08.

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En su habitación, sentada en la silla frente al escritorio, Mely dibujaba un paisaje lleno de flores. El peluche que Sunghoon le había traído estaba sentado en sus piernas como si estuviera apreciando cómo dibujaba pero ella sabía que solo era un peluche.

—El dibujo es muy lindo —dijo Niki al lado de ella—, creo que es una de tus mejores obras.

—Gracias Niki, y perdón...

—¿Perdón por qué?.

—suspiró para luego mirarlo—Por haberte ignorado estos días, y por enojarme contigo.

—Está bien, descuida —dijo sonriente—. Entiendo que me ignores para que dejen de inyectarte ese líquido amarillento.

—Es que...si supieras que tal doloroso es, lo entenderías mejor, pero tu no sientes.

—¿Quien dijo que no siento? —preguntó sentándose sobre el escritorio—. ¿Tu tonta psiquiatra?, la que dice que soy solo parte de tu imaginación, que digo las cosas que tu subconsciente quiere recibir y que hago las cosas que tu corazón necesita.

—En parte tiene razón, eres solo...producto de mi imaginación —dijo con la voz rota—. Desearía que fueras real...

—S-soy real Mely, aquí estoy —dijo poniéndose de cuclillas—, mírame.

—Te miro Niki, pero no puedo- Niki quiso tocarla, pero su mano simplemente pasó— tocarte...

—Hay momentos en los que sí te puedo tocar y lo sabes! —dijo entre lágrimas.

—Sí pero es mi imaginación Niki, ¡entiende! —se puso en pie, al igual que el.

—Si fuera parte de tu imaginación...¿pude haber secado tus lágrimas esa vez?.

Mely abrió sus ojos como platos al recordar ese momento. Fue semanas después de que su mamá falleciera en aquel accidente, Mely se culpaba y maldecía mientras lloraba en su habitación mientras Niki estaba sentado en la orilla de su cama mirándola queriendo poder hacer algo por ella pero sabía que si lo intentaba sería en vano pues su mano la pasaría. Ya harto, se puso en pie acercándose al rostro de Mely el cual era lo único fuera de las sábanas por inercia quiso acariciar su rostro sabiendo que la pasaría pero milagrosamente no la pasó esa vez, logrando tocar sus frías y húmedas mejillas, ambos se sorprendieron por aquella acción y más Mely quien se sentó con cuidado dejando de llorar, Niki se acercó a ella una vez más para limpiar sus lágrimas con la yema de su dedo pulgar, para luego decir.

—Estaré contigo sin importar el qué Mely, con o sin tocarte, aquí estaré...

—¡Lo recuerdas?! —dijo Niki—, ¿cómo fue que te toque esa vez?.

—N-no lo sé...

—Porque soy real —intentó tomarla de la mano esta vez, pero la traspasó—. Escucha Mely...se que todo lo que crea tu imaginación está mal pero-

—¿Está mal?...Niki, eso es un problema grande, ¿no lo entiendes? ¡soy esquizofrénica!, veo y escucho cosas que no están, ¡como tú!.

Juró escuchar como el corazón de Niki se quebraba, pues cuando este se resaltó claramente en su interior se escuchó como si rompieras una galleta. Niki retrocedió poco a poco mientras gruesas y amarillas lágrimas recorrían sus mejillas hasta llegar a su barbilla y caer de esta.

—¿Sabes cual es mi problema?...—dijo Mely molesta—, ¡tu! ¡Tú fuiste el que apareció primero!.

—P-pero...fui tu mejor amigo...t-tu primer...y-yo...

Al tartamudear, se hacía transparente eso significaba que iba a desaparecer. Mely reaccionó, recordando todas las veces en las que estuvo para ella, incluso cuando iba con los psicólogos él estaba ahí con ella, arrepintiéndose de haberle gritado pues sí Niki desaparecía no lo volvería a ver.

—N-niki...Niki no es cierto —caminó hacia el—, ¡Niki no me de-

—¿Otra vez hablando con Niki? —preguntó la enfermera fastidiada entrando a la habitación—. Hora de dormir.

—¡No, no, no, no, no!, ¡no quiero dormir quiero ir con Niki! ¡Niki espérame!.

Intentó pasar junto a la enfermera para seguir a Niki pues este ya estaba saliendo de la habitación, pero dos grandes guardias la detuvieron, sujetándola para poder inyectarle aquel suero que la hacía dejar de ver las ilusiones y también la hacía dormir. Mely pataleaba mientras rogaba que la soltaran, pero era inútil, tres enfermeros entraron para ayudar y tomarla del brazo y así poder inyectar el suero.

—¡Niki, lo siento, sabes que te amo! ¡por favor no me dejes!.

Gritaba mientras aquel suero entraba en ella. Al sacar la inyección la llevaron a su cama para amarrarla de los brazos y piernas, dejándola ahí para que pudiera dormir sin causar problemas. Todos salieron de la habitación, dejándola sola.

❝ ❞

Al día siguiente, despertó por un fuerte dolor de cabeza, intentó llevar su mano a esta para sobarse pero estaba atada, suspiró al ver los cintos que la sostenían, lo único que tenía que hacer era esperar a que alguien llegara y la desatara pues no podía quitárselo. Miró alrededor viendo las paredes más blancas de lo normal sin aquellos huecos que musgo solía hacer, luego volteó hacia la silla de su escritorio dándose cuenta que blue no estaba ahí.

—¿Se han ido? -se preguntó.

Miró hacia el techo, desesperada por encontrar alguna mancha negra en este pues de ahí siempre salía shadow pero no, no había ni una sola mancha negra en el techo lo cual solo significaba una cosa, se había curado, o luego de tantas pastillas, sueros, inyecciones, ejercicios y demás logró saber controlarlo y ahora dejó de ver a sus queridos amigos.

—¿Y Niki?- se volvió a preguntar.

Pero sabía que si lo llamaba se metería en problemas. Solo se quedó en silencio, solloza mientras lloraba y rogaba por que Niki aún no se haya ido, por que esté en algún lugar del hospital vagando por ahí dejando un camino de sus amarillas lágrimas. Luego de tanto llorar y pensar escuchó como la puerta se abría, era la enfermera.

—Buenos días Mely —dijo sonriente, acercándose a ella—, ¿cómo dormiste?.

—Me duele la cabeza.

—Es normal —dijo mientras le desabrochaba los cintos—. ¿Lista para tus ejercicios?.

—suspiró—No tengo opción...

—Eso es. Andando Mely.

—Enfermera Choi...—esta se detuvo—. Blue no está, las grietas tampoco, las manchas en el techo tampoco y...no he visto a Niki.

—Eso significa que estás mejorando cariño —dijo sonriente—, una semana más y te irás.

—Wohoo podré ver a papá de nuevo —dijo emocionada.

—Vayamos con los demás, ¿si?. Te veo en diez —dijo para luego irse.

—Está bien.

Se puso en pie para entrar al baño y cambiarse. No estaba tan contenta con lo que le habían dicho, el estar mejorando significa dejar de ver a Niki, y no quiere eso, quería que los demás se fueran menos Niki, Niki era su mejor amigo, su único amigo, su verdadero amigo, a pesar de que fuera su amigo imaginario lo amaba, más de lo que amaba su propia vida.

Amigo Imaginario - NikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora