yerno imaginario el cual su hija solamente podía tocar en sus sueños. Siendo que tenía tentación por decirle que Niki seguía con ella no lo hizo, sabía que eso la llevaría de regreso al psiquiatra y tal vez por tres meses, o incluso más.

—Bueno cariño, vamos al trabajo—decía Soorin entrando al comedor.

—Claro, sube al auto ahora te alcanzo —le dijo y esta se fue—. Ella le comentó lo mismo a Sunghoon, y te pediré unas cosas, nada de salir, nada de amigos y nada de fiestas, ¿escuchaste?.

—Eso díselo a Sunghoon, yo no tengo vida social —dijo para ponerse en pie y tomar de su plato—, aparte, ¿a donde quisiera ir?.

—No lo sé, pero no lo hagas, y si quieres salir que sea con Sunghoon, ¿entendido?.

—Sí papá.

Tomó su plato igual para ir hacia la cocina y lavarlos en el fregadero. Antes de irse su papá se despidió de ella dejándole un beso en su cabeza para finalmente irse y dejarla sola en la cocina, sería el peor viernes de su vida. Al terminar de lavar lo que se utilizó para el desayuno subió casi corriendo a su habitación para cerrar la puerta con el fin de estar ahí todo el día, pero al entrar, encontró a Sunghoon viendo sus dibujos nuevos en su escritorio.

—Que lindos dibujos —la miró—, ¿porque no me los habías mostrado?.

—Porque no tengo por qué hacerlo, ahora vete de aquí.

—¿Por qué tanto odio?, somos hermanos.

—¿Ahora si somos hermanos?.

—suspiró—Tengo que decirte algo.

—No quiero nada contigo, ahora largo o llamaré a papá y le diré todo, no me importa que le digas que Niki sigue conmigo.

—Tranquila —dijo sonriendo entre risas—, solamente quería decirte que invité a un par de amigos para jugar videojuegos.

—Que bien. Largo de mi cuarto.

—Ush. Gruñona.

—Sal de mi cuarto Sunghoon!.

❝ ❞

Pasaron las horas y los amigos de Sunghoon habían llegado, eran solamente tres los cuales reconocía pues era con los que más se juntaba cuando iba a clases lo cual extrañó, incluso a aquel chico que siempre estaba con ella y la llamaba polilla, nunca supo porque la llamaba así, aunque intentara hacerse una idea le era imposible.

—Alguien mori-

—Shhh!. Con un carajo que nadie morirá.

—¿Por qué esa voz no se va? —preguntó Niki.

—No tengo idea —suspiró—. ¿Te gustaría salir a caminar?.

—Pero tu papá dijo que no.

—No se dará cuenta —lo miró—, anda solo unos minutos.

—Si eso te hace feliz está bien.

—Yeii.

Se cambió de ropa pues aún seguía con su pijama puesta poniéndose unos jeans y una blusa color morado de manga corta aunque sabía que sería mala idea por sus cicatrices por aquel incidente de pequeña, no importaba si se ponía alguna crema para quitarlas, ellas seguían ahí lo cual le molestaba.
Una vez terminó de cambiarse tomó su cubrebocas para ponérselo, tomó su celular y audífonos para conectarlos y ponérselos y finalmente salir de casa sin que Sunghoon se diera cuenta.

—Quiero un helado —decía Mely mientras caminaba.

—¿De qué sabor lo vas a querer? —preguntó Niki caminando junto a ella.

—Tal vez de arcoíris, es uno de mis favoritos.

—Creí que era de vainilla.

—Ese es el quinto, el primero es arcoíris, el segundo es choco menta.

—Eww.

—Es una delicia!.

—Bueno para ti lo es, yo prefiero el de chocolate amargo.

De camino a la heladería estuvieron debatiendo sobre cuál era el mejor sabor de helado y claro nunca se pusieron de acuerdo. La gente que veía a Mely creía que hablaba por teléfono pues llevaba sus audífonos con micrófono puestos, así no pensaban nada extraño sobre ella. Una vez llegaron a la heladería Mely pidió su helado de sabor arcoíris.

—Muchas gracias —dijo sonriente al recibir su helado.

Se dispuso a salir de aquella heladería pero al querer hacerlo se quedó congelada al ver quien se encontraba entrando a la misma, quedándose igual de congelada que ella, era aquel chico del cual no dejaba de pensar. Sus mejillas ardieron al ver que estaba un poco más alto y que su cabello ahora era azul plateado lo cual lo hacía ver más guapo.

—Mely —dijo sonriente acercándose a la nombrada—, tanto tiempo sin verte.

—Igualmente...Heesung.

—Te recuerdo que tienes que llegar a casa antes de que Sunghoon note tu ausencia —le susurró Niki.

—Si si ya se —dijo Mely.

—¿Ah?.

—N-nada. Te llamo después —fingió que colgaba una llamada—. Estaba hablando por teléfono.

—Oh de acuerdo. ¿Como has esta-

—Heesung me da mucho gusto verte pero tengo prisa y debo irme ya.

—Puedo acompañarte.

—A-am...

—Está bien Mely —dijo Niki—, él intentó ser tu amigo y yo me puse celoso, ahora lo entiendo, pueden ser amigos.

—Claro —sonrió—, puedes acompañarme.

Pero el camino fue silencioso mientras Mely comía de su nieve y Heesung iba ligeramente cabizbajo pues estaba nervioso debido a la presencia de Mely, hacía mucho que no la veía y la extrañaba, extrañaba su lindo cabello liso y sedoso, sus lindos lunares, pero algo que jamás notó en ella eran aquellas cicatrices que tenía en sus antebrazos, tal vez porque siempre llevaba suéter. Quería preguntar por ellos, pero no quería ser grosero.

—Unas niñas me quemaron —dijo Mely para luego mirarlo—, de eso son las cicatrices.

—Pero...¿Cómo sabes que-

—Las miras mucho. ¿Quieres? —le ofreció un poco de nieve.

—No gracias —dijo negando con una de sus manos—. No entiendo, ¿unas niñas te quemaron? ¿por qué?.

—suspiró—Prefiero decirte esto y que te vayas, a que estés conmigo y corras cuando te enteres.

—¿A qué te refieres?.

—suspiró por segunda vez—Yo...tenía, y tengo esquizofrenia.

—¿Es una broma cierto? —dijo sonriente.

—No, de hecho uno de mis amigos imaginarios está con nosotros —dijo señalando ligeramente detrás de ella, donde se encontraba Niki—. ¿Recuerdas todos los dibujos raros que hacía?, eran ellos.

—¿Te refieres al hombre delgado, el gato azul, el pájaro de tres ojos y aquel ojo con patas de araña?.

—asintió—Soy esquizofrénica Heesung, a veces escucho voces que realmente no están, así que...si eso me hace ver como una loca para ti y te desagrado puedes irte.

—¿Por qué me desagradaría?, eso es genial.

—¿Genial? —dijeron al unísono.

—Si, poder ver cosas que no están, escuchar cosas que no están —decía sonriente—, tal vez eso llegue a ser molesto, pero creo que para mi no lo sería. ¿Cómo es Niki?.

—Es...como cualquier ser humano, solo que cuando se molesta se convierte en un demonio.

—Woaa —miró hacia atrás—. Niki eres genial.

—Gracias —dijo entre risas.

—Dijo que gracias.

—¿El gato azul que hacía?, ¿tienen poderes?, escuche que algunas ilusiones pueden volar.

—Am...podía caminar por las paredes, ¿eso cuenta como poder?.

—Supongo que sí. ¿Qué hacían los demás?, el hombre delgado, ¿cómo se llamaba? ¿todos tienen su nombre?, ¿están aquí ahora?.

—¿Por qué no te parece desagradable?, todos los que se enteraron me llamaron loca y esquizofrénica de mierda.

—Son personas estúpidas Mely, personas ignorantes que no ven lo genial que es tener esquizofrenia, tal vez sea molesto por escuchar y ver cosas que no están, pero también es genial por las cosas que ves, por ejemplo aquel pájaro de tres ojos, ¡era genial! —dijo sonriente para luego reír—, al igual que el gato. Al principio creí que esos dibujos los habías hecho con tu imaginación y pensé...wow, Mey tiene una gran imaginación para dibujar eso, pero ahora que me dices que es real, es impresionante.

—¿Tú crees?...

—Claro que sí. ¿Solamente son esos?.

—Si, te mostraría mis dibujos y te explicaría sus nombres pero...los tiré.

—¿Los tiraste?!, ¿por qué?.

—Porque eran demasiado viejos, solo me quedé con los de Niki.

—Entonces quiero ver los dibujos de Niki, ¿puedo?.

—Claro.

Y por primera vez, Mely se sintió amada y querida por una persona real.

Amigo Imaginario - NikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora