14.

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Los sueños junto a Niki se habían acabado, había dejado de soñar, y eso la entristeció pues tampoco lo veía, ni siquiera lo escuchaba y eso la hacía pensar que había desaparecido, que por fin se había ido, que las medicinas hicieron su función y se fue, había sido curada, aunque no estaba convencida del todo, porque si estuviera curada, esa voz ya se hubiera ido.

—Alguien morirá...

Si estuviera curada esa voz se hubiera ido junto a Niki, pero no, ahí estaba, ¿y Niki?. A veces cuando estaba sola en casa lo buscaba en cada rincón incluso bajó al sótano de la casa para buscarlo y no, no estaba, ¿entonces donde estaba Niki?.

—Hola Mely —decía Sunghoon sonriente acercándose a ella—, ¿qué tal te lo pasaste hoy? —preguntó acariciando levemente su cabello.

—Sunghoon, ya pasaron dos meses...creo que deberías arreglar tus sentimientos hacia mi, o soy tu hermana o soy tu novia.

—Si me estás preguntando prefiero que seas mi n-

—¡Esto es en serio Sunghoon!.

—ríe ligeramente—Mira, mi novia no puedes ser porque somos hermanastros, así que hermanos está bien.

—Entonces deja de darme mimitos que me incomoda.

—suspiró—Bien, pero el último y ya.

—¿Último y ya qu- la interrumpió robándole un beso—. ¡Sunghoon!.

—Hasta la cena hermanita —decía entre risas mientras se iba.

—Hasta la cena Sunghoon —dijo sin ánimos.

Cuando salió de su habitación, limpió sus labios con su muñeca quitando aquella sensación de sus labios, suspiró, para continuar con lo que hacía lo cual era, tirar algunos dibujos menos los de Niki guardándolos en una carpeta especial. Los dibujos y pinturas que había hecho de los demás estaban rotos y en la basura mientras los de Niki estaban en una carpeta nueva la cual cuidaría con su vida.

Quería deshacerse de varias cosas para tener más espacio y poder hacer más pinturas aunque le doliera el romper las otras que había hecho pues le gustaba como les había quedado, también porque quería quedarse con los de Niki, tal vez así podría traerlo de vuelta o crear un nuevo Niki ya que el anterior se había pintado de negro y sus ojos se habían vuelto blancos, ella quería a su Niki original, el de la camisa de puntos de colores, es que estaba descalzo y el cabello rubio.

Al pase de las horas había hecho dos bolsas pequeñas de basura con solo pedazos de papeles de sus antiguos dibujos haciendo tres carpetas con dibujos de Niki los cuales comenzó a apreciar uno por uno e inconsciente les sonreía recordando su linda sonrisa y su tierna risa, la primera vez que lo tocó, la primera vez que lo vio y la primera vez que se abrazaron, cuando fueron a aquella feria en sus sueños. Lo extrañaba, y mucho, tanto que comenzó a llorar mientras abrazaba uno de los dibujos mojándolo con sus lágrimas.

Se puso en pie para cerrar la puerta con seguro y que así no la escucharan y la molestaran yendo hacia su cama para acostarse sobre esta sin soltar aquel dibujo comenzando a llorar desconsoladamente en silencio, no quería que Sunghoon fuera y la molestara.

—Niki...lo siento, por favor perdóname, por favor regresa —decía entre lágrimas—. Yo también te amo, te amo con mi vida, te amo con todo mi ser, te amo de aquí a la luna y mucho más, te amo más de lo que significa esa palabra por favor, regresa que te necesito.

—Estoy aquí mi querida Mely —dijo detrás de ella.

Se sentó de golpe volteando hacia aquella voz, viendo que era Niki quien formaba una sonrisa con sus labios y lágrimas amarillas salían de sus ojos, lo negro ahora estaba a la mitad de su torso dejando ver su hermoso rostro. Mely se puso en pie y de pura intuición quiso abrazarlo pero cayó al suelo.

—Boba, no me puedes abrazar —dijo entre lágrimas.

—Auch...—decía mientras se sobaba— ya me di cuenta.

—¿De verdad me amas?.

—Más de lo que te imaginas querido Niki.

—¿Por qué no lo discutimos en tu sueño?.

—Claro que sí.

Sacó su frasco de pastillas el cual solamente quedaba con cinco pastillas. Suspiró para tomar una de estas y tomarla con ayuda del agua que tenía en su vaso, apagó las luces haciendo que la habitación oscureciera caminando hacia su cama para acostarse en esta y así quedar profundamente dormida.

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Apareció justo como la primera vez, en su cama a mitad del campo, con la ropa que tenía. El clima era como aquel día, con un cielo celeste y algunas nubes esponjosas decorando el cielo, el aire era cálido empujando las altas hierbas y las hojas de los árboles a lo lejos, aquella feria había desaparecido, aún estaban aquellos árboles. Al parecer todo se había reiniciado.

—Bueno aquí estamos de nuevo —dijo Niki viendo a lo lejos.

—Niki...—este lo miró. Salió de la cama—. Lamento mucho lo que hice.

—Descuida, se que lo hiciste por tu bien —dijo mientras formaba una pequeña sonrisa con sus labios.

—Niki, de verdad lo sien-

—¿Vamos a la feria?, ¿o prefieres estar junto a la laguna? —tomó de su mano, entrelazando sus dedos.

—suspiró—Bien, vamos a la laguna.

Dicho y hecho, ambos caminaron en silencio hasta aquella laguna sentándose un poco antes de la orilla debajo de la sombra de un árbol. Siguieron en silencio observando como los peces bajo el agua nadaban de un lado a otro y lindos patos nadaban sobre este. Mely quería disculparse por todo, pero sabía que Niki no la escucharía, y Niki, quería aclarar las cosas.

—Lamento...haberme molestado de esa forma —dijo sin verla.

—Está bien, lo entiendo.

—No, no lo entiendes —ambos se miraron—. Te amo Mely.

—Y yo a ti Niki —dijo tomando de su mano.

—No Mely, de verdad te amo, desde que comenzamos a estar aquí en tus sueños pude sentir, mis cinco sentidos funcionaban a la perfección y eso...me hizo amarte.

—¿A qué te refieres?.

—Que tus sueños me hicieron como tú, humano —miró hacia enfrente, ligeramente cabizbajo—. Fuera de tus sueños, soy una ilusión cualquiera, sin sentimientos, sin poder tocar las cosas, sin poder sentir las cosas, sin poder probar las cosas, sin poder...saber lo que es amar, pero aquí...—la miró— puedo sentir todo eso, y se lo que es amar.

Sus mejillas comenzaron a arder, y sus ojos pronto se llenaron de lágrimas. Sabía a lo que Niki se refería al hablar sobre el sentir de una manera tan específica siendo que él jamás supo que era el sentir, o eso creía, hasta ahora.

—Te amo Mely, desde hace meses que siento algo muy extraño por ti, no se como describirlo pero...de solo verte me siento feliz, me siento seguro, me siento...amado, y-y...cuando hablas con alguien más me pone triste, porque ellos pueden tocarte y yo no, los demás pueden oler tu rico aroma a vainilla y yo no, solo aquí puedo hacer eso y cuando estamos aquí quisiera que no-

—No eres real...—dijo entre lágrimas.

Pronto el cielo comenzó a nublarse.

—Si lo soy Mely.

—No lo eres.

—Entonces...¿cómo explicas mi existencia?.

—Eres solo una ilusión...Niki...—suspiró—. No podemos estar juntos y lo sabes.

—¿Quien dice que para estar juntos necesito ser un humano?...te amo Mely...

—Eres parte de mi imaginación y en algún momento tendrás que irte.

—¡No digas eso!, yo jamás me iré. Prometí estar contigo siempre, sin importar nada, ni nadie, incluso los medicamentos estaré siempre aquí Mely —la tomó de las manos—. Siempre, sin importar el que estaré aquí, en las buenas y en las malas.

—¿Lo prometes?.

—Lo prometo. No importa cuantas veces te molestes conmigo, siempre estaré aquí, porque te amo, y lo eres todo para mi.

—Tu también lo eres todo para mi Niki —dijo formando una sonrisa con sus labios.

Sin pensarlo dos veces se inclinó hacia él provocando que sus labios se juntaran en un beso lo cual sorprendió a Niki haciendo que se quedara helado, Mely soltó sus manos para poder sentarse sobre sus piernas sin separar sus labios para empujarlos un poco más esperando a que Niki reaccionara pero sin que esta se diera cuenta, sus lágrimas salían y salían de lo feliz que estaba en ese momento.

—¿Niki?.

—Te amo Mely.

Dijo para volver a besarla abrazándola de la cintura mientras esta lo abrazaba por detrás de su cuello mientras una de sus manos pasaba a través de su cabello acariciándolo levemente. El cielo se volvió anaranjado y aquel árbol encogió volviéndose una pequeña cueva en donde ellos fueron encerrados, de las ramas salían pequeñas luces las cuales lo iluminaban tenuemente.

—N-niki...no sé cuándo despertaré.

—No haré cosas de mayores en tu sueño, puede que termines con un bebé imaginario —dijo sonriente.

—Entonces haré que tus labios estén rojos —dijo sonriente para volver a besarlo.

Amigo Imaginario - NikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora