Prologo.

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Aclaración:
Desde que comencé a hacer la historia estuve investigando casos sobre la esquizofrenia para saber qué es lo que escuchan, ven y sienten las personas que lo padecen, incluso con una amiga cercana que estudia psicología estuve charlando un poco sobre el tema para saber más. Dicho esto, continuemos con la historia.

❝ ❞

Mely era una pequeña de cinco años, normal como cualquier otra pequeña quien siempre usaba dos coletas y moños. Un día como cualquier otro para ella, estaba en el preescolar a la hora del descanso, estaba sentada en una banca mientras observaba a los demás niños jugar, su lonchera estaba cerrada, no tenía hambre para comer las uvas que su mamá le había guardado. Mientras observaba a los niños jugar, comenzó a imaginar cómo sería si ella tuviera un amigo, pues era muy tímida para hablarle a los demás e intentar tener amigos. Quería desde lo más profundo de su pequeño corazón, ir con las demás niñas y preguntarles cuál era su princesa favorita, si les gustaba maquillarse, cual era su juguete o caricatura favorita, pero tenía miedo de acercarme y preguntarles.
Luego comenzó a imaginar, cómo sería su amigo ideal, alguien que tuviera los mismos gustos que ella, que odiara los vegetales tanto como ella y que amara el chocolate como si fuera la única comida en el mundo.

—Oye niña.

Dijo la voz de un niño al lado de ella llamando su atención. Al voltear hacia él, se encontró con un niño de su misma edad, pero tenía ropa casual, como si no fuera parte del pre escolar. Extrañada y un poco nerviosa, se quedó en silencio, tomó su pequeña lonchera para ponerla entre sus piernas pues pensó que tal vez ese niño quería robar su lonchera con sus uvas.

—Seamos amigos.

Dijo el niño, haciendo que los ojos de Mely se abrieran casi como platos, brillando como un par de estrellas por aquella propuesta del niño, era el primer niño de su edad que se le acercaba y le dirigía la palabra. Formó una gran sonrisa de oreja a oreja para luego asentir mientras daba pequeños toques al espacio que había al lado de ella, aquel niño de apariencia extraña, le sonrió tiernamente sentándose al lado de ella. Mely abrió su lonchera, ofreciéndole una uva.

—No gracias, prefiero el chocolate.

—¿De verdad? —dijo sorprendida.

—Si, las bolas verdes nunca me gustaron —dijo con una expresión de asco.

—Pues a mi si me gustan —dijo Mely llevando una uva a su boca.

Comenzaron a debatir sobre cuál era el mejor chocolate siendo que aquel niño nunca los había probado, y así automáticamente ese niño se convirtió en su mejor amigo, era algo muy lindo para Mely que alguien se sentara junto a ella, incluso que le hablara, porque nadie lo hacía, todos le decían rara por el hecho de estar sola siempre.

—¿Cómo te llamas? —preguntó la pequeña mientras todavía masticaba aquella pequeña uva.

—Mm...puedes decirme como quieras.

—¿Que no sabes cual es tu nombre? —pregunto confusa, con el ceño ligeramente fruncido.

—No, ¿y si me pones uno?

—Por supuesto —dijo sonriente—. Am... ¿te parece...ranita?

—¿Que tengo cara de una?

Preguntó indignado, haciendo que Mely comenzara a reír pues para ella si tenía un pequeño parecido a una rana.

—Bueno, entonces, te diré...Niki.

—¿Niki? —pregunto un poco confuso. Mely asintió varias veces sin dejar de sonreír—. De acuerdo, me llamaré Niki.

El resto del descanso siguieron charlando y debatiendo sobre cuál era el mejor chocolate, pareciera como si una estrella fugaz invisible hubiera cruzado en ese momento y le hubiera cumplido el deseo de tener un amigo, y con sus mismos gustos, que odiará las verduras y que amara el chocolate tanto como ella. Los demás niños no se percataron del niño que invadía su prescolar pues estaban concentrados jugando, las maestras fueron las que si lo notaron, lo cual le dio miedo a algunas, pues Mely le hablaba a la nada.

Al terminar el descanso, Mely se despidió de Niki, pues tenía que ir a su salón, este le dijo que podía ir con ella y se quedaría junto a ella en silencio y así fue. Ese solo era el inicio de su linda amistad, una amistad que Mely adoraba con todo su pequeño corazón, quería estar con Niki para siempre.

Cuando llegó a casa fue directo a su habitación para jugar con Niki lo cual le preocupó un poco a sus padres ya que su hija jugaba con la nada, cuando sus padres le preguntaban con quien jugaba ella les decía con mi amigo Niki, es el mejor de todos mientras lo señalaba pero claro ellos no podían ver nada lo cual les dió igual, supusieron que solo sería una etapas de cualquier niño.

Amigo Imaginario - NikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora