Quiz [Capitulo 2]

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Septiembre del 2013

JongIn

El día de la cita al río Han llegó, luego de aquel día en la escuela donde le robé un beso a Soo; por primera vez fuí yo quien lo buscó, nos pusimos de acuerdo y acordamos el día y la hora y finalmente el día había llegado.

Me sentía más tan nervioso y emocionado, que un ligero dolor en el estómago me apareció por la mañana, pero eso no me iba a impedir ir a esa cita. Miré por última vez mi reflejo en el espejo encontrandome con un estilo formal, mucho, para ser sincero.

Quité la corbata de mi cuello, desabotone tres botones superiores en la camisa y acomodé mi cabello para que cayera sobre mi frente de manera más natural. Era el quinto cambio que hacía, no encontraba el mejor estilo para una cita, pero el reloj marcaba pasada las siete de la noche, ya no tenía tiempo para cambiar nuevamente mi ropa y si lo hacía, se me haría tarde para ir por Soo.

Tomé mis cosas de la cama y antes de salir de casa tomé las llaves del Mercedes de papá, quería darle una buena impresión a Soo, además quería hacerlo sentir como un rey y darle un trato fenomenal y romántico.

Me monté en el auto, releí el mensaje con la dirección de mi novio y salí rumbo a su vivienda, me dediqué a manejar tranquilamente. Había planeado municiosamente la velada, en mi mente habían montones de escenarios, como tener la luz de la luna sobre nosotros, una brisa fría chocando contra nuestros rostros, alborotando nuestros cabellos, diciéndonos palabras de amor y finalmente terminar con un beso tierno teniendo el río Han de fondo.. algo muy romántico.

Bajé la velocidad cuando llegué al vecindario de Soo y traté de ubicar entre tantas, la casa de mi novio, finalmente la encontré, estacioné el coche y tome valor, iba a ser la primera vez que visitaba la casa de Soo, me daba cuenta recién, que nuestro noviazgo solo era válido en la escuela y en alguna que otra fiesta.

Bajé del auto, y caminé hasta la puerta, toqué el pequeño timbre y al abrirse la puerta, un señor en sus cuarenta, vestido solo con unos shorts amarillos y una camiseta de los Lakers, me dió la bienvenida, su cabello estaba desordenado y la botella en su mano izquierda, me decía que no estaba en un buen estado. Me imaginé que ese era el señor Do, me lo imaginé diferente, era demasiado... No lo sé, no podía describir con exactitud la sensación que me dió.

Tambaleante y con un olor bastante fuerte a alcohol, me miró de pies a cabeza, negó con la cabeza y soltó una maldición.

–Oye.. si eres del banco, ¡ya les dije que les pagaré!, ¡ya se los dijee¡– chasqueó la lengua y con algo de molestía volvió a hablar– y así vienen a mi casa. ¡Chupadores.. Pasaré a pagar mañana.. largooo!..

Y a mis narices cerro de un portazo. Pestañé varias veces tratando de entender que había pasado, ¿el banco?, Entonces caí en cuenta que mi vestimenta había confundo al señor Do. Negué ante lo que pasó sin saber que más hacer.

Algo ofuscado, tomé mi celular y le mandé un mensaje a mi novio sobre mi llegada. Creo que debí hacer eso en un principio.

Esperé paciente frente la puerta y cuando abrió, ésta vez mi novio salió a recibirme, sus mejillas estaban de un ligero tono rosa, su sonrisa nerviosa me causó ternura. Se veía muy guapo, sus pantalones vaqueros, su playera blanca sin estampado juntó su chaqueta de mezclilla lo hacían ver fresco y joven, sus converse y su peinado se veían tan simples, pero tan, tan bonitos.
Mientras que yo parecía un señor en sus treintas.

Miró mi ropa y me pidió disculpas, quería ir a cambiarse pensando que lo llevaría a un lugar formal, negué con una sonrisa y me sinceré con él, le expliqué mi nerviosismo y las veces que me había cambiado. No le mencioné nada de lo que sucedió con su padre y las cosas que me dijo.. así que, sin más, decidimos irnos a la cita..

El viaje en auto fue bastante incómodo, ninguno de los dos sabía de qué hablar, cuando saqué un tema fue de algo bastante banal como el clima, dije ¿hoy hace menos frío pero el aire es intenso, no crees?, Aún no logro entender porqué dije eso, tampoco la incomoda y seca respuesta de Soo, ese Así es, le dió un toque más incómodo de lo que ya estaba, con eso dió por concluida nuestra pequeñísima conversación.

En cuanto bajamos del auto, ninguno de los dos podía creer que cerca del Río, casi no habían gentío, solo unas cuantas parejas y algunos grupos de amigos. Era tan poca gente que se nos hizo raro, pero no le dimos demasiada importancia.

Caminamos hasta las pequeñas escaleras y nos sentamos ahí en silencio, solo se escuchaba el sonido del agua chocar entre sí y las risas ajenas a nosotros.

–Es algo incómodo que ninguno de los dos no diga nada.

La suave y ronca voz de Soo me hizo verlo, su cabello a pesar de estar corto se movía por el viento gélido. Le dí la razón y sin saber que más hacer me dediqué a observarlo.

No podía creer que una belleza como él, existiera en el plano terrenal, lo que más me tenía encantado eran sus ojitos y sus rosados y pomposos labios. ¿Hace cuánto no los probaba?.

–Oye, tampoco es para que me mires los labios con esos ojos pervertidos.

Mis mejilla subieron de temperatura y aparté la mirada muy avergonzado. La risa de Soo no la había escuchado hace mucho, le volteé a mirar y esos labios que me gustaban tanto estaban en forma de un lindo corazón. Sonreí por inercia y sin poder aguantar mucho, le dí un beso.

O bueno, le hubiera dado el beso si no fuera por el maldito e inoportuno viento que hizo de las suyas y como si tuviera vida nos empujó a Soo y a mi, todas las personas que estaban ahí gritaban y se iban del lugar.

Lo único que pudimos hacer es levantarnos e irnos al auto de mi padre. Allí estuvimos más seguros, podíamos ver cómo poco a poco una brisa de agua ser iba incorporando al fuerte viento.

Encendí el auto y sin saber bien a dónde ir, puse en marcha hacia un estacionamiento cercano. Mi búsqueda se estaba volviendo eterna, hasta que por fin dí con uno, el edificio parecía una clase de compañía pero no importaba. Subí al segundo nivel y me estacioné donde pude.

—Vaya, parece que de la nada hay un tifón.

Le dí la razón a mi novio y lo invité a salir de ahí para aprovechar y ver qué había allí. Aceptó y mientras subiamos por el ascensor, no pude evitar pensar que la cita estaba siento un asco. No había pasado mucho tiempo y ya estaba arruinado. Pero la voz de mi novio me hizo pensar que tal vez no todo estaba acabado.

—JongIn-ah.. ¿podrías darme un beso?

•••••

Acá la autora pidiendo disculpas por la demora, tuve ciertos problemas personales y no me daba por escribir jajs, no sé si alguien seguirá leyendo esto pero ajá.
Ya tengo listo el siguiente cap, así que la próxima actualización será dentro de dos a tres días :3
Capitulo con una cosita importante así que..

Le quiero :³ nos leemos en el próximo cap :))

QUIZ» KAISOO [Kai ; Kyungsoo] (MFF +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora