Amigo Imaginario - Niki

10.

Ambos caminaban por aquella pradera tomados de la mano en silencio, dejando que el sonido de la naturaleza fuera lo único que se escuchara, aparte de su pisar en la húmeda tierra y cuando las hierbas se movían cada que ellos pasaban por ellas. Al caminar, llegaron a una laguna mediana la cual estaba algo profunda y tenía varios patos nadando sobre esta y peces en el interior.

Caminaron hasta la orilla de este sentándose en el césped en donde la hierba ya no era tan alta, ahora ya estaba a una altura promedio. Se quedaron igual en silencio disfrutando de aquella vista. Mely se recostó en el hombro de Niki y este hizo lo mismo, recostándose en su cabeza.

—¿Qué medicamento te dieron? —preguntó Niki.

—La verdad no tengo idea, solo me la dieron y me la trague.

—Esa pastilla es mágica...te hizo soñar con esto, y hacer posible mi sueño.

—¿Tu sueño era tocarme? —pregunto sonriendo, mirándolo.

—Mi sueño era abrazarte —respondió para luego mirarla—. Desde siempre he querido hacerlo y ahora puedo hacerlo todo el tiempo que quiera.

—No todo el tiempo, recuerda que es un sueño y en algún momento debo despertar.

—Pues duramos mucho tiempo caminando, ¿segura que no moriste?.

—¡Niki! —golpeó levemente su hombro, causando que este riera—. No estoy muerta.

—¿Entonces cuando despiertas?.

—No quiero saberlo —dijo recostándose de nuevo en su hombro—, es el mejor sueño que he tenido...

—Nunca me los has contado, pero supongo que sí —suspiró—. Desearía que corchea estuviera aquí.

—Yo igual...También Blue, copa y musgo...

—¿Y Shadow?.

—Shadow era un tonto, me caía mal —dijo molesta.

—A mi igual, gracias a las medicinas que se fue.

—¿Es al único que no extrañas?.

—Si. Siempre te hacía sentir mal y eso me molestaba, y más porque si yo intentaba golpearlo siempre escapaba.

—Tu y la agresividad.

—Solo así entendía, a Shadow no le importaba nada, solo hacer sentir mal a los demás.

—A veces...—suspiró— desearía que fueras real Niki.

—Pero lo soy —ambos se miraron—, aquí estoy Mely.

—Me refiero a la vida real, que tu fueras una persona a la cual pueda tocar siempre, así podríamos salir a caminar, o al cine.

—Pero hemos ido al cine muchas veces, solo que no he probado esas cosas pequeñas y esponjosas que sueles comer.

—soltó una leve risita—Se llaman palomitas Niki, y estoy segura de que te encantarán.

—Pues hasta que pruebe una lo sabré, porque jamás en mi vida he probado una comida, y tampoco he tenido ese sentimiento, ¿como dices? ¿hambre?.

—Así es, se le llama así cuando tu estómago está vacío y necesitas comida, es cuando se te antoja cualquier cosa.

—Ohh cuando sueles decir que quieres un helado y chocolate.

—Exacto —dijo sonriente para luego reir—. Ahora que lo dices...quisiera comer chocolate ahora.

En ese momento, una de las rocas que había cerca comenzó a brillar llamando la atención de ambos. Esa roca, pronto comenzó a cambiar de forma siendo de una forma semi circular, a una caja de cartón cuadrada con estampado y marca. Ambos se acercaron a esta viendo así que era una caja de chocolates justo de la marca favorita de Mely.

—Son chocolates —dijo asombrada—. Por fin podrás probar el delicioso sabor del chocolate.

—Yeii —dijo Niki emocionado.

Mely abrió la caja abriendo sus ojos como platos al ver que la caja estaba llena de aquellos chocolates, una sonrisa de oreja a oreja apareció en el rostro de ambos asombrados y felices por tanto chocolate que tenían, Mely sacó dos barras entregándole una de estas a Niki, la abrieron al mismo tiempo dejando ver la brillante barra de chocolate color café.

—Que delicia —dijo Mely sonriente dándole una mordida—. ¡Mh!, es idéntico al de la vida real —dijo cubriendo su boca.

—Mh...es muy café, no confío —dijo Niki.

—Así es el chocolate Niki, anda pruébalo.

Este soltó un leve suspiro nasal para luego darle una pequeña mordida quedando sorprendido por el increíble sabor del chocolate, abrió sus ojos como platos al sentir el dulce sabor en su paladar masticándolo lentamente para así disfrutar de cada mordida y del sabor.

—¡Esto es delicioso! —dijo sonriente dándole otra mordida—. Ahora entiendo porque te gusta tanto.

—Y lo mejor es que tenemos una caja entera para disfrutarlo.

—¿Podrías aparecer palomitas?.

—¿Palomitas?, con el poder que tengo para aparecer lo que quiera, podría aparecer una feria entera.

De pronto, el bosque a lo lejos comenzó a brillar, ambos voltearon hacia este cubriendo sus ojos con una de sus manos pues la luz era mucha tanto que tuvieron que entrecerrar sus ojos hasta que esta dejó de brillar encontrándose con una feria entera con juegos mecanicos y puestos de comida.

—¿Qué es eso? —preguntó Niki.

—U-una feria entera —ambos se miraron—. ¡Andando Niki!.

Se tomaron de la mano para correr hacia la feria la cual estaba algo lejos. Mientras corrían el piso cada vez se hacía más blando como si estuvieran sobre una enorme gelatina haciendo que ambos se detuvieran, de un segundo para otro se hizo de noche y todo desaparecía, solo quedaban ambos ahí.

—¿Qué está pasando? —dijo Mely.

—T-tal vez ya vas a-

—Mely! —decía la enfermera agitándola levemente—. Por fin despiertas.

—¿D-despertar?.

—Si llevo hablándote como quince minutos —suspiró—, creo que las pastillas no son las indi-

—No!, e-es decir...me ayudaron mucho, no tuve pesadillas.

—Eso es bueno, entonces te daré las mismas pastillas hasta que te vayas y te llevarás algunas a casa, pero, alguien debe tenerlas, tú no.

—Está bien.

—Bueno, a iniciar el día. Cámbiate que necesitas hacer unos últimos ejercicios.

—De acuerdo. ¿La veo en diez?.

—Te veo en diez —dijo sonriente para luego irse.

—suspiró—Bueno Niki...tendremos que esperar hasta la noche.

—Por mi está bien —dijo él mismo sonriente.

❝ ❞

Durante el resto de la semana siguió con ese hermoso sueño en donde ambos se divertían en aquella feria que había aparecido jugando en los puestos que había, comiendo del algodón de azúcar, los hot dog, churros, palomitas entre otras comidas. Niki estaba encantado por la comida pues era la primera vez que podía probar el sabor de las cosas siendo los churros su nueva comida favorita. Cuando Mely iba a despertar todo se detenía y se ponía oscuro, ahí era cuando despertaba.

Por suerte, los demás no aparecieron, como si Niki fuera el único que tuviera la suerte de permanecer con ella siendo que aún hacía los ejercicios como si Niki ya no fuera parte de su imaginación, como si fuera otra persona la cual solo la esperaba en su habitación pues sabía que estar con ella todo el tiempo podía ser malo.

Una semana después Mely pudo regresar a casa en donde su papá y su hermano la recibieron con los brazos abiertos y una deliciosa comida recién hecha la cual era su comida favorita. Les contó todo lo que hizo y cómo poco a poco todo se fue yendo incluyendo Niki, pero era una mentira muy grande.

—Me alegra que todo se haya ido —dijo Sunghoon sonriente.

—Significa, ¿que tampoco escuchas esas voces? —le preguntó su madrastra.

—Así es, solo que necesito seguir tomando las pastillas para que no regresen y hacer mis ejercicios durante el día, pero son solo de quince minutos así que no habrá problema.

—El problema aquí es que tus medicinas cuestan señorita —dijo molesta.

—Soori, ya hablamos sobre esto —dijo su padre.

—Gracias por...la comida —dijo Mely—. Iré a guardar mis cosas.

Dijo para ponerse en pie e irse a su habitación. Sabía que después de todo su madrastra la seguía odiando por el hecho de ser esquizofrénica siendo que ya se había curado aún la odiaba. Una vez en su habitación cerró la puerta tirándose sobre su cama en donde se encontraba Niki el cual traspasó, este recorrió para que pudiera tener más espacio.

—¿Estás bien? —preguntó un poco preocupado.

—Soori aún me odia —respondió sin verlo.

—Pero estás curada.

—Y aún así me odia...

—Bueno...tal vez con el tiempo ella-

Dio tres toques a la puerta haciendo que esta se resaltará, sentándose de golpe— ¿Mely? ¿puedo entrar? —preguntó Sunghoon.

—Oh eres tú...—suspiró—. Claro entra.

—abrió la puerta lentamente—Perdona por lo que dijo mi madre, no era en serio —dijo para cerrar la puerta.

—suspiró por segunda vez, tirándose sobre la cama—Era muy en serio, me odia Sunghoon.

—No te odia.

—Si lo hace —lo miró—. ¿De qué hablaron mientras no estaba?.

—Sobre tus medicamentos y cómo vas mejorando.

—No mientas —se sentó—, ¿de que hablaron mientras no estaba?.

—suspiró, sentándose junto a ella—Sobre...desde cuándo te fue afectando, y todo lo que has hecho por culpa de tus amigos, en especial Shadow.

—suspiró igual—Shadow era el peor...pero por suerte ya se fue, todos se han ido.

—¿Todos?.

—suspiró por segunda vez—Todos...

—¿Extrañas a...Niki?.

—frunció el ceño levemente—¿Porque Niki?.

—Era tu mejor amigo desde que tienes memoria, papá me lo contó.

—Oh...—miró al frente, ligeramente cabizbaja—. Si...lo extraño.

—Lamento mucho que se hayan ido, pero era lo mejor para ti Mely.

—Lo sé.

—suspiró—¿Te ayudo a desempacar? —preguntó formando una pequeña sonrisa con sus labios—, no tengo nada más que hacer.

—lo miró, formando una sonrisa idéntica a la de él—Claro desempaquemos.