Ahora Mely tenía que tomarse tres pastillas, cada cinco horas para dejar de tener las alucinaciones pero claro ella no lo sabía, solo tenía siete años. Siempre que tomaba las pastillas que su papá le decía que eran dulces para crecer grande y fuerte entendía menos a sus amigos, escuchaba menos aquellas voces en su cabeza, incluso a veces Niki se volvía transparente como un fantasma y desaparecía quedándose sola. Fue hasta dos años después que se dió cuenta de eso.
En la escuela todo se volvió normal, podía charlar con las demás niñas haciendo algunas amigas. A veces mientras hablaba con ellas durante el descanso juraba ver la sombra de Niki o copa, incluso solía escuchar las mismas voces solo que ahora le decían nadie te quiere, solo están contigo por lastima, te van a lastimar, defiéndete, vete de ahí, pero las ignoraba.
—Mely es hora de tus dulces —le dijo al entrar a su habitación mientras esta se encontraba preparando su cama para dormir—. ¿Qué tal tu día en la escuela?.
—Bien, mis amigas quieren hacer una pijamada mañana, ¿puedo ir?.
—suspiró, sentándose en la orilla de la cama—Claro que te dejó pero...tendrás que aprender a controlarte.
—¿A qué te refieres?.
—Si ves a Niki, o a copa o a cualquiera de tus amigos, tendrás que actuar como si no estuvieran.
—Oh cierto...¿y si me tomo dos pastillas?.
—No Mely, dijeron que solo una y una será.
—suspiró levemente—Está bien...—dijo un poco triste.
—¿Quieres deshacerte de mí? —preguntó Niki molesto y triste.
—Cierra la boca que no es el momento —murmuró para luego tomarse la pastilla.
—Buenas noches Mely —acarició levemente su cabeza para luego irse.
—Buenas noches papá.
Este salió de la habitación cerrando la puerta haciendo que la habitación se hiciera oscura. Mely soltó un suspiro para prender la lámpara que tenía junto a su cama las cual iluminaba parte de la habitación con estrellas luminosas la cual la tranquilizaba.
—¿Quieres...deshacerte de mí? —preguntó de nuevo.
—No Niki...—dijo dándole la espalda— solo...quiero que no estés conmigo mañana.
—¿Por qué? ¿porque no quieres que esté contigo?... —dijo con la voz rota— no lo entiendo...
—Solo quiero tener amigas Niki.
—Me tienes a mi.
—Tu eres hombre, yo quiero amigas mujeres.
—Pero...—sollozó— ¿mi amistad no es suficiente? ¿acaso soy insuficiente?.
—Niki eres más que suficiente pero-
—¡Entonces porque quieres a más personas! —dijo molesto.
Esta se sentó de golpe para luego mirarlo notando como sus lágrimas amarillas recorrían sus mejillas hasta llegar a su barbilla, pero hubo algo más en Niki que la asustó haciendo que abriera sus ojos de par en par y comenzara a sudar frío, pues los ojos de Niki eran negros y parecía que una sombra saliera detrás de el.
—N-niki...
—¡No vayas a esa estúpida pijamada!.
—¡Es mi vida y tú no me mandas!.
—¡Entonces haré que me obedezcas!.
De pronto de la puerta salió copa quien corrió hacia Niki para alejarlo de Mely quien estaba muy asustada por la apariencia de Niki. Mely se cubrió por completo cubriendo sus orejas con ambas manos para decirse a sí misma que todo era parte de su imaginación que nada era real, que estaba enferma y nunca se curaría, que al día siguiente sería normal, que todo solo era una fea pesadilla.❝ ❞
Pareciera ser un día normal pues Mely veía a musgo caminar por las paredes de un lado a otro mientras chillaba también podía sentir la mirada de copa quien la miraba desde la ventana al igual que shadow quien a veces salía de las esquinas para decirle que la pijamada sería un caos y saldría corriendo y llorando de ahí pero ella simplemente los ignoraba concentrada en terminar su merienda.
—Bueno Mely espero y tengas todo listo esta noche —dijo su padre entrando al comedor—. Por cierto, despeja tu próximo fin de semana.
—¿Por qué?.
—Saldremos a comer a un lugar especial.
—Oh...está bien.
copa se había parado justo detrás de su papá lo cual le molestó pues les había dicho que lo dejaran y no se burlaran de él porque no podía verlos. De pronto desde la cocina se escuchó un maullido, Mely volteó hacia este viendo a un gato azul con tres ojos amarillos y dos colas, las cuales eran blancas con anillos negros.
—¿Otro más? —dijo fastidiada.
—¿Otro que? —preguntó su papá confuso, al no ver nada.
—suspiró—Creo que esas pastillas no funcionan.
—Cierto tus pastillas. Te iba a decir que te llevaras una para que te la tomes antes de dormir y así no te molesten tus amigos.
—¿Puedo llevarme dos? —pregunto mientras lo miraba.
—No Mely, recuerda que dijeron solo una.
—Pero acabo de ver a un gato azul! —dijo mientras lo señalaba, el cual estaba subiendo por la pared.
—¿Un gato azu...—suspiró—...Hablaré con la psiquiatra, tal vez te den otras pastillas.
—Está bien.
—Bueno, ¿estás lista para ir con tus amigas? —preguntó sonriente.
—Si que lo estoy.
—Entonces sube tus cosas al auto para dejarte.
—De acuerdo papá.
Luego de unos minutos se encontraba en casa de una de sus amigas, saludo a la madre de esta para subir a la habitación en donde se encontraban las otras tres, Mely estaba emocionada y nerviosa a la vez, en sus nueve años de vida era la primera vez que hacía una pijamada con amigos reales lo cual le hacía muy feliz. Mientras las otras jugaban y cantaban Mely simplemente las observaba sentada en la cama mientras abrazaba un peluche que había.
—Vamos a hacer otra cosa —propuso París.
—Mely, ¿porque no juegas con nosotras? —le preguntó Lilian.
—No gracias, estoy bien aquí —dijo sonriente.
—Está con sus amigos imaginarios —murmuró Chloe.
—Shh —chitaron las otras tres.
—¿Amigos imaginarios? —dijo confusa—, ¿quien habló sobre amigos imaginarios?.
Justo en ese momento, musgo salió del marco de la puerta caminando por la pared mientras chillaba. Mely se molestó con él, maldiciéndolo con la mirada y como si fuera poco, Shadow comenzó a salir de una de las esquinas mientras reía en bajo.
—Mely —la llamó Sally llamando su atención—, hubieron rumores de que tenías amigos imaginarios.
—Pues es una tontería —se quejó.
—¿Entonces por qué faltas cada viernes? —preguntó Chloe.
—Porque me levanto tarde.
—¿Y porque al principio no hablabas con nadie? —preguntó Chloe de nuevo, acercándose a ella.
—Porque era muy tímida.
—¿Por qué la psicóloga te habla dos veces por semana?.
—Porq-
—¿Porque siempre te hace dibujar? ¿por qué tu papá va tan seguido?.
—P-porque...
—¡Eres una esquizofrénica! —gritó.
—¡No lo soy!.
—Yo no estaré con una loca que ve cosas que no existen —dijo París.
—Si existen...—murmuró.
—¿Qué dijiste?.
—Nada.
—Mely es una esquizofrénica! —dijo Lilian sonriente.
Pero cuando la miró pareciera como si le hubiera dibujado una sonrisa mal hecha de color rojo al igual que sus ojos los cuales eran circulos mal hechos, Mely comenzaba a tener miedo, dobló sus piernas mientras las miraba con horror pues todas llevaban esas sonrisa macabras y reían a carcajadas, burlándose de ellas.
—¡Hay que deshacernos de ella! —dijo Sally.
Todas se abalanzaron sobre ella jalándola hasta el piso mientras esta les decía que la soltaran y que la dejaran en paz pero no le hacían caso. Sin que sus papás se hubieran enterado llevaron encendedores para prenderlos y quemar a Mely de los antebrazos y espalda mientras seguían riendo.
—¡Basta!.
Se lanzó contra una haciendo que se golpeara con fuerza en la pared y aquellas sonrisas desaparecieran, ahora todo parecía normal, Sally se había desmayado por el golpe recibido en la nuca, las otras tres se acercaron a ella, preocupadas. Mely se paró abrochando su blusa de botones para ponerse sus tenis, tomó su mochila para salir corriendo y llorando de ahí.
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Amigo Imaginario - Niki
أدب الهواةPara un niño pequeño es normal tener un amigo imaginario, pero para sus padres es un poco preocupante. Mely era una pequeña de cinco años la cual, tenía un amigo imaginario con el cual jugaba y hablaba todo y todos los días, sus padres no se preocup...