12.

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Durante la semana estuvo haciendo el quehacer desde la mañana hasta las cinco de la tarde que era cuando llegaba Sunghoon con quien se había vuelto más cercana. Mientras lo esperaba charlaba con Niki sobre cualquier cosa, o sobre lo que habían hecho en sus sueños lo cual parecía casi un milagro y algo muy extraño pero hermoso, podían hacer lo que quisieran en sus sueños, como si Niki fuera real, podía tocarlo, lo que Mely no sabía era Niki estaba sintiendo algo por ella, eso que llamamos amor.

—Podríamos hacer un picnic y comer sandwich —propuso Niki mientras miraba a Mely lavar los trastes.

—¿Por qué un sandwich?.

—Porque son deliciosos! —dijo sonriente.

—Creí que el algodón de azúcar era tu comida favorita.

—No, no. El algodón de azúcar es una chuchería, y es mi chuchería favorita, el sandwich es mi comida favorita.

—Creí que era el chocolate.

—No, ese es mi dulce favorito.

—¿Y tu fruta o verdura favorita?.

—Mm...eso rojo con cáscara verde.

—¿Sandia?.

—Eso. Siendo que solo la probamos una vez, está muy rica, aunque le vendría bien sal.

—A la sandía no se le pone sal Niki —dijo entre risas.

—Tu que sabes, seguramente sabrá delicioso.

—Bueno ya veremos hasta el-

—Si lo se pero no puedo hacer nada, sabes como es de terco y no querrá ir contigo —decía Soorin hablando por teléfono—. ¿Y Sunghoon? —preguntó en susurro.

—No ha llegado —respondió Mely.

—¿No ha llegado? —suspiró—, te hablo en unos minutos Demian...si, adiós —colgó para soltar un segundo suspiro—. Ese niño me va a volver loca.

—¿Pasa algo con Sunghoon? —preguntó un poco preocupada.

—No, bueno...no lo entenderías —dijo para luego irse.

—Es muy grosera —dijo Niki.

—Lo sé —suspiró—, de todas formas no puedo hacer nada.

—Regresando al tema, ¿crees que podríamos hacer un pic-

De nuevo la puerta principal se abrió y se cerró, Mely un poco preocupada tomó de un cuchillo para caminar lentamente hacia esta pues no escuchó los pasos de nadie y pensaba que podía ser un ladrón. Cuando llegó a la entrada notó que las llaves de Sunghoon estaban colgadas en el llavero.

—¿Por qué se oculta de su madre? —se preguntó Mely.

—La verdadera pregunta aquí es...¿quién es Demian? —ambos se miraron.

—¿Crees que sea su pa-

—Mely —la llamó Soorin. Escondió el cuchillo detrás de su espalda—, ¿con quien hablas?.

—C-creí haber escuchado a Sunghoon llegar pero...

—Ay ese niño, debe estar en su habitación.

Volvió a subir las escaleras yendo a la habitación de Sunghoon, Mely la vio irse, preocupándose por Sunghoon pues sabía que cuando Soorin se molestaba con él siempre lo abofeteaba y le gritaba, diciéndole cosas horribles como que fue un error o era una carga muy grande para ella, que por su culpa su padre los había dejado, entre otras cosas.

—Será mejor que te encierres igual en tu habi- ¿Mely?.

Regresó a la cocina para poner el cuchillo en su lugar yendo hacia el segundo piso escuchando como Soorin le gritaba a Sunghoon fuera de su habitación, diciéndole que abriera la puerta pero este no hacía caso. Cuando Soorin se rindió y se fue Mely corrió hacia la puerta quitándose una pinza delgada del cabello para introducirla en el pequeño orificio y lograr abrir la puerta.

—Joder mamá, ¿no me puedes dejar en pa-

Lo interrumpió abrazándolo solo que Sunghoon había perdido el equilibrio y cayeron sentados en su cama. Este estaba sorprendido, era la primera vez que Mely lo abrazaba, se sentía extraño, se sentía cálido y sus lágrimas no ayudaban pues salían más y más.

—No es bueno que te guardes las cosas...hermanito.

Lo abrazo con un poco más de fuerza, comenzando a lagrimear pues sabía por lo que pasaba y todo el dolor que tenía guardado. Sunghoon soltó un suspiro para corresponder a su abrazo, ocultando su rostro en su hombro, sollozando levemente. Niki observaba todo desde la puerta de la habitación la cual estaba cerrada con seguro sintiendo celos, tristeza y enojo al ver como se abrazaban.

—Aquí estoy Sunghoon, y me puedes contar lo que sea. ¿De acuerdo?.

—No puedo...—murmuró.

—Si puedes —se separaron y limpio sus lágrimas—. Soy toda oídos, ¿de acuerdo?, todo lo que-

—Vete de aquí...

—¿A-ah?...

—Vete Mely, no vuelvas a entrar a mi habitación.

—P-pero Sunghoon...y-yo...

—¡Que te vayas!.

❝ ❞

Esa fue la primera vez que Mely tomó dos pastillas para dormir, sabía que estaba mal, estaba consiente de eso pero no le importo, solo quería un abrazo real de la única persona irreal que la hacía sentir mejor, Niki.

—Lo sabía...es un...¡idiota! —dijo Niki molesto mientras caminaba de un lado a otro—. ¿Cómo se le ocurre gritarte de esa forma?.

—No lo sé...—dijo cabizbaja, hecha bolita.

—suspiró—Ya verá, entraré en sus sueños y lo haré pasar una pesadilla total.

—Come tu sandía Niki.

—No si no te has dado cuenta, pero depende de cómo esté tu estado de ánimo, es como estará tu sueño.

Mely alzó la vista dándose cuenta que el cielo estaba de color morado con circulos color gris los cuales se movían lentamente, el césped no era verde como siempre, ahora era negro y en lugar del sol estaba la luna la cual era de color amarillo. Un nuevo descubrimiento, depende de su estado de ánimo, era como estuviera el sueño.

—Lo siento, pero no logro sacarme el grito de la cabeza.

—suspiró—Solamente deja de pensar en eso —dijo mientras se sentaba junto a ella—, es un idiota, no hiciste nada malo, solo querías-

—¿Soy mala hermana?.

—No, no lo eres.

—¿Entonces por qué me gritó? —lo miró.

—Porque es un idiota.

—Se que lo dices para complacerte.

—No, lo digo de verdad, era un idiota, es decir, ¿quien le grita a su hermana cuando esta lo quiere ayudar?.

Soltó un suspiro regresando la vista al frente, apretando su agarre en sus mangas intentando dejar de llorar pues sabía que llorar no servía de nada, él le había gritado, el daño estaba hecho, solamente tenía que olvidarlo todo. Cabizbaja, sollozó soltando un segundo suspiro entre cortados para volver a entrar en llanto.

—Ay Mely.

Suspiró para luego abrazarla juntándola hacia él acariciando levemente su cabello, algo que pasaba desde siempre, era que Niki podía sentir los mismos sentimientos que Mely, aunque estuvieran separado ya sea en diferentes habitaciones o lugares distintos, Niki podía sentir como Mely se sentía, era como si tuvieran los mismos sentimientos al mismo tiempo, y algo extraño que pasaba desde que comenzaron a estar juntos en sus sueños, era que dejó de sentir sus mismas emociones.

—Estoy aquí, ya no llores —decía mientras acariciaba su cabello.

—Solamente quería ayudarlo —decía entre lágrimas.

—Lo sé Mely, y el fue un idiota al haber hecho eso.

—Fue un idiota, un completo idiota —dijo para luego corresponder a su abrazo—. ¿Quien se cree? ¿solo porque es un año mayor que yo?, es un...¡AH! —gritó desesperada.

—Ya tranquila.

—Es que Niki —lo miró—, no es justo, es un idiota.

—Lo sé pero Mely-

—Se que Soorin es muy mala con él, siempre lo hace sentir mal cuando él no hace nada!.

—Mely el entorno se-

—¡Solamente quería ayudarlo!.

Pronto, comenzó a llover seguido de truenos y relámpagos. Ambos se asustaron y voltearon hacia el cielo viendo las oscuras nubes de las cuales caían las gruesas gotas que comenzaban a mojarlos, se pusieron en pie para correr hacia uno de los árboles que había cerca en donde pudieron refugiarse un poco, pues aún seguía cayendo gotas de agua.

—Tienes que alegrarte, piensa en otra cosa o esto se pondrá peor.

—¿En qué quieres que piense? —lo miró—, no tengo en que pensar, todo en mi vida ha sido horrible, todo ha sido una mierda!.

Dijo molesta alzando la voz, mientras sus lagrimas seguían saliendo y las gotas del cielo comenzaron a caer con más rapidez provocando ruido algo fuerte, Niko desvió la mirada viendo como todo comenzaba a mojarse y hacerse grandes charcos en el pasto y en la tierra, incluso la hermosa laguna que había parecía hacerse más grande.

—Mely todo se inundará —la miró—, piensa en mí.

—No me hagas pensar en ti...—dijo entre lágrimas.

—Pero yo te hago feliz. Recuerda la primera vez que lo vimos, ¿lo recuerdas?.

—Si...como olvidarlo.

—Bueno piensa en eso.

Pero la mirada de Mely cambió, se abrazó con más fuerza y el cielo cambió de color. De un tono oscuro cambió a un tono claro, la lluvia cesó y aquella laguna volvió a ser la misma incluso pareciera como si los pequeños charcos comenzaban a secarse poco a poco, pero la lluvia sequía, eso solo significaba una cosa.

—¿Estás triste? —preguntó para luego mirarla.

—N-no...e-es solo que —suspiró—, me duele saber que algún día tendrás que irte.

—No me iré...porque...—suspiro— te amo Mely.

La lluvia paró al instante y ahora el cielo estaba anaranjado gracias al sol que estaba ahí, el cual hacía un hermoso atardecer. Niki se acercó un poco a Mely para limpiar sus lágrimas y luego abrazarla.

—Te amo Mely...

Amigo Imaginario - NikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora