Epílogo

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Kyungsoo

Año 2022.

Las cosquillas en la nariz, me despertaron de aquel sueño profundo, manotee esperando que aquella cosa dejara de molestar mi nariz, en cambio recibí una risita que era muy conocida para mí, dejé salir aire por mi nariz y entonces me senté en la cama, con un humor no tan bueno por ser despertado por Baek.

Baek

Baek, estaba en Barcelona con su esposo y sus hijos, el no podía ser. Abrí mis ojos y entonces lo encontré mirándome con alegría y una sonrisa en el rostro. Me le quedé mirando, con sorpresa y desconcierto.

–¿Ya te había dicho que eres muy tierno cuando recién despiertas verdad?–. Su pregunta fue más bien una afirmación y solo atiné a darle un abrazo, aún con la conmoción.

-¿Cuándo llegaste?–. Le pregunté espabilando un poco y separándome de él.

–Hoy. Llegué en la madrugada–. Me contestó en un tono infantil.

–Oye. No puedes venir aquí, así como así. Debiste avisar, no tengo nada preparado–. Me terminé de espabilar y me puse de pie.

–No te preocupes, Chanyeol está preparando algo para nosotros.

Chanyeol, aquel hombre que a pesar de conocerlo desde hace años, aún no me acostumbraba a su presencia, era tan.. ¿Cómo debería decirlo?.

–¡KyungSoo-ah!. Al fin despertaste, ¿No te importa que use tu cocina verdad?. ¿Te gustan los waffles?–. Aquel hombre entró en mi habitación con una cuchara en mano y un mandil, mí mandil de cocina.
A eso me refería, Chanyeol era incluso más hiperactivo y risueño que Baekhyun, juntos eran una bomba de alegría y ternura que cuando explotaba, todo se inundaba color de rosa, algo que sin duda te llegaba a asfixiar si no estabas acostumbrado, tal como yo.

–Ah, s-si. Si me gustan–. Aquel gigante de metro ochenta y cinco, con una sonrisa salió de mi campo de visión, su querido esposo sin borrar su sonrisa tomó mi mano y me llevó a la cocina comedor, la comida olía bien, el ambiente estaba animado y sin duda se sentía de alguna manera, confortable.

Miré a la sala y me encontré con un pequeño BaekHo jugando con un carrito y a una dormida Byeol, dentro de su pequeño corralito en el piso. Me costaba creer que aquel chico al que todos temían, por fin tuvo su final feliz. Su esposo y sus hijos lo eran todo para él, al fin tenía la vida que quería y eso lo hacía feliz. Si tan solo yo también hubiera tenido ese final feliz. La esperanza cada vez era más frágil y sabía que en cualquier momento se rompería.

–Soo. ¿Te sientes mal?–. Baek me regresó a la realidad y entonces noté que él y Chanyeol me miraban preocupados.

–Sí, es solo que otra vez estaba pensando en el hubiera. Pero estoy bien–. Sonreí para calmarlos, Chanyeol volvió a lo suyo, pero Baek me miró con el ceño fruncido.

–No me mientas, ¿sigues esperándolo verdad?–. Su pregunta ya no me tomó por sorpresa, era algo que cada vez era un tema que salía a flote siempre; ¿seguía esperando?, No me animaba a contestarle por miedo, uno diminuto a qué me recordara lo que sucedió. –Soo, yo no soy quién para decirlo, sí, esperé a Yeol casi cinco años, pero lo tuyo es diferente, debes olvidar lo que pasó, conoce a otras personas, vuelve a enamorarte, ya pasaron casi nueve años, déjalo ir.

Su mirada intensa me penetró el alma y entonces la cruel realidad me golpeó otra vez, ¿Olvidar?, Era que, simplemente no podía. ¿Conocer a otras personas?, No, no hacía falta. ¿Volver a enamorarme?.. ¿Dejarlo ir?.

«El sentimiento era más abrumador cómo aquella noche, pedía una y otra vez porque fuera una mala broma, una ilusión, una mentira, un mal sueño. Pero no fue así»

–¡Ah!, Por cierto, mañana irás a una cita, ésta vez es un fiscal, es un conocido de Chanyeol, es soltero, apuesto y sobre todo, una excelente persona. Mañana irás a la cafetería Myonga y pasarás un rato agradable con ese sujeto, ¿okey?–. Ehxalé hastiado, odiaba con cada poro de mi piel las citas a ciegas, Baek no dejaba de arreglarme una cada año, todas terminaron en fracasos así que simplemente pensé que se había dado por vencido. –Le dí tu número y espero que ésta vez pongas de tu parte.

Sentenció y solo le dí la razón para que no volviera a molestarme con ese tema.

–Otra cosa. La última vez te escapaste de mí, pero ahora vengo aún más insistente que antes. Contesta. ¿Aún sigues amándolo?–. Su seriedad me puso los pelos de punta, odiaba cuando se ponía así, no era el Baek que conocía. La respuesta, era momento de decirla, era momento de decirlo en voz alta y sacarlo de mi ser. El miedo me abrazó y me quedé callado a pesar de querer decirlo.

Tomé aire juntando tanto valor como fuera posible y entonces salió. –La verdad es que yo-.

–¡Papá!–. Me interrumpió aquel niño adorable.

–BaekHo, papá está ocupado–. Le dijo con un tono apacible al nene.

–Papá, pero, Byeol se hizo del baño, huele mal–. Le contestó con inocencia el pequeño BaekHo.

–Está bien, ya la cambio–. Baek prometió con dulzura a su pequeño hijo. –No creas que has escapado, volveré en menos de cinco minutos y espero que me respondas–. Se dirigió a mí y me apuntó con un dedo en señal de amenaza.

Afirmé con un movimiento de cabeza y entonces me preparé mentalmente para lo que iba a decir nada más Baek regresara de cambiar el pañal de su nena.

Los nueve años que pasaron, fueron sin duda un tiempo caótico en mi vida, dónde cada mañana me preguntaba lo mismo. ¿Aún lo seguía amando?, ¿Acaso solo quería calmar mi mente con una respuesta a algo que no sabía que era?, ¿Era culpa?. Todas las respuestas llegaron a mi, una mañana, cuando el señor Kim me pidió vernos.

En una cafetería, me contó lo que pasó, tal y como fueron las cosas, no sabía cómo se enteró de todo, pero me alegraba que haya aclarado todo lo que él nunca me dijo. Luego hace dos años, el veinticuatro de diciembre, aquel día dónde dije lo que quise, dónde ví otra vez a ese Idol. Fue ahí donde las preguntas tuvieron al fin una respuesta.

La más importante, la que siempre quise ocultar por miedo a ser visto con pena.
¿Lo seguía amando?.

Un mensaje llegó a mi móvil, abrí y leí su contenido, troné la lengua y dejé el mensaje en visto.

Soy el fiscal Wang, ¿hablo con el jóven Do Kyungsoo?, Chanyeol me dió éste número, mañana acordamos una cita, lamentablemente hubo un imprevisto y no podré llegar a la cita.
Por favor, discúlpeme pero tendré que cancelar.

Después de leer el mensaje y ver el tonto sticker que mandó, me dió cierta molestia y alivio al mismo tiempo. No contesté porque no había nada que decir. Un segundo mensaje llegó y finalmente por su contenido una sonrisa floreció de mi, de una manera sincera, había pasado mucho tiempo desde que no me reía así. Sin duda ese hombre sabía cómo sacarme una sonrisa sincera y espontánea.

Tecleé mi respuesta y cuando llegó Baek, con Byeol en brazos, guardé el móvil. Oculté lo más que pude mi sonrisa boba y con algo de impaciencia esperé por la pregunta de Baek.

Él, aún con su nena en brazos se las arregló para preparar una mamila con fórmula, con una sola mano y sin dejar de verme con sospecha, me habló. –Bien. Ahora dímelo, escupe todo, contesta mi pregunta.

Mi sonrisa boba salió a relucir, entonces contesté lo que tanto llevaba guardando. Lo que me esmeré en ocultar de Baek, pero ya no había dudas, ya no más.

Algunas cosas van a cambiar, pero. Sí.

»Aún lo amo, yo sigo amando JongIn.

•••

Aaahhh el epílogo, oficialmente Quiz, llegó a su fin. El epílogo me encantó porque pude meter al chanbaek ya casados y con hijos 💖.. viene(n) los extra(s) y ahí podrán resolverse más dudas jsjsjjs aunque creo que ya las resolvieron xd.

Muchas gracias por todo su apoyo. Y espero que les haya gustado la historia :3..

Sin más, les quiere mucho Aarimy. Nos vemos en otra obra ✨

QUIZ» KAISOO [Kai ; Kyungsoo] (MFF +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora